El área operacional de las empresas –independiente del rubro en que se desempeñen- tiene una característica clara que es la inmensa cantidad de datos que maneja y la constante necesidad de optimización y reducción de costos. Si bien, a primera vista el correcto manejo de información y la optimización de las operaciones parecieran ir por carriles diferentes están tremendamente relacionados y así lo han demostrado las nuevas soluciones tecnológicas.
Conocer la operación en tiempo real, cruzar datos operacionales y generar alertas son algunas de las acciones que permiten tomar decisiones adecuadas no sólo por intuición sino basado en los datos, haciendo las operaciones más inteligentes y eficientes. Sin embargo, y a pesar de las ventajas que estas cualidades pueden tener a nivel comercial en las empresas, muchas de ellas continúan con una gestión antigua, donde se utilizan recursos de modo ineficiente y donde el real valor y aporte de las tecnologías aún no es dimensionado.
Los cambios vividos en el último tiempo, obligaron a muchos a mirar sus operaciones en busca de mejoras que les permitieran dar continuidad operacional y una seguridad comercial a su compañía, en un mercado cada vez más competitivo y con las dificultades propias que generaron las medidas de confinamiento y desplazamiento decretadas por las autoridades. Así, contar con una eficiencia operacional y logística cobró un valor único, donde la toma correcta de decisiones, la capacidad de análisis y la flexibilidad de la operación fueron claves.
Así, la gestión correcta de los activos, maquinarias o flotas, se entiende entonces como la forma certera de operación, eficiente y optimizada. En este andar, la industria ha transitado por distintas aplicaciones de la mano de las primeras tecnologías móviles, por ejemplo, soluciones de trackeo de los vehículos, el consumo de combustibles, la incorporación de sensores de fallas; pero eso ya no es suficiente para poder operar ante las nuevas exigencia de la industria.
¿Qué viene ahora? El camino ha llevado a las empresas hacia el análisis de datos para hacer gestión de la operación, teniendo en cuenta que muchas veces la entrega de datos puede ser abrumadora y bombardear a las compañías con cifras y números a veces difíciles de interpretar y contextualizar.
Es fácil perderse en un mar de datos, lo que confirma el valor que tienen los datos interpretados, considerando además que actualmente los márgenes, tanto en transporte como en maquinarias, son cada vez menores y hay que buscar la manera de ser competitivos y eso se logra con información.
En este nuevo escenario es clave la capacidad que tengan los clientes de analizar las plataformas disponibles, los datos que entregan y sacar conclusiones. Aquí, contar con una plataforma tecnológica que permita una facilidad de lectura y una solución con información unificada es fundamental para el éxito de las compañías y marca diferencias en la rápida y correcta interpretación de los datos que permite pro actividad y anteponerse a situaciones críticas.
Finalmente, el bombardeo de datos es grande, pero la diferencia está en la interpretación y las empresas así lo han entendido. El camino de los datos no tiene tome y utilizarlos como herramienta de inteligencia de negocios abre un sinfín de posibilidades que lleva por el camino de menores costos, mejor visibilidad y un desempeño optimizado. Dado que los beneficios son claros y atractivos, el llamado es conocer estas herramientas y buscar en los datos un aliado para la mejora operacional y dar así un salto en la gestión de activos.