Hechas las modificaciones al plan Paso a Paso, el retorno al trabajo presencial se ve cada vez más cercano. Pero, no todo será como antes. En esta pandemia, no solo hemos aprendido, también hemos demostrado una capacidad de adaptarnos al cambio que muchos desconocíamos.
Antes de la pandemia, ya se hablaba de la inminente transformación digital y de la forma en que se normaría el teletrabajo. Pero, hoy, ambas cosas son una realidad. Las restricciones sanitarias nos dieron el empujón que faltaba para innovar y descubrir nuevas metodologías y flujos de trabajo donde la tecnología es indispensable. ¿Qué hemos aprendido en este tiempo?
El consultor Ricardo Loyola, gerente general de Synapsia, reconoce que la pandemia nos ha forzado a salir de nuestra zona de confort y re-descubrir o desarrollar habilidades para ajustar la forma de enfrentar los desafíos que nos presenta el entorno VICA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) que estamos viviendo. “Esto es muy incómodo, ya que a los seres humanos, de forma individual o colectiva, nos gusta tener el control de lo que pasa o hacemos, estar en espacios conocidos y tomar decisiones, o al menos sentir que las tomamos, de lo que hacemos”, comenta.
Coincide, en este sentido, la gerente general de People & Partners, Carmen Luz Morales. “El coronavirus es un síntoma de un entorno en el cual existe una incerteza enorme que afecta a las empresas, y muchos de nosotros no estábamos preparados para poder generar cambios al mismo ritmo y de forma tan drástica”, dice respecto al ambiente VICA que nos impuso la pandemia.
Pero no todo es malo. Lo positivo, según Ricardo Loyola, es que estamos superando las dificultades y desarrollando competencias que nos dejarán mejor preparados para futuros escenarios inciertos. “Es ahí donde, apoyados en herramientas, métodos y estrategias, podemos crear e innovar para solucionar de forma diferentes y con mayor valor los problemas que enfrentamos”, señala.
Sin duda, quedan muchas cosas por resolver, pero el especialista de Synapsia, afirma que recién estamos tomando conciencia de todos los efectos que ha traído la pandemia, mientas el “paso a paso” avanza y retrocede. A pesar de ello, se valora el empuje y la pasión que han agarrado tanto las personas como las organizaciones. Eso sí, tal como dice la gerente general de People & Partners, Carmen Luz Morales, las jefaturas deben comprender que la crisis sanitaria no ha cesado. “No todas las personas pueden volver a trabajar físicamente, ya que se debe reducir la posibilidad de contagio en estos espacios que, por lo general, son cerrados. En ese sentido, lo ideal es optar por la flexibilidad laboral, estableciendo criterios caso a caso cuando así se requiera”, sostiene.
En este sentido, la especialista en gestión de talentos, considera que el retorno debe ser paulatino y, ojalá, en base a turnos, ya sea que una semana se trabaje en la empresa y la siguiente de forma remota; o bien, que se elijan determinados días para asistir presencialmente, alternando los grupos de personas y asegurando que no exista más de un 30% o 40% del personal que normalmente concurría a las oficinas. “La modalidad híbrida llegó para quedarse en muchas empresas, al igual que el trabajo remoto permanente”, enfatiza.
CAMBIOS EN LAS OFICINAS
Adicionalmente, es importante que, si se retoman las actividades presenciales, se puedan establecer tiempos diferentes para comer, dividiendo a los colaboradores en grupos pequeños, así como flexibilizar los horarios de entrada y salida para evitar aglomeraciones. Otra lección que nos ha dejado la pandemia, es que las normas de higiene no deben ser laxas. Tendremos que preocuparnos de ellas, especialmente, en los espacios y elementos de uso común como manillas y botones, usar un pediluvio en el acceso, disponer de acrílicos en las recepciones y mantener dispositivos con alcohol gel en lugares estratégicos. Además, si es posible incorporar sistemas de sanitización o higienización del aire en oficinas que no se puedan ventilar adecuadamente, mejor aún.
Las salas de reuniones deberán ajustarse aproximadamente a un 60% de su capacidad original. “Por ejemplo, si la sala anteriormente era para 10 personas, ahora debería ser máximo para lo que sostenga el aforo permitido. También se debe otorgar un mayor distanciamiento entre las estaciones de trabajo, con algún panel divisorio entre ellos. Es importante aislar áreas para disminuir posibles contagios en la empresa”, acota la gerente general de People & Partners.
Otros factores a tomar en cuenta en el nuevo escenario que nos dejó la pandemia están asociados al comportamiento de los colaboradores. “La misión de resguardar el entorno laboral no solo será responsabilidad de las empresas, sino que éstas deberán fomentar el autocuidado de sus colaboradores, por medio de carteles, y otras vías de comunicación. También, dependiendo de los recursos de cada compañía, se deberían implementar medidas avanzadas como la medición sin tacto de la temperatura y fiscalizar el uso de mascarillas en los ascensores”, afirma Carmen Luz Morales.
En cuanto al riesgo que presentan los traslados en locomoción pública, éste se puede mitigar estableciendo sistemas de buses o mini buses a cargo de la misma compañía. Si bien, muchas personas ya quieren retomar las actividades presenciales para poder socializar y romper la rutina en el hogar; hay grupos importantes que expresan temor frente al retorno, debido a las noticias que aún rodean la crisis sanitaria. En este contexto, no hay duda de que éste es un buen momento para establecer de qué forma será el regreso a las oficinas, tomando en cuenta la forma en que se están sintiendo las personas. “Algunos querrán volver a sus espacios de trabajo habituales y otros preferirían seguir en la modalidad remota”, dice la especialista de People & Partners.
Ahora, más allá del desarrollo de competencias técnicas, las jefaturas deben tener la capacidad de empezar a trabajar en el presente para sobrevivir en el futuro. “Eso significa poder predecir, aunque sea en un mínimo porcentaje, qué podría pasar, para tomar o no un determinado plan de acción, lo cual requiere de una formación continua en avances tecnológicos, desarrollo de pensamiento crítico, capacidad de negociación, creatividad y resolución de problemas complejos”, sostiene Carmen Luz Morales.
EL GIRO TECNOLÓGICO
Hoy, la transformación digital no es una simple tendencia, sino una verdadera estrategia de negocios. Y frente a los desafíos actuales, especialmente del trabajo remoto, las empresas deben plantearse seriamente la opción de establecer procesos de manufactura inteligente a fin de generar un cambio tecnológico que resulta inevitable. Se trata de desarrollar una compañía nueva, transformada, que se constituya como una industria 100% digital. Así se planteó en el evento virtual “Manufactura Inteligente”, organizado por Rockwell Automation, en el que participaron empresas como Accenture, Cisco, Microsoft y PTC.
Esta transformación no solo incluye aspectos tecnológicos, sino también humanos, y conlleva elementos de cambio transversales, que incluyen a cada división de una compañía, sin importar su tamaño. “En los últimos 15 meses, el mundo cambió fundamentalmente para las empresas manufactureras. Con el trabajo remoto desde casa mutaron las estrategias de negocios, por lo que próximamente se deberá enfrentar un nuevo paradigma cuando el Covid-19 comience a retroceder, ante lo cual se generará un entorno laboral híbrido”, advirtió Francisco Bolaños, arquitecto IoT/Digital Transformation LATAM en Cisco, quien durante el evento de Rockwell Automation, se aventuró a proyectar que un 30% o 40% de las personas continuarán desempeñando funciones desde su hogar.
En este contexto, uno de los aprendizajes que rescata Germán González director de carreras de la Escuela de Administración y Negocios de Duoc UC San Carlos de Apoquindo, es la rapidez y la adaptabilidad al cambio por parte de las pymes y sus miles de trabajadores, quienes en tiempo record debieron apurar sus procesos de aprendizaje en materias de uso y manejo de nuevas tecnologías.
Según el estudio realizado por Corfo, la Cámara de Comercio de Santiago y la consultora PMG Business Improvement (abril 2021), hubo una aceleración en transformación digital cercana al 7% en 9 años, que demostró el paso del trabajador promedio desde “Principiante Digital” a “Intermedio Digital”. “Las pymes debieron digitalizar sus negocios y comenzar a comercializar por Internet a través de páginas webs o redes sociales, e ir adquiriendo conocimientos sobre marketing digital, técnicas de ventas, entre otros. La pandemia también generó la necesidad de reinventarse y fue así que muchos visualizaron la oportunidad de crear nuevos emprendimientos”, comenta Germán González.
En este aspecto, el gerente general de FID Seguros, Benjamín Lea-Plaza, hace hincapié en el hecho de asumir que la tecnología y la innovación no son temas de otro planeta o que solo le competen a las compañías que están en el rubro tecnológico. “Todos, sin importar en qué rubro estemos, debemos estar preparados para desarrollar nuestras funciones de manera remota. Así lo hicimos nosotros en FID, por ejemplo, pues desde que iniciamos operaciones lo hicimos desde una concepción “insurtech”, con menos papeles y más digitalización”, detalla.
Lo anterior, le permitió a la empresa afrontar desde el día uno la pandemia en modo teletrabajo. “Aprovechar las ventajas de las nuevas tecnologías como Inteligencia Artificial, la Nube, blockchain, IoT y ciberseguridad, por supuesto, sumando una preocupación permanente por los colaboradores desde el punto de vista de la formación en dichas tecnologías, así como la empatía con sus necesidades laborales y personales. Éstos, sin duda, serán los grandes aprendizajes post pandemia”, dice el ejecutivo.
HABILIDADES BLANDAS
Aunque siempre han sido relevantes, hoy toman mayor protagonismo las habilidades blandas, porque, según la gerente general de People & Partners, la actitud es fundamental para afrontar los cambios y fortalecer valores como el esfuerzo y la perseverancia. “Un día podemos ir en una dirección y de pronto nos golpea una pandemia y debemos desviarnos totalmente, pero sabiendo cómo y hacia dónde caminar”, afirma.
Finalmente, una de las herramientas clave para que los líderes puedan enfrentar la contingencia actual, será el autoconocimiento, con el fin de identificar las propias limitaciones y potencialidades. En un contexto de emergencia, es indispensable entender que todo nuestro entorno, empresas, jefaturas, profesionales y todo el mercado laboral, está en la misma situación de incertidumbre. Por lo tanto, no tenemos ni más ni menos ventajas que el otro. Lo que sí podemos y debemos hacer, es actuar, y tomar decisiones para motivar a nuestros equipos de trabajo, en la persecución de nuestros objetivos”, concluye Carmen Luz Morales.
La masificación del teletrabajo hará que una de las competencias más demandadas por las empresas sea el trabajo colaborativo. Si bien cada profesional puede estar trabajando desde su casa, el concepto de ‘estar en red’ va a ser cada vez más necesario. “Antes la gente iba a las oficinas, pero trabajaba de forma cerrada o hermética. En cambio, luego de haber experimentado este nuevo escenario, la cooperación será fundamental”, comenta la especialista en gestión de talentos.
Por eso es que los perfiles profesionales más requeridos serán aquellos que destaquen por su resiliencia y capacidad de movilidad, ya que cuentan con buena disposición y gusto por el cambio. Las compañías necesitarán equipos de gestión capaces de hacer frente a necesidades puntuales del mercado laboral. El trabajo remoto está instalado y, ahora, incluso, contamos con una Ley de Teletrabajo, lo cual demuestra el impacto de este cambio de paradigma, que hace urgente la reinvención de los profesionales, quienes tendrán que cumplir tareas sin tener que esperar instrucciones. “En general, se buscarán perfiles que sean auto-motivados y autónomos”, asegura la ejecutiva de People & Partners.