En la clásica película navideña de 1996, El regalo prometido, Arnold Schwarzenegger interpreta a Howard Langston, un vendedor de colchones que compite desesperadamente con otro padre para encontrar un juguete Turbo-Man que está prácticamente agotado en la víspera de Navidad. Muchos de nosotros podemos identificarnos con el arrepentimiento de dejar nuestras compras navideñas para el último minuto y el pánico de intentar asegurar algo apropiado para nuestros seres queridos, pero es muy poco probable que alguien que trabaje en cadenas de suministro minoristas pueda relacionarse con este escenario en su vida profesional.
La temporada alta de compras, o Peak Season, que para la mayoría de los mercados tiene lugar en los últimos 3-4 meses del año, suele ser un período decisivo para los minoristas. Tener el inventario adecuado en el momento y en las cantidades correctas se ha convertido en un meticuloso ejercicio de planificación que comienza meses, incluso un año, antes. Y aunque las temporadas altas de los últimos años han variado en duración y escala, los minoristas han hecho generalmente un buen trabajo para asegurarse de que sus propios "Turbo-Man" estén listos y disponibles para satisfacer la demanda de los clientes.
Este año podría ser la excepción.
Es importante tener en cuenta que la temporada alta de compras siempre, lógicamente, está precedida por una temporada alta de envíos y embarques. O en la mayoría de los casos, dos: la mayor parte del inventario se envía por vía marítima entre agosto y octubre, y los artículos de mayor valor y más urgentes (o sorpresivamente populares) se envían por vía aérea desde mediados de septiembre en adelante. Este año, con los minoristas en EE.UU. reduciendo sus niveles de inventario y aprovechando la capacidad de almacenamiento disponible, buscando capitalizar una caída (de corta duración) en las tarifas de flete, y adelantando sus pedidos para evitar posibles interrupciones por las negociaciones laborales en los puertos de la Costa Este de EE.UU. y el riesgo de un aumento de aranceles chinos después de las elecciones de noviembre, hemos visto un aumento en los volúmenes de flete marítimo. Todo indica que la temporada alta de flete marítimo llegó dos meses antes de lo habitual en 2024.
Con las tarifas marítimas aumentando debido a la mayor demanda y los problemas de capacidad en curso, causados por las continuas amenazas a los barcos que transitan por el Mar Rojo y la congestión portuaria en Asia, las perspectivas para aquellos que aún no han traído sus productos para esta temporada navideña son desafiantes. El mercado de carga aérea, ya sobrecargado con volúmenes de comercio electrónico provenientes de Asia-Pacífico, es poco probable que ofrezca mucho alivio.
Entonces, para cualquier minorista que no pudo anticiparse al envío temprano de sus productos, ¿cuáles son las opciones?
Hay algunas buenas noticias: Desde la pandemia, la industria logística se ha vuelto experta en navegar por cambios inesperados e interrupciones en los flujos comerciales. Si puedes enviar hoy, es probable que algunos de los peores escenarios de interrupción no se materialicen. O, al menos, que tus proveedores logísticos estén implementando contingencias y soluciones creativas para sortearlos. Ejemplos de esto incluyen redirigir la carga a través de puertos que podrían no verse afectados y combinar modos de transportes, como marítimo y aéreo, para evitar riesgos o cuellos de botella.
Otro aspecto positivo es que la tecnología ha avanzado significativamente, y cada vez más proveedores de logística pueden dar visibilidad sobre el status de las cargas, permitiendo reaccionar de manera más rápida y en tiempo real. Los avances en Inteligencia Artificial (IA) y análisis de datos en tiempo real están revolucionando cómo se calcula el tiempo estimado de llegada, considerando una gama más amplia de variables, desde condiciones meteorológicas hasta el rendimiento del medio de transporte, para ofrecer predicciones más precisas que apoyan la planificación del negocio.
Esto favorece particularmente a aquellos minoristas que ponen a disposición data, incluyendo los tiempos de entrega y pronósticos para sus proveedores y socios estratégicos. Trabajar con un partner logístico que ofrezca una solución logística de extremo a extremo, idealmente en múltiples regiones geográficas, y que tenga tecnología avanzada, puede permitirte cambiar, adaptarse y recalibrar los flujos de inventario más fácilmente que intentar unir todas las partes por separado.
Junto con las buenas noticias, también es necesario ser pragmático: Es posible que se tenga que priorizar inventario y disponer de un presupuesto para fletes urgentes cuando sea necesario. Para la carga más importante, los productos más demandados y los bienes de alto valor, sería importante considerar minimizar el riesgo de desabastecimiento utilizando opciones de transporte que ofrezcan mejor acceso a espacios disponibles o tiempos de tránsito más cortos. Los servicios intermodales, por ejemplo, pueden ofrecer reducciones significativas en los tiempo de tránsito y, en algunos casos, pueden ofrecer espacios garantizados y reservados con transportistas tanto aéreos como marítimos. El LCL (envío de carga consolidada), aunque más caro que los contenedores completos, a menudo tiene prioridad con los transportistas marítimos.
Hay otras variables, como precios, promociones e incluso el abastecimiento desde ubicaciones de fabricación alternativas, que los minoristas pueden controlar y que pueden permitirles gestionar el movimiento de inventario hacia y desde el punto de venta y así maximizar las ganancias de la temporada navideña.
Quizás la noticia más tranquilizadora de todas sea que, aunque la temporada alta haya llegado temprano en 2024, la cadena de suministro está mejor posicionada que nunca para manejar lo inesperado. Aún hay oportunidad para actuar ahora y asegurar que tus productos estén disponibles para tus clientes, ya sea que ellos mismos estén adelantando sus compras navideñas o corriendo para encontrar los productos a último minuto.
Por Robert Reiter, CEO, DHL Global Forwarding USA