Las disrupciones se han convertido en algo cotidiano en el mundo "pospandémico", con importantes consecuencias para las cadenas de suministro. De acuerdo con un estudio reciente de Accenture, 94% de las empresas más importantes del mundo sufrió alteraciones en las operaciones de sus cadenas de suministro, mientras que 55% tuvo que rebajar las perspectivas de crecimiento como consecuencia de ello.
Hay tres elementos clave que las empresas deben tomar en cuenta para impulsar la resiliencia de sus cadenas de suministro. En primer lugar, desarrollar la visibilidad de toda la cadena de suministro y del panorama de riesgos es esencial para evitar o reducir el impacto de potenciales disrupciones. Sin embargo, la mayoría de las organizaciones tiene una visibilidad limitada de lo que ocurre más allá de los límites de las relaciones directas que mantienen con los proveedores de primer nivel.
Aportar datos internos y externos de toda la cadena de valor, desde la materia prima o la fuente hasta el inventario actual, es el primer paso para percibir las grandes disrupciones que se avecinan.
En segundo lugar, se debe analizar y predecir el impacto de potenciales disrupciones. Por ejemplo, a través de una prueba de estrés de la cadena de suministro, se puede cuantificar y preparar a las operaciones de extremo a extremo para adaptarse y recuperarse de un evento disruptivo. Probar la cadena de suministro permite identificar posibles puntos de fallo, evaluar la eficacia de los planes de mitigación y valorar el impacto operativo y financiero de tales eventos.
Finalmente, la adopción de cloud es clave. La nube reúne diferentes funciones y a los socios del ecosistema, dándoles a todos ellos acceso a los datos y a la información necesaria para resolver problemas y coordinar las respuestas en tiempo real para hacer frente a una interrupción importante rápidamente. Con el tiempo, las mismas capacidades pueden evolucionar para crear un gemelo digital de la cadena de suministro, que puede utilizarse para simular cambios en las condiciones operativas y probar las respuestas.
Los últimos acontecimientos han puesto de manifiesto el devastador costo que supone el fallo de la cadena global, y es fundamental que las empresas minimicen y gestionen los riesgos. Las soluciones digitales pueden ayudar a supervisar factores importantes en tiempo real. Junto con un enfoque abierto y colaborativo para detectar y gestionar los riesgos, es posible no sólo navegar con éxito en el cambiante mercado que nos dejó la pandemia, sino que también aprovechar las nuevas oportunidades que permite una cadena de suministro más resiliente, ágil y eficaz.
Por Mauricio Blanco, Director Ejecutivo de Accenture Chile