La globalización ha tenido gran impacto sobre nuestras vidas. Una de ellas ha sido los beneficios que ha traído el comercio exterior, el cual ha sido fuente de prosperidad y desarrollo para regiones aisladas del mundo, pero todavía quedan grandes desafíos para el envío de bienes tangibles, en donde la logística juega un rol protagónico en el envío y recepción de carga. En pocas palabras, uno de los pilares que sostienen el comercio exterior es la logística. Por esto, para promover transacciones internacionales se vuelve crucial avanzar paralelamente en el mejoramiento de capacidades logísticas con el objetivo de reducir costos, tiempos de traslado, seguridad, coordinación, y automatización de procesos.
Se dice que el comercio es un campo de estudio infinito que nos entrega un universo de preguntas y repuestas, y que el comercio exterior le agrega un mayor grado de complejidad, ya que significa armonizar cuerpos legales entre países, coordinar el trabajo a través de largas distancias, sistematizar diferentes modalidades de producción y de trabajo, así como el de superar barreras culturales, financieras, burocráticas e idiomáticas.
Según datos del Banco Mundial, para el 2022 el comercio exterior representó el 75% del PIB de Chile, en donde las exportaciones alcanzaron el 35,7% y las importaciones un 39,3%. Por este motivo, el entender el funcionamiento del comercio exterior se ha vuelto una tarea de vital importancia para garantizar la estabilidad económica del país.
Al explicar el comercio exterior usualmente se utilizan diferentes teorías clásicas, macroeconómicas, tales como la teoría de la ventaja absoluta de Adam Smith, la Teoría de las Ventajas Comparativas de David Ricardo o se utilizan teorías modernas como la Teoría Heckscher-Ohlin de Eli Heckscher y Bertil Ohlin, la Hipótesis de Linder de Steffan Linder, la Teoría de la Rivalidad estratégica global de Paul Krugman y Kelvin Lancaster, entre otras. Sin embargo, a pesar de que todas estas teorías tienen un gran mérito por sí solas y nos ayudan a entender a como se comercializa en el mundo, el funcionamiento diario del comercio exterior recae principalmente en el desarrollo y la implementación de procesos logísticos. En pocas palabras, para entender cómo funciona el comercio exterior, es necesario entender cómo funciona la logística.
La logística básicamente involucra todas las operaciones ejecutadas para optimizar procesos y, en el caso del comercio exterior, se utiliza para describir todas las acciones tomadas para hacer que una carga llegue desde el punto de origen a su destino final. En el comercio exterior, aparte de que las partes acuerden un precio de compraventa, involucra llegar a un acuerdo en las responsabilidades logísticas y quien se compromete en entregar la carga hasta qué punto específico.
Entonces, una vez que un exportador y un importador acuerdan un precio y en un incoterm, los Freight Fowarders, Carriers, y coordinadores logísticos, se hacen garantes de hacer que las cargas pasen desde el punto de origen a su destino final y dependiendo de cada envío es como deben organizar las tareas de recogida, inspección aduanera, embalaje, embarque, desembarque, nacionalización, y despacho final, con el objetivo de concretar una operación de compra/venta internacional.
El profesor Sergio Olavarrieta, en su artículo, Resource-based theory and strategic logistics research, explica que el desarrollo de capacidades logísticas se va vuelto un aspecto crucial dentro de las empresas, ya que este es un diferenciador que le permite lograr ventajas competitivas sostenibles. En este orden de ideas, existen diferentes casos en donde la logística tuvo un rol crucial en explicar el desarrollo y éxito de una organización. Entre estos casos se destacan empresas como: Walmart, Zara, Amazon, FedEx, entre otros, que supieron utilizar la logística a su favor y sobresalir de su competencia.
COMEX Y LOGÍSTICA
Para asegurar una transacción internacional sea exitosa es necesario garantizar que los procesos logísticos consideren las diferentes variables involucradas en una exportación/importación. Estas variables incluyen aspectos como identificar el tipo de transporte más adecuado ya sea marítimo, aéreo, ferroviario, terrestre, o multimodal, pero también involucra considerar el tipo de carga ya sean animales vivos, carga peligrosa, obras de arte, o farmacéuticos, entre otros, para poder gestionar la carga adecuadamente, según las regulaciones y procesos más eficientes.
A esto, es importante destacar que a través de los años han surgido diferentes organizaciones internacionales tales como FIATA, IATA, WCA, OMA, ITC, CCI que, con la colaboración de las autoridades locales, han desarrollado prácticas estandarizadas que han permitido asegurar el envío de carga internacionalmente según las regulaciones sanitarias y de seguridad pertinentes.
Sin embargo, a pesar de que la industria logística está regida por prácticas y procesos estandarizados, los agentes logísticos analizan cada carga detalladamente, ya que cada envío representa desafíos y factores particulares, y uno de esos factores son las capacidades logísticas de cada país.
CHILE: OPORTUNIDADES Y RETOS PARA EL COMEX
Debido a que cada país posee características geográficas únicas, estos desarrollan fortalezas y debilidades logísticas particulares. Por ejemplo, existen países que no tienen acceso a puertos marítimos, otros que no tienen carreteras que sean capaces de soportar camiones de alto tonelaje y en ocasiones el costo y los desafíos de la operación puede ser tan alto que las partes desisten de realizar una compra/venta internacional.
En el caso de Chile, su gran fortaleza en términos geográficos es su extensa costa, la que le permitió construir capacidades logísticas marítimas de primer nivel, con puertos que se conectan con los principales mercados del mundo. Además, los puertos de Valparaíso, San Antonio, San Vicente, Coronel, Lirquén, Caldera y Coquimbo, durante las últimas décadas han incurrido en un mejoramiento constante en su infraestructura para expandir sus capacidades organizacionales con el objetivo de permitir una mayor conectividad y asumir los desafíos de la globalización.
Por otra parte, Chile cuenta con una red de autopistas modernas que le permiten conectar sus puertos con los principales centros productivos y de consumo del país. Pero una de las grandes fortalezas es su recurso humano formado por profesionales de comercio exterior, logística y transporte que, a través de los años, han desarrollado nuevas habilidades y destrezas que le han permitido tener un rol protagónico en el desarrollo de Chile.
Sin embargo, a pesar de los avances en materia de infraestructura, Chile todavía tiene grandes desafíos logísticos. El primer gran desafío, involucra desarrollar o fortalecer una red ferroviaria moderna que sea capaz de reducir su dependencia en el transporte terrestre, marítimo e incluso aéreo y de conectar centros productivos con puertos y aeropuertos internacionales. El segundo gran desafío, es el de avanzar en conectar la red ferroviaria internacionalmente para poder comerciar con el resto de Latinoamérica, especialmente Brasil.
Actualmente, el país carioca se posiciona como uno de los principales socios comerciales de Chile y gran parte de su carga se hace a través de vía terrestre, lo cual presenta limitantes. El tercer gran desafío es la construcción de un Mega Puerto, lo cual podría reducir su dependencia en San Antonio y Valparaíso y además podría posicionar a Chile como un referente logístico en el Cono Sur. Finalmente, está el reto de seguir avanzando en el mejoramiento de puertos, aeropuertos, y redes viales en todo el país, pero también en programas de estudio que refuercen la idea de que la logística es un aspecto central de nuestra economía.
LOGÍSTICA Y DESARROLLO
Como se mencionó anteriormente, para el 2022 el comercio exterior representó el 75% del PIB de Chile. Según las cifras del Banco Mundial, en 1990 el PIB de Chile era de 71.802.580.816,6 USD y para el 2022 alcanzó 281.477.214.155,9 USD, simbolizando un cambio de 392%, durante los últimos 32 años. Por otra parte, el intercambio comercial en 1990 era de 16.441.213.846,54 USD y para el 2022, alcanzó un nivel récord de 196.771.013.456, USD, siendo un cambio de 1196%. Al realizar una correlación entre ambas variables el coeficiente de Pearson obtuvo un 0.956, lo cual permite concluir que el comercio exterior ha sido clave para explicar los cambios en el PIB, durante las últimas tres décadas.
En pocas palabras ,el mejoramiento de las capacidades logísticas facilita la promoción del comercio exterior y ese desarrollo tiene un impacto directo en el PIB que al mismo tiempo funciona como un catalizador en elevar los estándares de vida de la población. Por esto, hoy más que nunca, se hace necesario pensar en la logística como una ventaja competitiva sostenible que podría llevar a Chile al desarrollo.
En conclusión, para comerciar internacionalmente es necesario construir capacidades logísticas y la logística involucra una búsqueda constante de soluciones innovadoras que sean capaces de reducir costos, tiempos de traslado y simplificar procesos. El avanzar en mejores tecnologías e infraestructura logística es un objetivo nacional, ya que no sólo permite reducir costos en los envíos, sino que también facilita para que los chilenos tengan acceso a las oportunidades de la globalización y utilicen estas oportunidades para construir un futuro más próspero.
Por Manuel A. Gonzalez, International Trade Consultancy Services