Las empresas se cambian de bodega por numerosas razones: de crecimiento, están ampliando su negocio y requieren mayor espacio de almacenamiento; de dirección, deben mudarse a otro sector de la ciudad, porque por ejemplo su contrato de arriendo terminó; económicas, cuando su operación decreció y el espacio que ocupaban excede sus necesidades; y de seguridad, si el entorno en el que se desarrollaba su operación fue amenazado.
Sea cual sea el motivo, cuando las compañías deciden cambiarse a una nueva bodega o centro de distribución enfrentan el complejo desafío de la mudanza logística, que implica un gran reto en términos operativos, logísticos, de tiempo y recursos humanos y económicos.
El cambio requiere una preparación exhaustiva y en la mayoría de los casos necesita de la asesoría especializada de una empresa con experiencia en el mercado del almacenaje industrial. Debe desarrollarse una coordinación fina con el gerente de logística, para definir plazos, tiempo y forma del proceso de cambio.
Un centro de distribución que muda su operación debe ser capaz de mantenerse ciento por ciento operativo durante la mudanza, porque las empresas no pueden detener su negocio. Para eso lo primero es planificar un cambio fase a fase, definiendo horarios para desmontar las estanterías y racks de productos menos críticos, hasta llegar a las áreas clave de la operación, que generalmente se abordan en horario inhábil.
Un punto relevante es considerar el costo operacional que tiene dejar de vender si la mudanza tiene demoras, y hay que sumarlo a costo del servicio de cambio; un ítem que no existe cuando se cuenta con un proveedor integral, capaz de garantizar la continuidad de la operación durante el traslado de la bodega.
Tanto el proceso de desarme, como de embalaje y rearmado, requieren seguir una metodología rigurosa, que garantice que la estructura del rack se mantenga inalterable y asegure las mismas condiciones de resistencia y seguridad que tenía originalmente. Llevar adelante este proceso sin duda requiere de la asesoría de empresas especialistas en almacenaje industrial. Demanda conocimiento y un alto grado de compromiso con el cliente, y sobre todo un área de servicio que permita asegurar un proceso de cambio exitoso, capaz de cumplir con plazos, calidad y seguridad.
Asimismo, es aconsejable avisar a los clientes del cambio. Es una señal de comunicación muy positiva, con un mensaje clave que lleva implícito profesionalismo y planificación. Asimismo, ante cualquier contingencia los clientes entenderán que un posible retraso estará relacionado con la mudanza, y serán empáticos porque fueron previamente avisados; o mejor aún, de no haber ningún problema en la operación, será un motivo de halago. Dirán: “Esta empresa hace tan bien las cosas, que cambiaron su centro de distribución de un lugar a otro, sin impactar el servicio”.
Más allá de la tecnología, la fabricación y el precio de sistemas de racks y estanterías, en un proceso de mudanza logística se requiere de proveedores especialistas en soluciones y servicio, que garanticen un resultado ciento por ciento satisfactorio. Definitivamente, aquí cobra relevancia el dicho: lo barato puede resultar caro.
Por Bruno Remedi, Gerente de Ventas de Remedi Sttamer.