Si durante la semana la preocupación de Giancarlo Rotta, líder de Innovación Tranciti, Startup Logtech chilena y pionera en América Latina en entregar una solución desde la primera hasta última milla, es trabajar con algoritmos y desarrollar herramientas para optimizar el transporte logístico, en sus tiempos libre hace justamente lo contrario y solo busca el camino más difícil y desafiante.
“Creador, innovador y pragmático” son tres características que definen a Giancarlo Rotta, actual Líder de Innovación Tranciti, Startup Logtech chilena y pionera en América Latina en entregar una solución desde la primera hasta última milla.
Este ingeniero civil electrónico y desarrollador senior trabaja hace 3 años en Tranciti y según sus mismas palabras su trabajo consiste en la definición funcional y de arquitectura del producto, control de calidad y optimización de los resultados del producto. Arquitecto y Scrum Master del equipo de desarrollo y líder técnico”. Giancarlo ha estado detrás de proyectos esenciales para Tranciti, tales como Route Planner y Last Mile, que la han convertido en una empresa pionera en el rubro de la logística a nivel LATAM.
Dicho de otro modo, el trabajo de Giancarlo junto al equipo Tranciti ha permitido crear un hit para aquellos clientes que buscan en un solo ecosistema una solución tecnológica SaaS, desde la primera hasta la última milla, generando ahorros importantes en tiempo y costos a quienes adquieren sus servicios, de al menos un 25%. Respecto a los principales desafíos de su labor, el ingeniero senior indica “tratar de que el producto pueda ser creado de forma rápida, pero pensando en alta demanda. estandarizando el desarrollo de los componentes y usando nuevas herramientas”.
Además de su trabajo en Tranciti, el Líder de Innovación tiene un lado B que, por diferente que parezca de su labor en la Logtech, al final del día termina siendo el complemento perfecto. Giancarlo tiene como pasatiempo el comprar vehículos usados, para desarmarlos y arreglarlos. “Cuando trabajo en un auto es un tiempo de meditación activo, soy yo tratando de entender la máquina, tengo que comprender cómo funciona y qué es lo que puede estar fallando, es entender síntomas, analizar cómo funciona un componente y cómo impacta en un todo. Hago un desarme mental de las piezas, me pongo metas de tiempo y esfuerzo. En general es muy parecido al desarrollo de software, pero con algo real. Solo, a mi ritmo, tranquilo”, cuenta.
De hecho, según confiesa, ya tiene 10 autos que han pasado por su mano. “Inicialmente me gustaba mucho el offroad, jeepeo como se le conoce, y como tenía que ir modificando el vehículo fui aprendiendo, qué cosas sirven y qué cosas no. Una cosa llevó a la otra y ahora me entretengo reparándolos, pero sin duda la parte que más me gusta es justamente probar esos vehículos en las condiciones más extremas y por los caminos más irracionales que pueda encontrar, volver sin que esté cubierto de barro es un día perdido”, cuenta riendo.
Respecto a la analogía de lo que hace con los autos y su trabajo en Tranciti, Giancarlo asegura que “reparar autos y desarrollar software no son cosas tan distintas en el fondo, ya que ambas acciones involucran investigar un problema, tratar de que las cosas queden mejor que antes o cumplan un objetivo particular. Y, cuando hago una modificación puedo salir a terreno ver si funciona mejor, similar a ver cómo los usuarios terminan usando el software, que cosas vemos que hacen fácil y que cosas se les complica o también cómo optimizar un proceso para que responda más rápido”.
Giancarlo Rotta