INVERSIÓN EN IA ES CLAVE PARA QUE CHILE CONSERVE SU LIDERAZGO LOGÍSTICO EN LATAM

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La industria logística se viene posicionando desde hace un tiempo como una de las puntas de lanza en la incorporación de nuevas tecnologías a su gestión diaria. De acuerdo a un estudio realizado por la International Data Corporation (IDC), se estima que para 2023, a nivel global el sector aumentará su inversión en Inteligencia Artificial (IA) en un 250%.

La cifra no debiera extrañarnos, si se considera que un 2020 marcado por la pandemia y el confinamiento tuvo efectos profundos en un rubro que debió responder a una presión inédita en su historia. Los que mejor respondieron a la “tormenta perfecta” fueron quienes ya habían adelantado la tarea, incorporando investigación, desarrollo e innovación a sus procesos, de manera de ser capaces de enfrentar un aumento exponencial de la demanda y controlar sus gastos en un momento de incertidumbre.

En este ámbito, la Inteligencia Artificial tiene un enorme potencial. Anticipar eventos, mitigar riesgos, mejorar y planificar rutas, pronosticar demandas, además de analizar la capacidad de respuesta y ofrecer soluciones en tiempo real, son solo algunas de sus posibilidades, que pueden transformar los riesgos del día a día en un abanico de oportunidades para los players de la logística.

En la actualidad, la IA está transformando toda la gestión de la cadena de suministro, desde el primer click de compra hasta el despacho al cliente final, optimizando operaciones y reduciendo significativamente tiempos y costos, lo que significa además una mejor experiencia para el cliente.

Lo cierto es que hoy la incorporación de IA no es una ventaja competitiva, sino el piso mínimo desde el que está operando la industria logística y a partir del cual debe evolucionar en un mercado cada vez más competitivo y globalizado. No obstante, un estudio realizado en 2020 por País Digital y Accenture arrojó que en Chile sólo un 58% de las empresas invirtieron en IA, una cifra preocupante si se tiene en consideración que el promedio en la región fue de un 73%.

No olvidemos que, según el Índice de Desempeño Logístico, elaborado cada dos años por el Banco Mundial, nuestro país lidera el ranking en la región, ubicándose en el puesto 34 a nivel global, lo que supone una exigencia de peso si se quiere continuar avanzando en el desarrollo productivo de Chile.

Al mismo tiempo, a nivel mundial, la tendencia a que la logística se realice de la forma más amigable posible con el medio ambiente se consolida día a día. El concepto de logística verde cobra aún más relevancia con estas nuevas tecnologías, las que entregan optimizaciones fundamentales para una gestión limpia. La Inteligencia Artificial, el Machine Learning, el IoT y el Deep Machine tienen mucho que aportar a la cadena de suministros en este aspecto.

Ejemplo de ello es la apuesta por vehículos autónomos, que ya se están implementando en la industria minera, o la incorporación de sistemas inteligentes de monitoreo y gestión de flota, que permiten calcular el mejor trayecto de acuerdo a datos meteorológicos, volúmenes de carga, medidores de combustible e instrumentos geo-referenciales, entre otros.

Hay señales positivas en torno a que nuestro país cuenta con las condiciones necesarias para sumarse a esta tendencia. Así, la Ley de Transformación Digital aprobada hace poco más de un año, incorpora incentivos y herramientas que apuntan en esa dirección.

Los enormes desafíos productivos que enfrentamos, en un contexto de alta complejidad en lo económico, mientras aún experimentamos los efectos de la crisis sanitaria, requieren que la industria logística asuma la innovación como un elemento clave, una suerte de hoja de ruta para continuar posicionando a Chile como un actor relevante en el escenario internacional.

En logística, la lucha por el liderazgo comenzó hace rato, y la convicción en la relevancia de la incorporación de IA a sus procesos será fundamental en la carrera por la última milla.

Por Sebastián Ojeda, CEO de Beetrack