Los líderes de las cadenas de suministro y logística han debido enfrentar múltiples desafíos este 2023, y el año que comienza impondrá, sin duda, nuevos retos a los cuales se deberán ir adaptando. Por cierto, el objetivo insigne de estos líderes es alcanzar la eficiencia operativa, la pregunta que subyace entonces es ¿cómo las empresas y sus áreas logísticas pueden lograr dicha eficiencia?
En las próximas líneas trataremos de dilucidar el alcance de los retos que los líderes de la cadena de suministro y la logística enfrentarán en 2024, atendiendo a relevantes estudios y reflexiones emanados de tres prestigiosas consultoras del medio: McKinsey, KPMG y Gartner, en un contexto económico marcado por importantes presiones inflacionarias, enfrentados a mercados cada vez más competitivos; en los cuales factores como la digitalización y la sostenibilidad son mucho más que meras tendencias.
¡PREPARADOS PARA 2024!
De acuerdo con los expertos del sector, el 2024 traerá consigo transformaciones logísticas y comerciales importantes, por lo que hay que estar preparado para mantenerse a la altura y lograr ventajas competitivas.
En este contexto, de acuerdo con lo publicado por McKinsey, en su podcast Navigating the new normal: Operations insights for 2024, “las organizaciones de la cadena de suministro y de operaciones se enfrentan a muchas exigencias diferentes para resolver ecuaciones complejas”, siendo el “entorno inflacionista de los últimos años un factor de considerar dado que exige cada vez más productividad a las cadenas de suministro y a las organizaciones”.
Así, según lo expuesto en el podcast por Daniel Swan, senior partners de McKinsey, “estamos viendo que a los directivos de la cadena de suministro también se les pide que cumplan con la sostenibilidad y que ayuden a mejorar la huella de carbono y a reducir el impacto en nuestro medio ambiente. Y también se les pide que aumenten la resistencia de sus operaciones tras una pandemia mundial, por no hablar de las muchas otras perturbaciones que hemos tenido. Así pues, si nos fijamos en el macroentorno que rodea a estas organizaciones y en lo que afrontan muchos de estos líderes (de cara a 2024), se trata de un entorno único que exige tanto comprender las compensaciones, entre todas estas dimensiones diferentes, como ofrecer resultados en múltiples frentes”.
En la misma instancia, Axel Karlsson, senior partner de McKinsey sostuvo que los líderes de la cadena de suministro también estarán frente a nuevas oportunidades tecnológicas que abren oportunidades totalmente nuevas para reestructurar las funciones de back-office y similares. “Y teniendo en cuenta la macroeconomía, creo que la necesidad de adaptar estas tecnologías nunca ha sido mayor entre los líderes. Y no es sólo un tema de directores de operaciones; es realmente un tema de directores generales”, comentó.
Siempre en torno a los desafíos generales que los líderes supply chain afrontarán durante los próximos doce meses, desde KPMG advierten que el tema tecnológico será clave. En esta línea, en el estudio Supply chain trends 2024: The digital shake-up, publicado en diciembre por la consultora se estima que “gracias a una serie de avances tecnológicos, está surgiendo un nuevo paradigma en la gestión de la cadena de suministro. Un paradigma en el que las organizaciones pueden responder más rápidamente a las solicitudes cotidianas, abordar de forma proactiva la resolución de problemas y reducir errores e ineficiencias. También puede proporcionar una mayor visibilidad, transparencia y trazabilidad. Y lo que es más importante, las organizaciones serán más resistentes a las futuras sacudidas de la cadena de suministro”.
Considerando el potencial de las nuevas tecnologías para la cadena de suministro, desde KPMG estiman que los líderes de la cadena de suministro y las empresas “deben adoptar primero las tendencias que definirán el año 2024. Esto incluye conocer las tecnologías emergentes, desde la IA hasta las tecnologías de libro y hasta el uso de flotas eléctricas”. Según los analistas de la consultora, los líderes deberán “gestionar la migración a una nueva arquitectura digital y ejecutarla a la perfección”.
Siempre en torno a los desafíos 2024, desde PWC destacan como uno de los retos presentes y futuros: la gestión del riesgo. A este respecto, en su estudio, "Risk: See it, share it, sort it” la consultora estimó que “para los líderes empresariales, operar bajo el panorama de riesgo actual es como enfrentarse al juego del topo: turbulencia económica por aquí y un enredo en la cadena de suministro por allá. Así, los riesgos a los que se enfrentan las empresas no aparecen de uno en uno, sino que vienen en grupos, como cuando un desastre climático local da lugar a cadenas de suministro interrumpidas, o cuando la guerra en Ucrania provocó un aumento en los precios de la energía, lo que aceleró la inflación”.
Considerando este primer análisis, los expertos de PWC argumentan que lo que las empresas necesitan es una nueva manera de ver el riesgo y una forma más colaborativa de identificar y abordar los riesgos a los que se enfrentan. “Necesitan cambiar el juego al identificar los riesgos importantes y al colaborar entre las diferentes áreas. De esta forma, los líderes pueden gestionar las amenazas con agilidad, mientras crean valor y generan confianza”.
Atendiendo a los puntos expuestos por los analistas del sector, a continuación, ahondaremos en tres de las perspectivas expuestas: la implementación tecnológica, la sostenibilidad de las cadenas de suministro y la gestión del riesgo.
LA GenIA SACUDIRÁ A LAS CADENAS DE SUMINISTROS
Uno de los aspectos en que los diferentes analistas coinciden es que las tecnologías de nueva generación serán las herramientas que permitirán alcanzar mayores eficiencias a las cadenas de suministro en 2024 y el futuro. No obstante, cuando hablamos de este tipo de soluciones, resulta relevante establecer las potencialidades y alcances de estas, de modo tal que los líderes puedan tomar decisiones informadas, que no impliquen a la larga un riesgo.
En esta lógica, según los expertos de KPMG, una de las principales tendencias tecnológicas que se visualizan para la supply chain 2024 es la implementación de la IA generativa a nivel operativo, tecnología que – según los expertos- “tiene el potencial de revolucionar la gestión de la cadena de suministro, la logística y las compras”.
A nivel práctico, desde KPMG indican que “los motores de software impulsados por GenAI pueden procesar conjuntos de datos mucho mayores que las formas anteriores de aprendizaje automático y pueden analizar un conjunto de variables casi infinitamente complejo. GenAI también puede aprender -y enseñarse a sí misma- los matices del ecosistema de la cadena de suministro de cualquier empresa, lo que le permite refinar y afinar su análisis con el tiempo”. Así, la lista de oportunidades para GenAI aplicada a las operaciones logísticas es extensa; ya que puede ayudar a garantizar las compras y el cumplimiento de la normativa, agilizar y mejorar la eficiencia de los flujos de trabajo de producción manufacturera, o permitir la comunicación logística virtual mediante el uso de asistentes virtuales para gestionar consultas rutinarias y proporcionar respuestas rápidas.
Ahora bien, otra de las aplicaciones que se advierten para la GenIA se relaciona con los procesos de planificación y proyecciones de demanda. En este punto, desde KPMG indican que “la presión sobre la planificación de la cadena de suministro es cada vez mayor y las capacidades de planificación existentes han sido incapaces de satisfacer las demandas de un mundo más complejo, con múltiples niveles y más matizado. El resultado es que pocas empresas pueden realizar análisis de escenarios eficaces para determinar las consecuencias financieras de decisiones importantes”. Por ello, las aplicaciones de planificación operativa y de ventas (S&OP) y de planificación empresarial integrada (IBP) basadas en IA ayudarán a eliminar la brecha entre la planificación y la ejecución de la cadena de suministro.
“La planificación de bajo contacto eliminará grandes franjas de trabajo manual del proceso de planificación de extremo a extremo y aprovechará el poder de los análisis avanzados para responder a preguntas más profundas con una intervención humana mínima. La IA será capaz de analizar datos a gran escala, identificar anomalías, buscar patrones que provoquen interrupciones inesperadas y hacer sugerencias sobre cómo resolverlas, casi instantáneamente”, advierten los expertos de KPMG.
No obstante, los analistas de la consultora advierten que “el uso de la IA es una consideración de toda la empresa”, agregando que “las organizaciones deben evitar disipar el esfuerzo en varias implementaciones de IA desconectadas. Así, los procesos empresariales básicos deben replantearse y rediseñarse estratégicamente para aprovechar de forma eficaz la GenAI”.
SOSTENIBILIDAD, EL RETO DE LA SUPPLY CHAIN VERDE
En lo referido a la sostenibilidad de las cadenas de suministro, los expertos de McKinsey argumentan que abordar de frente la situación actual de las emisiones es uno de los retos empresariales que se impondrán durante 2024. “Muchas empresas son grandes emisoras, y gran parte de ello se debe a sus cadenas de suministro individuales, por lo que tienen que hacer grandes apuestas sobre cómo pueden mejorar el impacto y el medio ambiente a través de sus operaciones. Y algunas de esas cosas reducen los costos, lo que es muy positivo y otras pueden requerir inversiones”, indican.
En esta línea, según lo expuesto en el estudio de McKinsey “Apostando a una cadena de valor más sostenible”, Las compañías tienen varias razones para poner atención en las cuestiones ambientales, sociales y de gobierno (Environmental, Social and Governance -ESG); entre las que se cuentan: satisfacer a los consumidores que se inclinan cada vez más por marcas con sólidas credenciales ESG, incluso si los precios de sus productos son más altos; o posicionarse a resguardo de nuevas regulaciones más rigurosas en materia medioambiental. “Otras empresas reaccionan a la presión de bancos e inversores. Para la mayoría de las organizaciones, la respuesta es una combinación de estos factores, que en conjunto se resumen en la necesidad de comprender y gestionar el impacto ambiental en todas las partes del negocio – en tiempo real”, indica el estudio.
Así, de acuerdo con los analistas, si bien las empresas y sus líderes supply chain saben que el reto medioambiental y sostenible es real e inmediato, aún existen importantes brechas para poner en función acciones medioambientales en su operativa. Según los expertos de McKinsey, “cuando conversamos con directores de compras (CPOs), resulta claro que comprenden la importancia de su rol en materia de medioambiental (reducción de la huella de carbono), pero la mayoría de las empresas aún luchan por convertir esa percepción en una visión clara o una estrategia de sostenibilidad para la función”.
De hecho, según una encuesta realizada por McKinsey a 20 CPOs de grandes compañías europeas, por ejemplo, el 60% sabía lo que quería, pero carecía de una estrategia de sostenibilidad alineada con esa visión. Apenas el 20% de los ejecutivos afirmaron que sus compañías utilizaban mediciones de sostenibilidad como criterio primario para sus decisiones de compra o evaluaciones de proveedores; mientras que menos del 10% manifestó que la sostenibilidad era parte integral de las estrategias de categoría.
“Cuando preguntamos a estos CPOs por qué no habían incorporado criterios ESG a las prácticas de abastecimiento de sus organizaciones, comprobamos que la mayoría sentía que no contaba con las herramientas, las habilidades o los datos necesarios. El 70% de los encuestados dijeron que sus compañías no conocían en qué punto de la cadena de valor se generaban las emisiones de alcance 3 (efecto invernadero). Y el 90% expresó que tenía problemas para identificar las acciones correctas para lograr cambios en ESG, mientras que casi tres cuartos del total no sabían qué tipo de objetivos fijar”.
A partir de lo expuesto, desde McKinsey proponen tres líneas de acción para ejecutar una estrategia ESG coherente con las necesidades de sostenibilidad empresarial, las que detallamos a continuación:
1. Determinar la línea de base y qué tan lejos se puede llegar. Entender y cuantificar el impacto actual de ESG en la compañía. Identificar las áreas de riesgo y las oportunidades de mejora más significativas. Determinar qué es lo que más importa en el contexto de la agenda de ESG de la compañía, y definir objetivos e indicadores de sostenibilidad para compras.
2. Establecer un núcleo e impulsar iniciativas para crear valor. Diseñar métricas y políticas de ESG que se integren a los procesos habituales de selección de proveedores, compras y gestión de suministros de la organización. En paralelo, seleccionar cierta cantidad de temas de ESG prioritarios y abordarlos mediante iniciativas multi-funcionales de mejora e innovación en profundidad, cómo colaborar con los socios en la cadena de valor para “descarbonizar” sectores con altas emisiones.
3. Cambiar la organización. Escalar y desplegar iniciativas exitosas. Incorporar prácticas de compras sostenibles en la organización. Entrenar continuamente a la comunidad de compras en principios de sostenibilidad y su aplicación, y medir los resultados con relación a las metas.
ANALIZAR EL RIESGO ES CLAVE
Como es sabido, durante los últimos tres años las cadenas de suministro han estado expuestas a eventos disruptivos de múltiples dimensiones. Es por ello que, según los expertos de PWC, los líderes empresariales deben manejar mejor el panorama de los riesgos a los que se enfrentan, considerando aspectos como: “el enfoque, la colaboración, una pizca de tecnología creativa, así como el coraje para desafiar las mentalidades existentes”.
En esta línea, según la Encuesta Global Digital Trust Insights 2023 publicada en octubre pasado por PwC el 43% de los ejecutivos consultados indican que es probable que la interrupción de la cadena de suministro afecte significativamente la rentabilidad de su industria en la próxima década. El riesgo de las cadenas de suministro es un tema estratégico para las empresas.
¿Cómo abordar esta problemática de cara a 2024? Al respecto, los analistas de PWC indican que a medida que las empresas buscan calcular su exposición al riesgo y preparar respuestas, a menudo descubren que necesitan mejor tecnología, por ejemplo, para monitorear y medir el contenido del producto, las finanzas de la cadena de suministro a nivel transaccional y los flujos logísticos. “Muchas empresas no tienen visibilidad más allá de sus proveedores directos y la eliminación de puntos ciegos masivos es relevante”.
Así, para abordar la temática del riesgo de cara al futuro, los analistas aducen que todo apunta a que “las empresas con cadenas de suministro de alto rendimiento utilicen tecnologías avanzadas y emergentes, incluidas las "torres de control" habilitadas para IA: paneles de datos conectados, métricas comerciales clave y eventos personalizados para los responsables de la toma de decisiones. Las inversiones en capacidades avanzadas de la cadena de suministro dan sus frutos en forma de costos más bajos, mayores ingresos, mayor sustentabilidad, mayor utilización de activos, mejor gestión de riesgos y entregas más puntuales a los clientes”.