Por Leonardo Navarrete, gerente comercial de STG Chile.
La eficiencia energética seguirá marcando la pauta para la logística y cientos de industrias. Pero ¿a qué nos referimos con esto? Se trata de la capacidad que tienen las compañías para optimizar sus recursos para evitar desperdicios, contribuyendo a la sustentabilidad e impulsando la competitividad de sus operaciones.
En ese sentido, la última milla es un proceso vital para las cadenas de suministro por ser una de las etapas finales que define la experiencia del consumidor. Ciertamente, sigue evolucionando a través del tiempo gracias a nuevas tecnologías que garantizan la efectividad, el ahorro y la optimización de recursos.
Asimismo, día a día el comercio se enfrenta a un mayor número de competidores y, por ende, de consumidores que están más conscientes de las políticas y prácticas sustentables de las compañías y su compromiso con la huella de carbón.
Desde ahí, las compañías logísticas se están enfocando en la integración de soluciones que mejoren la planificación y distribución de mercancías. Un claro ejemplo de esto es la optimización de rutas que automatiza el proceso de planificación de preventa y autoventa, reduce hasta en un 10% el kilometraje recorrido. Otro caso es la mejora de flota, específicamente de camiones, que incrementa la capacidad utilizada de estos vehículos hasta un 92%.
Estas herramientas gestionan los procesos automatizadamente, optimizando los territorios de los vendedores y asignando frecuencia de visitas en el caso de los negocios que definen rutas diarias para sus ventas in situ. Además, analiza la información para crear territorios óptimos con un ahorro potencial de tiempo, costo, equipos y energía.
Planificando rutas efectivas
Ciertamente, no todos los negocios se dedican a las ventas en terreno, ya que hay comercios minoristas que despachan 24/7 los productos a sus consumidores.
Para contribuir tanto a la satisfacción del cliente como al medioambiente, la planificación de rutas es fundamental, ya que optimiza las operaciones diarias de entrega y servicio en solo minutos a través del uso de algoritmos avanzados.
Entre sus beneficios, los principales tienen que ver con ofrecer nuevas alternativas de servicio al cliente, la eficiencia en la planificación de rutas, la reducción de los costos de transporte y la automatización de procesos de redireccionamiento estratégico.
Es así como la logística se involucra cada vez más con el cuidado del medioambiente a través de tecnologías que paso a paso permiten la evolución de la industria, la satisfacción y fidelidad de los consumidores.
Artículo publicado en https://www.stglatam.com/blog