Según el estudio “La Sostenibilidad en la Agenda de Liderazgo Empresarial en Latinoamérica”, realizado por la compañía tecnológica SAP, el 67% de las empresas chilenas tiene una estrategia definida con respecto a la sostenibilidad, cifra que supera el promedio regional. A la vez, el 53% de las compañías nacionales encuestadas considera que la sostenibilidad es parte fundamental de su propósito empresarial.
Cuando se analiza la sostenibilidad dentro de la industria de la logística, se refleja un cambio sustancial impulsado por los clientes que exigen iniciativas con criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) más ambiciosas por parte de las empresas. Esto ha llevado a un cambio importante dentro de la industria.
Para el integrador logístico, Maersk, la sostenibilidad es un pilar esencial, ya que tiene como objetivo alcanzar cero emisiones netas para 2040, esto exige que la compañía acelere la transición para descarbonizar la cadena de suministro y permitir el comercio sostenible.
Nuevos buques, vehículos eléctricos, almacenes más eficientes y electrificados, y combustibles ecológicos, son las principales innovaciones y desarrollos en transporte y logística que pueden ayudar a cumplir esta meta.
OPCIONES DE ALMACENAMIENTO MÁS SOSTENIBLES
Cuando se trata de hacer más ecológica la cadena de suministro, el Informe de sostenibilidad de la cadena de suministro logística europea colocó al almacenamiento en un lugar destacado de la lista de áreas donde se podría lograr el mayor impacto.
Un almacén más verde es aquel que considera el impacto social y ambiental de sus prácticas. Como punto de partida importante, la energía renovable tiene el potencial de reducir drásticamente las emisiones de GEI de cualquier almacén. Esto se puede obtener a través de instalaciones de energía renovable, o mediante el 'autoabastecimiento' con producción in situ de energía renovable.
Maersk, anunció que todas sus instalaciones, nuevas y existentes, estudiarán la implementación de tecnologías energéticamente eficientes y conseguirán la certificación de terceros LEED Gold o BREEAM Excellent.
También existe el compromiso con la transición de los equipos de los almacenes a la energía eléctrica y el uso de fuentes de energía renovables. Por ejemplo, en Chile, las instalaciones de La Vara (10.500 m2) y San Ignacio (6.520 m2), situadas en San Bernardo, están equipadas con carretillas elevadoras totalmente electrificadas con baterías de litio e iluminación LED. A la vez, en La Vara, se implementó una nueva planta de energía limpia, la cual incorpora 647 paneles solares distribuidos en una superficie total de 2,500 m2.
Asimismo, el centro de cumplimiento de Cajamar, en Brasil, cuenta con la certificación LEED Platinum, que incluye paneles solares, recuperación de aguas pluviales y sistema de gestión de residuos, aislamiento térmico de fieltro y equipos de manipulación de materiales con baterías de litio.
Además, los de Perú, Colombia y Panamá, también están equipados con carretillas elevadoras electrificadas con baterías de litio e iluminación LED.
La tecnología y la automatización en el almacenamiento también están ayudando a reducir los residuos y mejorar la sostenibilidad de las operaciones del almacén. Tener un sistema de almacenamiento y recuperación automatizado, por ejemplo, significa que los productos se pueden almacenar a mayor altura, lo que permite una mayor capacidad con el mismo o menor espacio. Este sistema puede funcionar en la oscuridad, por lo que no es necesaria una iluminación brillante. Además, la automatización conduce a una mayor precisión en la selección, minimizando el transporte y el uso de energía.
Si bien el camino hacia la sostenibilidad está en marcha, se necesita apoyo regulatorio a nivel industrial y gubernamental, inversión y avances tecnológicos para alcanzar el máximo potencial hacia cadenas de suministro cero netas.