Académicos de la Universidad de Chile y de la Universidad Adolfo Ibáñez se reunieron con representantes de la industria para conversar sobre tecnología, soluciones y tendencias en la gestión del comercio electrónico y la logística.
Con apoyo de revista Logistec, el pasado martes 12 de enero se realizó el seminario virtual “Ruteo Inteligente, Clave Estratégica para un Chile más Ágil”, organizado por el Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. La aparición de nuevos actores y los cambios de paradigma en el despacho están cambiando los modelos de negocio, lo que ha llevado a los académicos a identificar y generar nuevas líneas de investigación para la innovación y la colaboración con instituciones públicas y privadas.
Uno de los problemas expuestos en el seminario fue la planificación y selección de rutas. “Ante la solicitud de ciertos productos a determinados domicilios y dentro de cierta ventana horaria, hay que decidir qué producto introducir y en qué vehículo, para satisfacer demanda de los clientes de manera oportuna, minimizando el costo”, explicó José Soto, director de uno de los proyectos FONDEF alojados en el CMM de la Universidad de Chile.
Según el investigador, si somos capaces de automatizar la planificación de ruta o, al menos, de decidir en qué camión va cada producto, se utilizarán de mejor manera los recursos humanos disponibles. Por eso, su aspiración es lograr una automatización completa. “Al menos tener una aplicación que sugiera planes de rutas, que se puedan modificar de acuerdo a otras necesidades o imprevistos”, comentó
En este aspecto, el profesor de la Universidad de Chile valora la colaboración cercana entre academia y empresa, mediante la generación de proyectos conjuntos. “Los clientes son conocidos pero no necesariamente sabemos cuándo van a hacer un pedido. Entonces la mejor forma de entender esto es pensar que cada cliente tiene cierta distribución de probabilidad a lo largo de los días del mes y que uno sabe o estima con qué probabilidad va a pedir cada día. Entonces la idea es incorporar ese conocimiento, esa incertidumbre en las decisiones diarias”, planteó el investigador.
Para resolver un problema como este, José Soto establece dos etapas: una táctica, que implica clasificación de clientes y preasignación de rutas con tiempo de cálculo, análisis de escenarios, etc.; y una operacional, que considera que en el día a día hay camiones precargados y que al saber qué clientes hay que visitar cada día, se pueden modificar rápidamente.
Otro de los desafíos que expuso el académico fue el de transporte de los trabajadores, quienes deben llegar muy temprano, a veces, antes de que la locomoción colectiva esté disponible. “No necesariamente se requiere un radiotaxi exclusivo para llevar a cada trabajador desde punto de origen al punto de destino, se pueden tabular los datos para coordinar recogida de varios pasajeros y entrega en distintos puntos, con conexiones con otros transportes en función de la hora a la que deberían llegar los pasajeros a sus diversos destinos. La idea es hacer esto de manera económica, pero también cómoda para los trabajadores”, señaló.
INTELIGENCIA EN LA ÚLTIMA MILLA
Para el Eyal Shats, cofundador de SimpliRoute es muy importante la conexión permanente con la academia, la cual hizo efectiva al crear su startup. En su charla “Inteligencia logística en la última milla” el empresario destacó el rol de los softwares en la planificación de ruteo y el uso de las aplicaciones móviles en la calle. No obstante, Shats cree que en el mundo académico se generan soluciones muy complejas. “La idea de la startup es que sean soluciones escalables. No tener que hacer una solución diferente para cada vez. Esto se logra sumando condiciones de manera más ágil, de modo que cuando llegue un cliente nuevo, se pueda entregar una solución que ya está empaquetada”, dijo.
En este sentido, el socio de SimpliRoute recordó que las grandes empresas tenían sus propias aplicaciones y sus propios sistemas, pero que no consiguieron llegar a soluciones. “Luego se dieron cuenta de que debían externalizar esta labor a empresas cuyo ‘core’, cuyo ADN, fuera hacer esto”, detalló. De esta manera, la startup pudo apoyar tanto la predicción de tiempos como la comunicación en terreno, lo cual generó beneficios como: reducción de flota y costos logísticos; y mejoras en el tiempo de planificación y en las entregas.
“No vinimos a imponer una solución que es teórica, pero quizás dista mucho de la experiencia, sino que vamos a combinar ambas cosas. Tampoco vamos a dejar de ser óptimos. Vamos a bajar costos, vamos a tener un buen servicio, pero vamos a combinar eso con las condiciones no convencionales”, señaló Eyal Shats. Algunas cifras que reflejan el impacto de dicha solución son: 14, 6 litros de coombustible ahorrados, 34 millones de clienres visitados y miles de toneladas menos de CO2.
En definitiva, la triple hélice: privads, públicos y academia, permite diseñar una ciudad más inteligente, manejar información y tener una visión de diseño inteligente. “Hay que estar conectado con la industria, con los usuarios. Uno no puede venir con una solución ‘ya, esto es algoritmo, machine learning y esto resuelve la vida’. Eso no funciona así, tiene que estar bien conectado”, conluyó el cofundador de SimpliRoute.
LA EXPERIENCIA DEL CLIENTE
Uno de los paneles de conversación del seminario fue integrado por José Miguel Cortés, CEO de Dafini Group Argentina, Chile y Colombia; Joyce Bermann, gerente comercial de Primera Ruta; Sebastián Ojeda, CEO y cofundador de Beetrack; y Horacio Garrido, gerente de Distribución de Mercado Libre Chile. En este espacio, los representantes del mundo privado se refirieron a la experiencia del cliente, la personalización y la flexibilidad. “Es muy importante tener la data integrada en una plataforma donde los distintos actores del ciclo logístico puedan estar unidos para tener toda la información en línea y, de esa manera, tomar decisiones informadas”, afirmó Joyce Bermann.
En relación al costo del delivery, que en América Latina, puede alcanzar hasta el 15% del valor del producto, José Miguel Cortés, aclaró que dicho porocentaje coonsidera, no solo la entrega desde el centro de distribución hasta el domicilio de cliente, sino también el costo de la devolución, el traslado de vuelta al centro de distribución y, si hubo un cambio, el retorno al cliente. En este aspecto, propuso: hacer una buena negociación con los couriers; maximizar el número de entregas por móviles (para flotas dedicadas propias) vía herramientas de ruteo; minimizar errores de entrega coon programas normalizadores de direcciones; y mantener el porcentaje de cambios y devoluciones controlado al “revisar muy bien los productos cuando llegan al centro de distribución”.
En tanto, para mejorar la experiencia de cliente, Sebastián Ojeda de Beetrack, recaló la importancia de entender las condiciones del producto que compra el cliente, el momento en que lo compra y para qué lo compra. “Eso te hace hacer una estrategia de entregar la mejor experiencia en el delivery y ese es el foco: que todas las empresas, donde la venta remota ha trascendido tienen que esforzarse en entregar esa mejor experiencia”, acotó.
En este ámbito, Horacio Garrido, se refirió al plan de protección al consumidor de Mercado Libre, que intermedia una solución entre el comprador y el vendedor. “Generalmente no tienen mayor influencia que el contacto porque se llega a un acuerdo en caso de cambio o devolución. Si se complica, MercadoLibre reembolsa los montos y se hace cargo luego de la situación con los vendedores para cerrar el conflicto. Lo principal es dar una solución rápida y efectiva al comprador”, explicó.
OPTIMIZACIÓN DE OPERACIONES
El académico de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile, Fernando Ordóñez, se ha preocupado del desarrollo de soluciones robustas para el rápido despliegue y distribución de suministros en situaciones de alta incertidumbre y costos. Por eso, su charla abordó un interesante tema: los vehículos autónomos. “A los académicos nos toca imaginarnos el futuro, entonces, en este proyecto imaginábamos cómo podríamos ocupar todos los espacios vacíos de los autos que andan en la vía pública y cómo podríamos disponibilizar eso, dado que tenemos tecnología de información, para hacer un sistema de transporte de personas más eficiente”, detalló.
Según el académico, hay tres temas de investigación importantes para la logística colaborativa: simplificar la coordinación de las personas; calcular el costo de la flota; y mejorar los sistemas de transporte. “Si uno logra que gran parte de la población ocupe un sistema de transporte confiable que sea compartido, entonces se amplía el abanico de decisiones que tiene el planificador”, dijo respecto del último punto.
En el segundo panel de conversación de la jornada, estuvieron presentes Mabel Leva, coordinadora de Proyectos Especiales del Programa Desarrollo Logística del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones; Marcos Singer, consultor y académico de de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC); Cynthia Perisic, gerente general de la Asociación Logística de Chile; y Diego Nazar; gerente general de Keylogistics Chile.
“Observo lamentablemente un distanciamiento entre la academia y la industria en Chile. Eso no es así en otros países, donde van muy en conjunto y los sistemas de innovación están basados en la cooperación de la academia y la industria. En Chile eso es muy inusual y por eso este seminario creo que va en la dirección correcta”, comentó el académico de la PUC.
Una mirada con la que concordó Mabel Leva, quien dijo estar consciente de la necesidad de un trabajo más coordinadamente de los tres actores. “Estamos impulsando un proyecto, que va a ser la Fundación Conecta Logística, una fundación de derecho privado que buscará que, efectivamente, participen los tres actores en pro de una mejor eficiencia logística para el país”, explicó.
Dicho programa impulsará la inteligencia de datos aplicada al sector logístico, para que éste pueda contar con más información; además, promoverá un área de transformación digital logística; y un área de prospectiva e innovación. Además, la fundación impulsará todas aquellas medidas vinculadas a la sostenibilidad logística.
En este ámbito, habrá dos focos clave: primero, el estándar de sostenibilidad portuaria que facilitará los acuerdos de producción limpia de los distintos puertos; y, segundo, la electromovilidad en el transporte de carga. “Se van a disponibilizar camiones de manera gratuita para que distintas empresas puedan usarlos y nosotros -como Ministerio de Transportes- vamos a disponibilizar toda la información asociada a esos pilotos de manera de ser lo más transparentes posibles y de buscar también las operaciones donde estos camiones funcionan de mejor manera”, detalló Mabel Leva.
Asimismo, la especialista representante del sector público reconoció que Chile necesita potenciar la intermodalidad y, por lo tanto, es necesario contar con centros de intercambio modal mucho más eficientes, que permitan un movimiento más ágil de la carga. “Por lo tanto, también queremos impulsar el ferrocarril, el cabotaje a nivel nacional”, dijo.