#8M Y EL DESAFÍO DE UNA LOGÍSTICA SIN SESGOS

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Aunque la participación de la mujer en supply chain se ha incrementado en los últimos años, encuestas recientes muestran que se ha producido un cierto estancamiento en este proceso. Para algunos expertos, el problema radica en parte en cómo se diseñan los procesos de contratación y formación; si las empresas siguen buscando talento con los mismos filtros de siempre, no es de extrañar que los resultados sigan siendo los mismos.

Teniendo en cuenta que muchos procesos de selección están automatizados y trabajan con sistemas de IA que analizan postulaciones y recomiendan candidatos, vale hacerse la pregunta: si estos algoritmos han sido entrenados con datos históricos, donde los hombres han sido mayoría ¿no sería esperable que sigan sugiriendo perfiles masculinos?

Por otro lado, y aunque la robotización ha reducido la exigencia física en muchas tareas -lo que en teoría facilitaría la inclusión femenina- también es cierto que la transición a una logística automatizada requiere nuevas habilidades técnicas, que significan, a su vez, desafíos de aprendizaje tanto para hombres como para mujeres.

Aquí es donde la escasez de talento -una queja frecuente hoy en día- puede convertirse en una oportunidad. Para algunas empresas, replantear su estrategia de reclutamiento y formación para atraer a más mujeres podría ser una buena fórmula, ya no solo como una medida de equidad, sino como una necesidad competitiva que les permita ampliar su base de talento disponible.

En ese sentido, organismos internacionales como la CEPAL recomiendan implementar medidas concretas para evitar que las tecnologías puedan replicar sesgos heredados.

Algunas de ellas:

Revisar continuamente los algoritmos de reclutamiento, asegurando que los modelos de IA no reproduzcan sesgos de género. Capacitación ajustada a las necesidades femeninas, con formación en automatización, IA y logística digital, considerando modalidades flexibles que permitan compatibilizar trabajo y aprendizaje.

Evaluar en forma permanente el impacto de la digitalización en la equidad y la distribución del talento, para tomar medidas correctivas, si es necesario.

Aunque en teoría, las nuevas tecnologías favorecen una mayor participación de la mujer en supply chain, disminuir inequidades en los espacios laborales requiere de una mirada más amplia. Por ello, junto con abrir la puerta a las mujeres, parece igualmente relevante asegurarse de que cuenten con las herramientas para pasar por ellas y crecer dentro del sector.