En un conversatorio, realizado en la Universidad Adolfo Ibáñez, la directora del Directorio del Transporte Público Metropolitano (DTPM), Paola Tapia, afirmó que, en 2023, Chile contará con alrededor de 1.900 buses eléctricos.
“La pandemia cambió radicalmente la forma en que las personas se movilizan. Hay una nueva caída en el uso del transporte público y da la impresión de que las personas están usando cada vez más el transporte privado. Como universidad queremos trabajar colaborativamente para tocar algunos de estos temas a través de la investigación. Creemos que Chile y el país lo necesitan”, dijo el rector de la Universidad Adolfo Ibáñez, Harald Beyer, en sus palabras de bienvenida en el conversatorio Transporte Público 2035: Un camino sostenible, realizado en conjunto entre la Facultad de Ingeniería y Ciencias UAI (FIC) y el del Directorio del Transporte Público Metropolitano (DTPM).
En la instancia, Paola Tapia, directora del DTPM, agradeció el compromiso por parte de la universidad y reiteró la importancia de generar investigaciones en relación con la sostenibilidad del transporte público.
En este sentido, también agregó que se ha hecho un esfuerzo por mejorar la experiencia de los usuarios en el transporte, y que para el próximo año “tendremos 1.900 buses eléctricos circulando, versus los 800 que actualmente hay” y que es parte del plan para generar un transporte sostenible.
Tras la exposición de la directora de DTPM, se realizó un panel de discusión que contó con la participación de Diego Silva, gerente de estrategia y gestión contractual DTPM; Camila Balbontin, doctora en transporte y economía y profesora de la FIC, y Eduardo Bitran, director de Innovación de Ingeniería UAI.
Un camino sostenible para el transporte público
En la mesa de discusión se presentaron distintos temas que serían importantes al momento de plantear un transporte público sostenible, según los expositores.
Camila Balbontin mencionó que uno de estos aspectos es “hacer que las personas, y nosotros mismos, usemos modos de transporte más sustentables. Tratar de incentivar el uso de la bicicleta o la caminata, lo que no solo contribuye a la sociedad, sino a la salud de las personas y a la movilidad de los países”.
Por otra parte, Eduardo Bitran destacó las bondades del nuevo modelo de regulación del transporte público de Santiago “la separación de la propiedad de la flota de buses, de la operación de estos, permite regular mejor la calidad de servicio que entregan los operadores, facilitar el reemplazo de aquellos que no cumplen con los estándares mínimos y al mismo tiempo renovar con mayor facilidad los buses incorporando objetivos de sustentabilidad”
Desde una perspectiva gubernamental, Diego Silva dijo que es importante aumentar la flota de buses eléctricos, ya que “más allá de la experiencia de los usuarios en estos buses, disminuyen la contaminación, el ruido, y también el trabajo de los chóferes se va dignificando, como por ejemplo, las mejores condiciones que tienen para trabajar o para manejar mejor los puntos ciegos’ de las micros”.