Cerca de un año ha pasado desde que se activaron las alarmas sanitarias en el mundo producto de un virus desconocido que nacía en la ciudad de Wuhan, China.
Debido a esto, el comercio, turismo y varias áreas de negocio debieron cancelarse para evitar los contagios descontrolados que provoca el COVID-19. Las cifras son preocupantes, más 90 millones de personas han superado la enfermedad y casi dos millones han perdido la vida producto de la pandemia.
Pero frente a la distancia obligada que tuvimos que optar, varias empresas tuvieron que reinventarse y otras tomaron más fuerzas. La pandemia provocada por el COVID-19 ha sido una amenaza, también en variados casos ha significado una oportunidad. A simple vista destacan el mercado relacionado a la tecnología, pero sin dudas también en nuestra área, ya que hemos visto cómo generar valor en esta impensada y desafiante “nueva normalidad”.
De hecho, según datos de Cushman & Wakefield, empresa global de servicios inmobiliarios corporativos, en los primeros meses del 2020, la vacancia del rubro del bodegaje fue de 9,8% y para el segundo semestre de 5,9%, producto de la gran demanda registrada en este último periodo. Pero eso no es todo, ya que también señala que se ocupó el 40% de la superficie disponible en el último semestre.
Una de las claves del crecimiento para este sector el 2020 fue la transformación digital multimercado, impulsado por la optimización en el área B2B y el e-commerce en el segmento B2C. Dentro de la misma línea, y más bien enfocado a nuestro negocio en particular, otra de las claves ha sido la velocidad de montaje y su respectivo impacto, ya que un galpón convencional de 3.000 m2 se demora entre 6 a 8 meses en construirse, versus ese mismo galpón modular se levanta en una semana.
Ahora lo que queda es proyectar este 2021 con una mirada flexible y constructiva, atesorando los aprendizajes del pasado año y al mismo tiempo proyectando el desafiante camino que aún debemos recorrer.
Por Nicolás Alonso, Gerente General Estructuras Marfil.