Chile posee grandes ventajas competitivas para generar estos minerales con altos estándares medioambientales. El proyecto para producir tierras raras de la empresa Aclara busca desarrollarse en Penco, Biobío, y trabaja para ser una fuente limpia de estos recursos cruciales para la electromovilidad y la transición energética.
Un innovador proyecto de extracción sustentable de tierras raras presentó la empresa Aclara durante Experiencia E, exhibición internacional de electromovilidad, recursos renovables y sostenibilidad creada por el expiloto de Fórmula 1 Eliseo Salazar y que se desarrolló entre el 20 y 23 de octubre en Espacio Riesco, Santiago. La iniciativa trabaja en producir estos minerales cruciales para el desarrollo de la electromovilidad de manera limpia en la región del Biobío.
El proyecto fue presentado por Rodrigo Ceballos, gerente general de Aclara, en el foro “Cómo Chile avanza en el proceso de acelerar la descarbonización de su matriz energética”, que contó con la participación de Marcelo Fernández, exsubsecretario de Medio Ambiente; Mauricio Osses, investigador y académico de la Universidad Técnica Federico Santa María; y Darío Morales, Director de Estudios de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (Acera).
En el espacio, los expertos destacaron los avances en la descarbonización en el país a raíz de la Ley de Marco Climático. Sin embargo, argumentaron que la transición de la matriz energética no es suficiente y que se debe avanzar también en otros ámbitos.
Al respecto, Darío Morales explicó que “La electricidad representa sólo un 22% de nuestro consumo energético. El 78% de todo lo que hacemos los chilenos lo hacemos quemando algo. Entonces, avanzar en una matriz eléctrica 100% renovable va a impactar sólo en ese 22%, es un paso necesario pero no suficiente. Tenemos que avanzar en movilidad eléctrica, por ejemplo”.
En esa línea, los presentes apuntaron a la importancia de potenciar la electromovilidad, especialmente en el transporte público, y hacerla accesible a más personas. Rodrigo Ceballos, gerente general de Aclara, argumentó que el desarrollo de la electromovilidad será imposible en Chile sin las tierras raras.
Aclara es una empresa de tecnología, innovación y producción de tierras raras que busca implementar en la región del Biobío un proyecto para rescatar estos minerales de manera limpia. Uno de sus principales inversionistas es el Grupo Hochschild, con trayectoria en la industria, que durante los últimos años se ha enfocado en buscar los minerales del futuro.
Las tierras raras están compuestas por 17 elementos que se utilizan para la producción de tecnologías de uso diario como los smartphones, la fabricación de turbinas eólicas y autos eléctricos. “Hay cuatro elementos de estas tierras raras que tienen propiedades magnéticas y son una especie de vitaminas para la aleación mecánica, que permiten que ese motor eléctrico opere en temperaturas más altas”, explicó Ceballos en su intervención.
La incorporación de tierras raras en imanes con los que se fabrican los motores eléctricos ofrece un mayor rendimiento para funcionar a temperaturas elevadas (hasta 240°C, frente a los 60°C de los imanes tradicionales sin tierras raras), sin perder sus propiedades magnéticas. “El mundo se enfrentó a la coyuntura de cómo promover la electromovilidad y que haya imanes que permitan transformar la energía de la batería en movimiento, y la solución que apareció fue agregarle tierras raras”, explicó.
El problema, como comentó Ceballos en el foro, es que China concentra el 80% de su producción y que los procesos ligados a la industria son contaminantes. Sin embargo, en la Región del Biobío descubrieron estos elementos en depósitos de arcillas iónicas, lo que permitió que Aclara, en un trabajo de investigación conjunto con la Universidad de Concepción y la Universidad de Toronto de Canadá, desarrollara un proceso innovador y único en el mundo de extracción sustentable de tierras raras.
El método creado por Aclara no requiere del uso de explosivos, molienda ni chancado y no genera riles ni relaves. Además, recircula el 95% del agua de proceso. El proyecto busca desarrollarse en la comuna de Penco, Biobío, y ser una fuente limpia de estos recursos cruciales para la electromovilidad y la transición energética. “Es una posibilidad para Chile de generar una nueva industria”, finalizó Ceballos.