El sistema logístico nacional es una pieza clave para el funcionamiento del país. Permite el desarrollo económico, a través del comercio exterior y el acceso de las personas a bienes y servicios. Para muchos puede ser invisible, ya que se da por descontado su funcionamiento. Pero la pandemia nos demostró lo importante que es. Lo mismo podemos decir a raíz de la emergencia por los incendios; resulta evidente la importancia de contar con infraestructura adecuada y una operación efectiva y coordinada de los sistemas, tanto para enfrentar la contingencia como para gestionar la reconstrucción.
La logística es un sector dinámico. Vemos desarrollo de investigación y cada vez más la incorporación de tecnología e innovación. Es un proceso virtuoso, que redunda en mejoras tanto de competitividad sectorial como en la experiencia de los usuarios, que pueden acceder de manera más rápida a una oferta diversa de productos. Un ejemplo de ello se da en la logística urbana y distribución de última milla: las empresas han desplegado y adoptado diversas soluciones para ofrecer a los clientes entregas en el mismo día, incorporando nuevas formas de reparto, almacenamiento intermedio y, por cierto, tecnología.
El Estado debe velar por la efectividad, eficiencia y resiliencia de las cadenas de suministro, fortaleciendo la sostenibilidad y la relación con las comunidades. Debe también impulsar regulaciones y políticas para dotar de infraestructura y capacidades –tanto técnicas como de capital humano- necesarias para abordar las demandas futuras.
En este contexto, la coordinación interministerial es una herramienta valiosa. Desde 2010, sesiona la Comisión Nacional para el Desarrollo Logístico (CONALOG) -presidida por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, y con una Secretaría Ejecutiva radicada en el Programa de Desarrollo Logístico de la misma cartera- lo que da sostenibilidad a un trabajo continuo y ordenado para el impulso de iniciativas que, por su magnitud, trascienden los gobiernos. Así, grandes proyectos portuarios y ferroviarios de carga, iniciativas de transformación digital aplicada a logística, o políticas multisectoriales relacionadas con este rubro, encuentran un lugar para su discusión, coordinación y oportuna materialización.
Al alero de esta Comisión, se han impulsado proyectos de alta relevancia, como la decisión de nueva infraestructura portuaria en la Macrozona Central, que supone el Puerto Exterior de San Antonio; la recopilación y disponibilidad de datos logísticos abiertos; la creación de la Fundación Conecta Logística para impulsar la colaboración entre las empresas, el sector público y la academia en este desafío; y la disminución de barreras al cabotaje marítimo, que esperamos ver promulgada durante el presente año.
Este 2023, la Secretaría Ejecutiva tiene como ejes prioritarios continuar impulsando los proyectos logísticos estratégicos de infraestructura portuaria, ferroviaria, vial y de cabotaje, y sumar nuevos temas en que la confluencia de atribuciones hace indispensable la coordinación.
Particularmente, sobre infraestructura estratégica, buscamos la consolidación de carteras de inversión en puertos, carreteras, aeropuertos, ferrocarriles y corredores bioceánicos, así como la coordinación en procesos, tecnología, datos y territorio, a través de Planes Maestros Logísticos Macrozonales, en los que se recojan efectivamente las visiones de los actores locales y sus legítimas aspiraciones de vocación productiva, y se construyan carteras coordinadas de alcance multiregional para darles viabilidad, mejorar la información pública sobre ellas y facilitar el seguimiento a las mismas. Estos Planes Maestros Logísticos Macrozonales constituyen también un vehículo idóneo para enfrentar el desafío nacional de dar sustento logístico a la estrategia de hidrógeno verde, sin descuidar la continuidad de movimientos del resto de los sectores económicos.
Asimismo, en el ámbito de la coordinación de operaciones logísticas asociadas a los puertos, junto al Ministerio de Economía estamos impulsando el denominado Plan de Logística Colaborativa, con el objetivo de abordar en conjunto con las Empresas Portuarias estatales y el sector privado los desafíos operacionales que permitan mantener la continuidad y eficiencia de las cadenas logísticas, especialmente en la temporada alta. Con ello avanzamos en minimizar las restricciones operacionales en los puertos, maximizar la productividad de los terminales portuarios, reforzar las condiciones de accesibilidad terrestre, mejorando la seguridad, la coordinación de la cadena con depósitos y extraportuarios, y asegurar una operación naviera sin sobrecostos.
Finalmente, es importante reconocer que el desafío de desarrollo logístico no es puramente estatal, y el involucramiento y colaboración de empresas y la academia es igualmente crucial para el éxito colectivo: tomar conciencia para desarrollar capital humano y generar proyectos de investigación aplicada en logística constituyen interesantes primeros pasos. Se requiere relevar esta discusión y, en este día internacional de la logística, mi invitación es a abordar juntos esta tarea.
Por: Juan Carlos Muñoz Abogabir, Ministro de Transporte y Telecomunicaciones