Aunque no ha faltado el trabajo, tampoco lo han hecho los obstáculos en medio de la crisis sanitaria. Demoras al cruzar las fronteras, escasez de personal y de contenedores han sido algunos de los problemas que han afectado al transporte y la logística durante 2021. Pero estas dificultades también son una oportunidad para la diferenciación en el servicio.
Cierre de fronteras, escasez de contenedores y atrasos en la ruta han sido algunos de los problemas que han tenido que enfrentar el sector desde que se desató la pandemia. Y esto no solo se dio en Chile, sino en todo el mundo. Se trata de una crisis global que ha sido difícil para todos y contraído en parte el engranaje comercial internacional, pero también se ha transformado en una oportunidad de diferenciación entre los actores del sector, en base a su nivel de servicio. Una crisis puede ser una oportunidad y así lo han entendido en la industria.
“La mayoría de las empresas están pasando por situaciones críticas. Pero, en Brasil, Argentina, Uruguay y Chile se ha sorteado bien. Al menos, nosotros hemos tenido un vínculo muy cercano con los camioneros que han sido muy partners. Pero hay clientes que traen carga desde Brasil, hacían rutas marítimas y no tienen contenedores así es que ahora están teniendo que moverse por vía terrestre”, señala Daniel Urra, presidente de Delpa Group, evidenciando algunas de las dificultades que hoy enfrenta el sector.
A pesar de las problemáticas vividas hay una premisa que ha cobrado valor durante esta crisis y es que la logística y el transporte nunca paran. No importa que tan difícil sea transportar de un punto a otro, la operación no se detiene y eso obliga a los distintos actores a tomar acciones que aseguren el cumplimiento de servicio, evidenciando el rol que tiene la logística en el abastecimiento nacional, en la reactivación de la economía y en el desempeño de las distintas industrias.
Queda en evidencia, entonces, el rol que tiene la logística y su sensibilidad ante los efectos de la pandemia. A este respecto, Mauricio Parot, gerente general de Samex, asegura que “la industria se contrajo en un 20% en el momento más álgido de la pandemia”, dado los efectos de las restricciones y, sobre todo, producto de la incertidumbre que existía a nivel global, tanto del alcance que tendrían las medidas sanitaria aplicadas como también la duración misma de la crisis sanitaria.
Sin embargo, la situación ha ido mejorando y hoy – a juicio del ejecutivo- la industria del transporte industrial, nacional e internacional, “vive un crecimiento por sobre un 30%”. “Los efectos de la pandemia golpearon en una primera instancia, sobre todo por la incertidumbre que generó. Luego, la situación se fue normalizando y hoy enfrentamos un momento de crecimiento a nivel operacional”, recalca Parot.
CERTIDUMBRE Y CONFIANZA
Ante la contracción y los cambios en la industria, la única forma de hacer frente es –a juicio del gerente general de SAMEX- asegurando la continuidad operacional. “Esta es una relación de confianza y asegurar a los clientes la continuidad de su operación en todo momento es clave para consolidar los vínculos comerciales y dar certidumbre a la industria, reconociendo el rol de la operación logística en el éxito comercial a nivel de empresa y también en el funcionamiento a nivel país”, agrega.
Y en este sentido, las empresas del sector coinciden en que este momento los obliga a marcar diferencias, abriendo una oportunidad para muchos a nivel comercial. Y para esto, las empresas han iniciado procesos de cambios que apuntan al fortalecimiento de su servicio, entre ellos, ampliar la presencia y cobertura de sus soluciones, mejorar su infraestructura e incorporar tecnología a los procesos. En otras palabras, dar un salto en la profesionalización de las soluciones logísticas.
No cabe duda, que hoy las principales preocupaciones de los clientes están en el nivel de servicio y el cumplimiento de las promesas. En este sentido, Mauricio reconoce que ha habido cambios que obligan a los clientes de dejar atrás la mirada en el costo operacional, valorando otros aspectos del servicio.
“Actualmente el foco ya no está en el costo. Con la pandemia el nivel de servicio fue un aspecto complejo y ahí se abren oportunidades para diferenciarse en la industria y crecer, entregando soluciones diversas, pero sobre todo dando confianza en el cumplimiento. Cada cliente y cada operación es importante”, enfatiza Parot.
En cuanto al servicio logístico internacional, el ejecutivo de Samex sostuvo que- si bien se vivió una fuerte contracción- hoy el sector enfrenta mejores tiempos, alcanzando, “un crecimiento por sobre el 40%”, lo que a su juicio se debe al modelo de servicio que pueden ofrecer, basado en el diseño logístico con servicios marítimo y aéreo que estén “acorde a las necesidades de los clientes”.
No es un misterio que las exportaciones e importación se ven aún afectadas por la situación, fundamentalmente, marítima que se vive a nivel mundial; situación que se refleja por ejemplo, en los sucedido en Vietnam, país que anunció nuevas restricciones sanitarias, obligando a cerrar fábricas, lo que ha generado una preocupación en importantes multinacionales que ven afectado su abastecimiento de cara a la última etapa del año.
En cuanto al efecto en las pequeñas y medianas empresas, conforme fue evolucionando la pandemia, “las pymes volvieron a su nivel casi normal en términos de volúmenes de importación. De hecho, ahora ya llegaron a niveles pre pandemia y pre estallido social para el caso de Chile”, afirma Martín Díaz, CEO de Shippter, confirmando así una cierta reactivación de la actividad.
Además, según el fundador de la plataforma de forwarding digital, debido las alzas que se han visto en los fletes internacionales full container, el segmento pyme ha migrado de forma importante al servicio de carga consolidada.
“Alguien que antes traía un full container de 20’ ahora está tomando la alternativa de traer un contenedor consolidado. También se está optando por importaciones aéreas, ya que cuando son cargas de menor peso/volumen, se está volviendo una alternativa atractiva si uno hace la comparación de los días de tránsito vs precio, considerando los altos niveles de los fletes marítimos”, explica Díaz.
Con el correr de los meses y la experiencia ganada tras más de un años y medio de pandemia –con lo que eso ha significado a nivel de desafíos y ajustes logísticos- hay un factor que ha sido relevante y que va más allá de lo netamente operacional: la comunicación.
El mayor desafío para la industria en su conjunto es ser capaces de mantener informados de forma oportuna a los clientes, teniendo en consideración los constantes cambios de status de las operaciones, debido a las restricciones ocasionadas por la pandemia. El fortalecimiento del vínculo entre cliente y proveedor es clave para la toma de acciones y el nivel de respuesta que se tenga ante complejidades en el trayecto o Ruta.
INTERCAMBIO COMERCIAL
El intercambio comercial de Chile alcanzó US$ 117.972 millones al octavo mes del año, logrando un crecimiento de 39% comparado con 2020, según un informe elaborado por la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (SUBREI) con cifras del Banco Central.
Tanto exportaciones como importaciones registraron valores récord, para un periodo similar, donde las primeras llegaron a US$ 61.231 millones, lo que fue un 30% superior a los embarques de 2020. Las importaciones, por su parte, contabilizaron operaciones por US$ 56.741 millones, marcando un incremento del 50% frente a igual periodo del 2020 y quedando solo US$ 3 mil millones por debajo del monto importado en todo el año 2020.
“El comercio exterior global continúa exhibiendo una sólida recuperación en 2021. Nuestros socios comerciales registran un considerable aumento en sus importaciones, destacando entre ellas Estados Unidos, China, Alemania, México y Corea del Sur, provocando alzas a escala global en las órdenes de exportación y una mayor demanda por fletes aéreos y marítimos”, detalla el subsecretario Rodrigo Yáñez.
¿A qué se debió el dinamismo de las importaciones? Principalmente, a las mayores internaciones de aceites de petróleo, automóviles, gas natural, camiones, teléfonos celulares, notebooks, vacunas, tablets, neumáticos, reactivos PCR, cerveza, entre otros. Uno de los sectores que más aumentó sus importaciones en 2021 fue el de los insumos para combatir y controlar la expansión del coronavirus, alcanzado internaciones por US$ 2.377 millones en los ocho primeros meses de 2021, donde las importaciones de vacunas estuvieron a la cabeza (+510%), seguidas por los reactivos PCR (+51%).
En tanto, las exportaciones registraron alzas en todas sus grandes categorías: envíos de minerales, embarques agropecuarios y ventas al exterior de productos industriales. A nivel de productos, el auge de los envíos -como siempre-fue liderado por el cobre, cuyas ventas al extranjero anotaron la cifra récord de US$ 34.693 millones, con un alza de 50% frente a 2020.
Pero también hubo otros productos que, entre enero y agosto, aumentaron sus embarques. Algunos de ellos fueron: nitratos de potasio, jurel congelado, máquinas de sondeo, kiwis frescos, mejillones, molduras de madera, clementinas, avellanas, botellas de vidrio, nueces y neumáticos, entre otros.
De cara al último trimestre del año, la situación del comercio internacional parece recuperarse del duro golpe del 2020. Sin embargo, algo que ha quedado de manifiesto es que se requieren cambios; cambios que apunten a la flexibilidad y a la capacidad de respuesta de una industria tremendamente desafiada y sensible a nivel global. Buscar las herramientas que permitan robustecer estos servicios es la es tarea de todos los actores del sector.