En un entorno cada vez más exigente, las empresas tecnológicas se enfrentan al desafío de mantenerse a la vanguardia mediante la innovación continua, la adopción estratégica de nuevas tecnologías y el entendimiento de la operación de sus clientes. Además, deben responder a la creciente demanda de soluciones sostenibles y accesibles, garantizando eficiencia operativa y competitividad en un mercado en constante evolución.
A pesar del creciente interés por la inteligencia artificial en el ámbito empresarial chileno, su adopción integral sigue siendo limitada. El desafío no solo radica en la implementación tecnológica, sino también en preparar a los profesionales para enfrentar sus implicancias éticas, operativas y estratégicas.