La compañía incursiona en este segmento de mercado con una propuesta robusta y especializada que garantiza un servicio de altísima calidad. La red de Transporte Terrestre Internacional (IRF, por sus siglas en inglés) conecta diez países en la región, ofreciendo eficiencia, seguridad y adaptabilidad a industrias clave como la automotriz, farmacéutica y retail. El crecimiento del e-commerce en Sudamérica, con una proyección de aumento del 35% anual hasta 2025, está acelerando la demanda de soluciones terrestres para optimizar la entrega de productos.
DHL Global Forwarding, el líder mundial en servicios de transporte y logística del Grupo DHL, ha lanzado una robusta estrategia para el sector de Transporte Terrestre Internacional (IRF) en Sudamérica, que abarca una red de rutas clave entre las economías más grandes de la región como son Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú. Esta estrategia tiene como objetivo no solo mejorar la eficiencia logística en la región, sino también brindar a los clientes una alternativa competitiva y más sostenible ante los desafíos en otras modalidades de transporte, como el marítimo.
Alberto Oltra, CEO de DHL Global Forwarding para los países de Sudamérica habla-hispana, señala que "Sudamérica es una región llena de oportunidades para el transporte terrestre, y nuestra red de Transporte Terrestre Internacional ofrece a las empresas una solución confiable y segura para mover su mercancía con eficiencia. Con una estructura regional, garantizamos un servicio estandarizado para industrias clave como la automotriz, farmacéutica y de bienes de consumo, que requieren rapidez y precisión. Además, nuestra tecnología aporta seguridad, flexibilidad y visibilidad, lo que hace de esta oferta algo único en la región.”
Oportunidades en tiempos de disrupción
Javier Tavella, Head de Transporte Terrestre Internacional para DHL Global Forwarding en Sudamérica, comentó: "La flexibilidad que ofrece el transporte terrestre es clave en la región. Con IRF, nuestros clientes pueden reaccionar rápidamente a las disrupciones globales, asegurando que sus productos lleguen a tiempo, sin depender exclusivamente de opciones más costosas o afectadas como el transporte marítimo o aéreo."
En este contexto, los clientes están aprovechando rutas tradicionales como Chile-Argentina y Ecuador-Perú. Sin embargo, se ha observado un aumento en la demanda de rutas menos comunes en la región, como Argentina-Perú y Brasil-Colombia, las cuales DHL puede gestionar gracias a la sólida red regional que ha desarrollado para este producto. Esta tendencia refleja cómo el transporte terrestre ha emergido como una solución efectiva frente a las disrupciones en los canales marítimos y aéreos, proporcionando mayor seguridad en los plazos de entrega para múltiples industrias.
Las proyecciones indican que el mercado de transporte terrestre en Sudamérica crecerá a una tasa compuesta anual del 4.2% entre 2023 y 2027. Este crecimiento estaría impulsado por la necesidad de una mayor conectividad interregional y la expansión de sectores industriales clave.
Los recientes problemas en las cadenas de suministro globales, exacerbados por la pandemia y las disrupciones geopolíticas, han afectado la disponibilidad y los tiempos de entrega de los envíos marítimos y aéreos. Como consecuencia, ha aumentado la demanda de soluciones de transporte terrestre, que ofrecen mayor fiabilidad y seguridad para garantizar la entrega de productos críticos, especialmente en sectores como el farmacéutico, automotriz y de alta tecnología. Entre 2023 y 2024, DHL Global Forwarding registró un crecimiento del 35% en los volúmenes de transporte terrestre en esta región.
Además, países como Brasil, Argentina y Chile han anunciado planes para mejorar y expandir sus redes de carreteras en los próximos cinco años. En Brasil, el gobierno planea invertir más de 20 mil millones de dólares (USD) en infraestructura vial, lo que facilitará una mayor integración entre sus mercados internos y los países vecinos. Estas inversiones ofrecen nuevas oportunidades para aprovechar la creciente conectividad en la región, destacando la importancia de diversificar los medios de transporte. Con la congestión en los puertos y el aumento de los costos del transporte marítimo, el 40% de las empresas en Sudamérica están explorando alternativas terrestres para reducir los tiempos de entrega y mejorar la eficiencia operativa.
Estructura dedicada y visibilidad
A través de su nuevo sistema de visibilidad Agheera, DHL Global Forwarding garantiza la trazabilidad completa de la cadena de suministro, brindando a los clientes la seguridad de trabajar con un proveedor que cumple con los más altos estándares internacionales. Este sistema proporciona visibilidad en tiempo real del estado de los envíos mediante geolocalización y seguimiento GPS. Al recopilar datos de diversas fuentes, como transportistas y proveedores logísticos, la plataforma Agheera transforma información bruta en conocimiento accionable. Abarca el seguimiento de activos y envíos en el transporte terrestre internacional, brindando visibilidad completa.
Un equipo dedicado y una estructura regional sólida, DHL Global Forwarding ofrece una cobertura homogénea en todos los países. Esta infraestructura permite que los clientes disfruten de un servicio alineado en procesos, sistemas y seguridad, independientemente del país desde el cual se realice el transporte. "Nuestro enfoque en ofrecer una red integrada y homogénea en todos los países de la región nos permite garantizar que las empresas puedan confiar en un solo operador para manejar sus envíos con los más altos estándares de calidad." añade Oltra.
Según un estudio de McKinsey, el 67% de las empresas en Sudamérica están priorizando la reducción de su huella de carbono. En este sentido, optar por el transporte terrestre en lugar del aéreo o marítimo para las conexiones intrarregionales es una forma rápida y eficiente de avanzar hacia sus metas de sostenibilidad. Hoy en día, el transporte terrestre se ha convertido en una opción esencial en Sudamérica, especialmente considerando las disrupciones en el transporte marítimo, la congestión en los puertos y el creciente costo de los fletes, que están afectando las cadenas de suministro.