De acuerdo con un estudio elaborado por Beetrack, en diciembre de 2019 se registraba un promedio de alrededor de 40 minutos entre que un vehículo repartidor iniciaba el despacho hasta que la compra llegaba a la puerta del cliente final. A diciembre de 2020, a pesar de la alta demanda navideña, ese promedio es de 22 minutos, casi el mismo que el de los meses de cuarentena total, cuando las calles estaban vacías y no existía congestión vehicular.
Durante todos los meses en que parte importante del país estuvo en cuarentena total, las calles de las ciudades estuvieron prácticamente vacías. De acuerdo con cifras del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, dadas a conocer en junio, la aplicación de estados de confinamiento, redujo en 59% el flujo vehicular en la capital. En este escenario, el rubro de transporte se enfrentó a calles despejadas, lo que les permitió lograr una rapidez inédita en sus desplazamientos. Para el comercio electrónico, que enfrentaba una sobredemanda nunca antes vista, experimentó una gran reducción en sus tiempos de entrega, uno de sus temas más críticos.
De acuerdo con un estudio elaborado por Beetrack, compañía de tecnología asociada a logística de última milla, en marzo (mes en que se iniciaron las cuarentenas obligatorias), los tiempos de despacho se redujeron de un promedio de aproximadamente 40 minutos (registrados hasta diciembre de 2019), a un rango entre 20 y 25 minutos. Este fenómeno continuó en los siguientes meses de encierro y la razón era evidente, por lo que se proyectaba que esta disminución sería sólo momentánea, mientras el flujo vehicular se mantenía bajo y que luego de esto se volverían a cifras como las observadas en diciembre de 2019. Sin embargo, cuando el Plan Paso a Paso comenzó a avanzar, y las calles volvieron a tener un tráfico más denso, los tiempos de entrega no aumentaron de la forma que se vaticinaba.
A noviembre recién pasado, el promedio fue de 23 minutos (aún en el rango entre 20 y 25 de los meses anteriores), con una muy leve alza en comparación a septiembre. Esta reducción de los tiempos de espera se da en un contexto de crecimiento de las compras por e-commerce que no se había observado antes y que se refleja en el aumento de los despachos. La comparación mes a mes de la actividad del sector, arroja que en septiembre hubo un alza de 520% en la cantidad de órdenes de envío respecto de septiembre de 2019, mientras que esta misma medición en noviembre hubo un aumento de 278%.
Incluso en diciembre, a pesar de la alta demanda que experimentó el comercio electrónico con las compras navideñas, los tiempos siguieron bajando, con lo que se cerró el año con un promedio de 21 minutos.
El CEO de Beetrack, Sebastián Ojeda, explica que el crecimiento explosivo que experimentó el comercio electrónico a lo largo de la pandemia, obligó a los actores del rubro a repensar sus procesos. “En los meses de confinamiento, se observó un crecimiento de más de seis veces respecto de 2019. En principio, la reducción del flujo vehicular permitió que las calles fueran más expeditas y eso benefició la rapidez de los despachos. Sin embargo, había que pensar cómo afrontar una demanda en el futuro cercano que nunca volvería a los niveles pre-pandemia. La clave más clara fue concentrarse en la eficiencia, la cual se ha abordado desde distintos ángulos, tanto tecnológicos como estratégicos”, explica.
El ejecutivo afirma que las empresas han incorporado tecnología de optimización de rutas para hacer más eficiente las entregas y también se ha elevado el estándar de eficiencia de las operaciones logísticas. “Las compañías, llevaron al límite la capacidad de distribución para cubrir la demanda. Esto quiere decir que la cantidad de pedidos que lleva un camión aumentó. Al aumentar la demanda de despachos, ésta geográficamente se concentra. La concentración favorece rutas más compactas y con distancias menores”, comenta.
En este contexto es donde tomó fuerza la llegada de las dark stores (tiendas oscuras), puntos de venta minorista o centros de distribución dedicadas exclusivamente a las compras en línea, que también han sido un factor clave en la reducción de los tiempos de entrega. “Estos modelos de tiendas ofrecen una mayor cercanía de los puntos de almacenaje y distribución con los sectores de mayor demanda del e-commerce. Al instalarse en lugares estratégicos dentro de las ciudades, permiten acortar las distancias entre los productos y los consumidores finales, lo que se traduce en una mayor inmediatez y eficiencia en la última milla”, afirma Ojeda.
La tendencia a la baja podría continuar en 2021, proyectan desde la compañía, pues se mantendrá como uno de los focos importantes del sector. “Vemos que los canales de compra online han alcanzado un nivel de demanda alto y constante que no tendrá pie atrás. 2020 significó un nivel de penetración que sólo se proyectaba hasta dentro de varios años más y que ha estado marcado por el ingreso de nuevos consumidores. El gran desafío para este año que comienza, es consolidar esta tendencia y para ello es clave ofrecer un excelente servicio al cliente, que tenga como pilares la eficiencia y la información. En este objetivo, el uso de la tecnología es fundamental”, concluye el CEO de Beetrack.