En un entorno empresarial donde la continuidad operativa es fundamental, el mantenimiento preventivo se erige como una estrategia esencial para evitar fallas inesperadas y garantizar el funcionamiento ininterrumpido de las empresas. Este enfoque proactivo implica la revisión periódica y la optimización de sistemas eléctricos, de climatización y maquinaria, entre otros, asegurando así que las operaciones continúen sin interrupciones, incluso en épocas de alta demanda.
La relevancia del mantenimiento preventivo queda de manifiesto en sectores como la minería chilena, donde según el Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN), en su reporte al 31 de mayo de 2024 “Estadísticas de Accidentabilidad Industria Extractiva Minera año 2024”, informa que el 23% de las personas fallecidas en el período 2000-2024 están relacionados con fallas en la maquinaria o equipo rodante, muchas de ellas derivadas de deficiencias en el mantenimiento. Este dato subraya la urgencia de adoptar medidas preventivas más eficaces en todo tipo de industrias y así reducir estos riesgos dependiendo del uso y el entorno de los equipos.
Daniel Riveros, director nacional de Facility Services de Grupo EULEN Chile, destaca algunos consejos clave sobre la mantención preventiva: "un programa de mantenimiento preventivo debe enfocarse en la periodicidad de las revisiones, lo que permite detectar y resolver fallas antes de que se conviertan en problemas graves, generando beneficios tales como la reducción de costos a largo plazo al evitar reparaciones o reemplazos. Además, un buen mantenimiento mejora la seguridad operativa y garantiza el cumplimiento de normativas legales, especialmente en equipos que requieren certificaciones anuales. Todo esto no solo aumenta la vida útil y la confiabilidad de los equipos, sino que también incrementa la eficiencia operativa, asegurando un entorno de trabajo más seguro y productivo."
Periodicidad recomendada para el mantenimiento
La periodicidad del mantenimiento varía según el tipo de equipo, el entorno de operación y las recomendaciones del fabricante. Dependiendo de la criticidad del equipo, se recomienda:
• Mantenimiento diario: Para equipos críticos que operan continuamente, como sistemas HVAC ((Calefacción, Ventilación y Aire Acondicionado) y maquinaria en fábricas.
• Mantenimiento semanal o mensual: Para equipos menos críticos, con inspecciones visuales y ajustes menores.
• Mantenimiento trimestral o semestral: Para la revisión de equipos que requieren menos atención, como sistemas de iluminación o mobiliario.
• Mantenimiento anual: Para aquellos equipos que no se utilizan con tanta frecuencia, como ciertos sistemas de soporte o infraestructuras.
Ventajas del mantenimiento preventivo
• Reducción de fallos inesperados.
• Mayor vida útil de los equipos.
• Mejora de la seguridad.
• Optimización de costos operativos.
• Mayor eficiencia operativa.
• Planificación eficiente del tiempo de inactividad.
Con estos enfoques, las empresas pueden asegurar un alto nivel de operatividad, minimizando riesgos y costos asociados a fallas imprevistas y maximizando la eficiencia de sus operaciones.