En menos de un año, los emprendimientos debieron “ponerse al día” en materia de ventas a través de plataformas digitales, un área que estaba dominada por las grandes marcas. La crisis social y sanitaria fueron el empuje para que miles de vendedores se tomaran el mundo virtual.
El comercio electrónico se apoderó de las ventas durante 2020 a niveles jamás imaginados. Según cifras entregadas por la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), se espera un crecimiento del 55% respecto al año anterior en términos de ventas online, impulsado claramente producto de la pandemia del Covid-19, pues este canal ha llegado a representar en torno al 20% de las transacciones totales del comercio en el último período. Por esta razón, las empresas debieron priorizar la implementación y mejora de las plataformas de ventas digitales, para así mantener el nivel del negocio durante el año.
Las grandes marcas ya se encontraban un paso adelantado en este proceso, mientras que los pequeños y medianos empresarios fueron los que debieron preocuparse de empezar desde las bases a cimentar sus canales de eCommerce “pero, para comenzar a implementar el comercio electrónico, es importante que las empresas estén preparadas y cuenten con las tecnologías necesarias, además, el personal debe contar con la capacitación correspondiente, y así evitar posibles problemas que se puedan generar en los procesos”, afirma Andrés Cargill, director del G100 y presidente ejecutivo de Orión, añadiendo que es una transformación compleja y que es necesario ponerla en funcionamiento de manera integral para que funcione a cabalidad.
Sin embargo, el centro sigue siendo el mismo: la venta. Para poder superar el mayor desafío de cualquier emprendimiento, generar la captación y fidelidad de los clientes, sigue siendo primordial la creación de un vínculo de confianza del comprador con la marca, donde tenga una excelente experiencia de compra. Ricardo Dorado, director de crecimiento de Fundación País Digital, asegura que “se debe destacar que avanzar desde un modelo de transacción hacia crear vínculos con los clientes, en donde internet sea una verdadera plataforma que permite interacciones más ricas e integrales, ya sea a nivel de personalización de oferta en productos y servicios, como en la data que se genera y que abre la posibilidad de nuevas oportunidades y formas de distribuir productos, servicios y aumentar la competitividad, hoy disponible en unos clicks, incluso a nivel gratis, algo que antes solo era para grandes empresas; y esto es, sin duda, es un elemento clave que tanto Pymes, como cualquier emprendimiento deben tener en cuenta a la hora de aplicar herramientas digitales de venta en sus negocios”.
Los usuarios migraron hacia las plataformas virtuales para realizar todo tipo de compras, por lo que, al mismo tiempo, se dio paso a un nuevo tipo de comprador. “Hoy el precio de los productos y la rapidez de entrega son las prioridades de los clientes, por lo que la forma de vender hoy debió integrar variables que antes no eran tan importantes para las tiendas en sí, como el despacho”, afirma Álvaro Ramírez, gerente general de VTEX Chile, quien hace énfasis en la denominada última milla, que es el momento del despacho del producto, donde el comercio digital aparece en el mundo físico y el cliente recibe su encargo. Lograr una buena experiencia, a tiempo es clave para fidelizar al usuario con la marca y lograr una siguiente compra.
En definitiva, las ventas online ya son parte de la cotidianeidad de las personas, incluso Cargill asegura que “el eCommerce y la digitalización es una de las grandes herencias que dejará el Covid-19, por lo que es necesario que las empresas continúen fortaleciendo estos canales, que pueden generar grandes beneficios, como mejor posicionamiento, ahorro de costos, mayor número de clientes y más comodidades para los consumidores”.