Casi todo cambió a un año de la pandemia en Latinoamérica, entre otros, la percepción que tenemos de la Inteligencia de Mercado (IM). Una IM que se ha tornado más robusta, con una data nueva incorporada a la Inteligencia Artificial (IA) y Machine Learning (ML) que entre sus algoritmos incorpora la variable “Covid-19” en sus ecuaciones.
Esta nueva IA ha permitido predecir demandas en épocas especiales, tal como lo es ahora durante el “Back to School” de millones de estudiantes latinoamericanos que ya entraron a clases y combinan lo presencia con lo virtual, dependiendo de la localidad, ciudad y país en el que se encuentren.
En su modo 100% presencial o en el probablemente mixto, ya se está obligando a proveedores y cadenas de retail a pensar en el abastecimiento de una serie de productos que tuvieron poca demanda en 2020: artículos de papelería, categorías de ropa (uniformes y zapatos), mochilas, loncheras, así como alimentos tipo snacks y bebidas individuales.
Por el contrario, para la venta de computadoras, tablets y celulares no se estima un crecimiento, debido al aprovisionamiento inicial de equipos electrónicos realizado en primer cuarto del 2020, cuando se comenzó con la modalidad educativa online.
Estas son algunas de las variables relacionadas con la IM a considerar por los especialistas en Reabastecimiento, y que deben conjugarse con los algoritmos de estimación de la demanda para la correcta definición de estrategias de reaprovisionamiento ante el escenario presupuestado. Lo anterior, sin descartar que todo cambie en pocos días, dado un recrudecimiento de la pandemia o una nueva ola de contagios, lo que tenderá a ser menos probable a medida que avancen los procesos de vacunación en los distintos países de la región.
La pandemia fue y sigue siendo una época de aprendizaje, de reinventar nuestros usos, costumbres y procesos. Aquí algunas lecciones para la industria en lo que respecta a la Inteligencia de Mercado:
• La pandemia como un nuevo punto de partida: Nos vino a enseñar a la mala como hacer las cosas de un modo diferente en una “Nueva Normalidad”.
• Aplicar lo aprendido: Con la IM ya tenemos múltiples lecciones aprendidas de la primera etapa de la pandemia, ahora hay que saberlas reutilizar.
• No colocar todos los huevos en una misma canasta: Durante la pandemia se apostó por un cierto grupo de productos y se descuidó otra gran cantidad de categorías. Dicho grupo de productos apostados presentaban falta de planeación y situaciones de desabasto, por lo que ni estas categorías focales, ni las restantes, que se encontraban desatendidas, tuvieron los niveles de servicio deseados.
• Carguemos nuestras propias responsabilidades: Los proveedores, manufactureros y distribuidores poco a poco han regresado a una cierta normalidad en sus actividades, por lo que es necesario que asumamos nuestras responsabilidades, la falta de producto en sucursales, ya no es consecuencia de una falta de producción, es culpa de una falta de planeación.
• Conozcamos el otro lado de la moneda: Existen negocios que se jactan de presumir los “Altos” índices de ventas en ciertos productos durante la pandemia, pero no se han cuestionado cuánto perdieron debido a una mala o nula interpretación de las señales que el mercado emitía, por lo que necesitamos menos soberbia y más pensamiento crítico.
• Aprendamos en conjunto: Los proveedores, manufactureros y distribuidores debieron aprender, a la par de nosotros, las lecciones de la pandemia con fines establecer planes de producción y acciones remediales ante futuras situaciones atípicas de demanda o posibles rebrotes.
• Un sólo destino, un sólo camino: Los proveedores deben estar alineados y sincronizados a esta nueva forma de Planeación basada en la IM y la Comunicación, es decir, saber en tiempo y forma que deben producir tomando en cuenta lo que nosotros estimamos que vamos a vender, y así generar un círculo virtuoso de la Planeación y Reabastecimiento, con el único fin de contar con el producto en la cantidad correcta, en lugar correcto y momento apropiado.
Por Jorge Enrique Portela, Solution Architect de Blue Yonder, 18 años de experiencia en Planeación de la Demanda y Reabastecimiento Estratégico.