El viaje del consumidor no termina cuando recibe el producto sino con la post venta, etapa que desafía a los operadores a gestionar adecuadamente las devoluciones. La meta es clara: conseguir que la experiencia durante el retorno de mercancías sea tan eficiente como el proceso de compra.
Llegar en tiempo y forma ha sido la gran premisa de la logística. Sin embargo, con el correr del tiempo, las nuevas tecnologías, los nuevos hábitos de compra y los requerimientos de los consumidores han surgido nuevos desafíos que se engloban en una “buena experiencia de compra”. La logística de reversa o devoluciones asoma como un pilar clave de esta nueva era operacional.