Pensar a futuro en ciudades inteligentes y sostenibles que logren mejorar la calidad de vida de todo el entorno, ha cautivado a muchas entidades por sus beneficios sociales y económicos.
A nivel mundial es esencial que los gobiernos cubran las necesidades de sus residentes, pero esta no es una tarea sencilla. En la actualidad, el uso de tecnologías y de analítica ha permitido beneficiar a las sociedades a lo largo y ancho del mundo, ayudando incluso a mejorar las vidas de los ciudadanos de sus localidades. Y si bien durante el último tiempo no todo ha sido fácil, el uso de datos inteligentes ha colaborado enormemente a mejorarlo.
No cabe duda de que la tecnología pasó a ser algo fundamental para el funcionamiento de las sociedades que cada día están más involucradas en la tecnología y atreviéndose a tomar nuevos retos en esta área. Lo verdaderamente revolucionario es cómo las Smart Cities o Ciudades Inteligentes han logrado increíbles resultados para los ciudadanos y también para los gobiernos que han visto una reducción de costos gracias a la tecnología.
Competitividad, colaboración, creatividad y sostenibilidad, son los principales retos que las ciudades inteligentes tienen para ofrecer a su población. Esta ciudad debe ser capaz de utilizar la tecnología con el principal objetivo de darle un entorno con altos estándares de vida a sus residentes.
Durante estos últimos años la pandemia azotó duramente al sector económico en todo el mundo. Esto provocó que muchos gobiernos no supieran cómo reaccionar y salir adelante rápidamente de este problema. La incertidumbre fue clave para dar pie al uso de tecnologías altamente eficientes y construir ciudades con un valor añadido.
“Lo que se propone a través de la tecnología no es solo usar los datos para informar sobre lo que ha sucedido, sino usar todos los datos disponibles para predecir y pronosticar lo que sucederá, esto ayudará a tomar mejores decisiones y desarrollar estrategias más inteligentes que mejoren la prestación de servicios a los ciudadanos. Aplicar la analítica trae beneficios enormes”, declara Marcelo Sukni, gerente general de SAS Chile.
Factor clave: entregar mayor valor a la ciudad
Hacer más sostenible y eficiente a cualquier ciudad del mundo es primordial para las ciudades inteligentes. Ya sea transporte público, infraestructura o conectividad, todos estos factores ayudan a la ciudadanía con herramientas que aportan a este tipo de tecnología que se mezcla con la analítica para entregar los mejores resultados.
Las smart cities están constantemente entregando soluciones innovadoras y que se puedan adaptar a la normalidad para mantener la calidad de vida y resolver problemáticas que aquejan o no a los ciudadanos. No cabe duda que los residentes tienen que poner de su parte para cumplir con los estándares. Al fin y al cabo es un trabajo constante entre gobiernos, especialistas y la ciudadanía.
Garantizar la movilidad con un sistema de transporte eficiente, mejorar la calidad de vida para contener la propagación de enfermedades, y ayudar a las personas a reponerse de situaciones traumáticas a través de la resiliencia, es la misión tras la implementación de una ciudad inteligente. Los beneficios son alentadores, por ende es importante saber aplicar la tecnología y poner en práctica un nuevo estilo de vida.
Reducción de costos
Además de los grandes beneficios sociales, las ciudades inteligentes ayudan a reducir costos. La economía circular es el objetivo principal de esta modalidad, aquí se busca aprovechar al máximo los recursos para evitar la producción innecesaria, de esta forma se prioriza la reutilización y se abaratan costos.
Pero sin el apoyo necesario esto no perduraría en el tiempo, las ciudades inteligentes buscan hacer más asequible la tecnología para que todos puedan gozar de estos beneficios. Al tener un mayor alcance, se puede hacer un mejor análisis y a bajo costo de las necesidades y principales preocupaciones de los residentes. En esta obtención de datos, el internet de las cosas (IoT), toma un papel importante al lograr recolectar los datos que permitan crear nuevos planes de acción hacia el futuro.
“Una vez que las autoridades comprenden las necesidades actuales, pueden centrar su atención en la planificación de las mismas a largo plazo. A modo de ejemplo, si se prevé un aumento de familias jóvenes que llegan a vivir a un sector, se necesitarán más viviendas e interconectividad en el sector, ya sea a través de nuevos colegios o centros de salud. El aprendizaje automático nos brinda estas herramientas”, asegura Sukni.
Proyecciones esperanzadoras
Mejorar la calidad del aire, recolección y gestión de desechos salubremente, sistemas inteligentes de monitoreo y medición del tráfico y una prestación de servicios más eficiente. Todo esto contribuirá a crear ciudades equitativas y preparadas para los próximos desafíos que vendrán. El reto más grande es tener una vida urbana de calidad y sostenible, pero solo será posible a través de la colaboración de todos los sectores.
Se espera que para el 2025, la inversión en tecnologías de smart cities, crezca en un 22,5%. Cifra que resulta alentadora de cara a la necesidad de mejorar los servicios para los residentes y aumentar la integración de la comunidad. Gracias a su alto nivel de tecnología, se proyecta que predomine a nivel mundial su implementación con el único objetivo de crear un entorno más amistoso para todos quienes lo rodean.
Acerca de SAS
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