¿Cómo han respondido los minoristas a la pandemia de COVID-19? Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Warwick, del Reino Unido, y Blue Yonder, empresa que entrega soluciones de cumplimiento digital a más del 70% de los principales fabricantes, minoristas y empresas logísticas del mundo, identificó las vulnerabilidades humanas en toda la cadena de suministro y la necesidad de futuras inversiones en flexibilidad, visibilidad y automatización para mejorar la capacidad de recuperación futura.
La encuesta dirigida a altos ejecutivos de cadenas de suministro minoristas en Europa, Asia y América, dio como resultado 105 respuestas recibidas con una distribución relativamente parecida en todas las regiones.
Sus respuestas revelan que han experimentado una combinación de demanda sin precedentes para algunos productos en particular, mientras que -en contraste-, no hay demanda para otros. Además, muchas tiendas se han visto obligadas a cerrar o adaptar sus operaciones para acomodar el distanciamiento social; y el fuerte aumento de compras en línea presenta sus particulares dificultades y desafíos operativos.
Hallazgos clave del estudio
Intervención manual. Según el estudio de la Universidad de Warwick y Blue Yonder, la mayoría (61%) de los minoristas utilizaron el inventario para amortiguar la interrupción de COVID-19. Los procesos y sistemas de la cadena de suministro fueron efectivos, pero más de la mitad (58%) de los minoristas dijeron que se requería un alto grado de intervención manual para responder a la fluctuación de la demanda y la oferta.
En contraste, solo un poco más de una cuarta parte (29%) de los minoristas dependía de proveedores con redes de fabricación y distribución más ágiles, lo que es una respuesta potencialmente más eficiente y con mayor capacidad de recuperación de recursos.
Las fluctuación o vaivenes de la demanda afectaron a alrededor del 75% al 80% de los productos, y los minoristas -señalan- respondieron ligeramente mejor a las disminuciones que a los aumentos de la demanda.
Problemas con la fuerza laboral. Un problema dominante para los minoristas, principalmente operadores de almacenes, se centró en los problemas con la fuerza laboral (59%); en efecto, el 48% de los establecimientos operativos se vieron afectados por cuarentena o enfermedad. Esto a menudo resultó en el cierre de las operaciones en línea y la necesidad de contratar personal temporal.
Pagos a proveedores. Frente a todo lo sucedido, la cadena de pago también se ha visto alterada para los minoristas: el pago a proveedores ha tenido un 37% de retraso, aunque por contraste existe un 30% en pagos anticipados.