Como todas las industrias y sectores en evolución, la logística vive nuevos retos y desafíos conforme se adapta el mundo a un nuevo escenario. Fuerzas de trabajo disminuidas, retención de talento, incertidumbre económica, tensión geopolítica, aumento de costos y demoras en los envíos son la dinámica de los últimos meses. Sin embargo, pese a las adversidades, hemos visto nuevas oportunidades.
Por años, la industria se caracterizó por una fuerza de trabajo masculina. Sin embargo, esto ha cambiado gradualmente. Según datos de Gartner, las mujeres representan el 39% de la fuerza laboral total de la cadena de suministro en 2022, sufriendo una ligera caída frente al 41% registrado en el año 2021. Es por ello que adaptarse a las tendencias y necesidades es clave para crear industrias resilientes e íntegras.
La equidad de género edifica la fuerza de las empresas modernas, competitivas e inclusivas. El rol femenino va más allá de un punto de vista diferente, se trata de un liderazgo con habilidades blandas y mejor capacidad para concretar objetivos, lo que se traduce en una mejora en la productividad colaborativa de las organizaciones, además de una mayor rentabilidad.
Las empresas logísticas sostienen el equilibrio de las cadenas de suministros, por ende, tienen el compromiso de mantener el valor de su oferta y responder a las exigencias de consumidores más empoderados y demandantes de experiencias phygitales. Pero no sólo eso, sino también reimaginar y administrar con un enfoque diferencial y flexible que asegure la continuidad de su negocio y procesos que nunca duermen.
La tecnología como factor predominante
Durante la última década, hemos sido testigos de cómo las cadenas de suministro han puesto el foco en el avance de tecnologías y automatización de sus procesos con el fin de hacerlos más ágiles y satisfactorios. Pero esta digitalización y evolución tecnológica trae consigo la importante tarea de desarrollar nuevas habilidades y conocimientos en los colaboradores y profesionales de la industria.
Hoy en día, las empresas están necesitando nuevas capacidades, mientras que la sociedad exige una mayor inclusión femenina que demuestre el potencial de nuestro género. Para ello, la única manera de impulsar esta participación es fortaleciendo nuestros conocimientos con habilidades y una visión de liderazgo.
Tener una participación activa en el mundo de la tecnología y la logística me ha permitido estar en constante aprendizaje e innovación. Ser apasionada por la labor que uno hace no tiene precio, las habilidades innatas de nuestro género pueden contribuir al cambio. Y en un rubro de misión crítica, el equipo humano debe estar por delante de cualquier otro aspecto.
Mujeres y liderazgo: una misión crítica
Si bien actualmente vemos escasa participación de las mujeres en la industria, debemos encaminarnos hacia horizontes más amplios, cerrar la brecha hoy es un tema de discusión prioritario. Las habilidades preceden al género, no se trata de fuerza física para mejorar, sino de tecnología, automatización y entendimiento.
Las empresas deben ser resilientes a las disrupciones de todo tipo, tanto internas como externas. Actualmente somos testigos de una escasez de mano de obra en el sector que exige retener y potenciar el talento para ampliar las oportunidades y superar gradualmente la actual crisis, evolucionando hacia nuevas formas, dejando atrás los viejos paradigmas.
La clave es avanzar, invertir en tecnologías que mejoren la productividad y agilicen todos los procesos de las cadenas de suministro, desde que el consumidor compra hasta la última milla, y también renovarse y abrir nuevas oportunidades.
Como sociedad e industria, tenemos el deber de creer en todas las capacidades por igual e impulsar iniciativas que sigan fortaleciendo la participación femenina para que sean parte de esta nueva revolución tecnológica que llegó para seguir creciendo.
Por Carolina Vásquez, Gerente General y cofundadora de STG.