El Covid-19 ya ha cambiado el escenario mundial en diferentes aspectos y lo seguirá haciendo. Según reveló la Encuesta de Percepción de Negocios del Banco Central de Chile, un 76% de las empresas consultadas reconoció que prevé realizar despidos dentro de los próximos seis meses pues pronostican que sus negocios se complicarán aún más por lo menos hasta septiembre. Un panorama algo desalentador al que se suma el aumento paulatino y constante de un flagelo como la delincuencia en áreas nuevas y más complejas de contener.
Desde principios del siglo XIX que la sociología y economía han estudiado la relación que existe entre periodos de crisis, aumento del desempleo e incremento de la delincuencia, al disminuir las oportunidades de obtener ingresos legales y por ende, aumentar el beneficio frente al riesgo.
Si a eso sumamos el tremendo auge del comercio electrónico, que, según cifras de la Cámara de Comercio de Santiago, entre marzo y abril ha crecido un 214% en relación con el comercio en tiendas físicas, lo que también implica un aumento de la distribución de última milla y por ende de la cantidad de camiones circulando con mercadería por la ciudad.
Ante esta situación, camiones y ramplas repletas de productos valiosos como carnes, ropa de marca, electrodomésticos, computadores, perfumes y bienes de primera necesidad moviéndose por todo el país son un botín muy apetecido para todas las bandas delictuales que durante los próximos meses aumentarán en número.
Lamentablemente aún no hay un plazo claro de cuándo terminará esta pandemia, cuándo se abrirán las tiendas físicas y menos aún de cuándo y cómo volverá a reactivarse la economía y por ende a disminuir el desempleo, por lo que sólo nos queda prepararnos para un escenario que podría ser más complejo.
“Si vis pacem, para bellum” es una frase latina que aplica en estos casos: “Si quieres la paz, prepárate para la guerra”. Esto equivale al concepto de que la disuasión es un elemento poderoso para evitar que nos ataquen o asalten o, en caso de que lo hagan, las posibilidades de que vean frustrados estos planes aumenten, como ha sido el caso de varios intentos de robos recientes impedidos por la tecnología implementada en camiones.
Sistemas de chapas electrónicas randómicas con apertura y bloqueo remoto, rastreadores con configuración para detectar jamming, protocolos de subida y bajada del conductor y peonetas, sistemas electrónicos con bloqueo inteligente de 5ta rueda, cortes de combustible y aceleración, o sistemas de comunicación redundantes son algunas de las tecnologías disponibles en el mercado que se pueden implementar el los camiones para dificultar los delitos y en caso de que sucedan aumentar las posibilidades de recuperar el camión y la carga.
Pero como sucede con todas, ninguna tecnología es una varita mágica que todo lo soluciona con un simple movimiento: La clave más fuerte no sirve de nada si todos la conocen, el candado más resistente no sirve de nada si no lo utilizan, la reja más alta no sirve de nada si alguien dejó la puerta abierta y la alarma más moderna no sirve de nada si nadie sabe cómo configurarla.
La recomendación, entonces, no es sólo adquirir tecnología, sino solicitar ayuda a los proveedores tecnológicos, conversar de las alternativas según los tipos de camiones y carga y trabajar en conjunto con ellos para revisar sus protocolos, la capacitación de su personal, el compromiso con la seguridad que tienen sus conductores, entre otras cosas. Debemos verificar si las funciones y roles están claramente definidos en caso de asalto, comprobar los números de teléfono que se tienen asignados a emergencias, los tiempos de respuesta del monitoreo, los destinatarios de las alertas, cuántas de ellas se procesan y cuántas no, cuántas son falsas, entre algunas pruebas.
Por último, se deben confirmar los checklist de seguridad antes de que los camiones salgan: ¿Todos reportan? ¿Los sensores de puertas están funcionando correctamente? ¿El conductor fue capacitado? ¿Están definidas las geo-zonas de riesgo en su plataforma?
Por supuesto, estos no son los únicos protocolos, ni aquellas las únicas interrogantes que nos debemos hacer, pero al menos son las condiciones mínimas y primordiales para seguir si vis pacem.
Rodrigo Serrano, vicepresidente corporativo de Innovación y Desarrollo en Wisetrack Corp