Vacunas, joyas, divisas, diamantes. Hoy todo se puede transportar. Sin embargo, estas “cargas inusuales” cuentan con un tratamiento especial relacionado, principalmente, a la logística y la seguridad. ¿Cómo se moviliza este tipo de encomiendas y qué lineamientos deben cumplir las empresas que realizan este servicio?
Desde una obra de arte y joyas, hasta las vacunas contra el COVID-19 en plena crisis sanitaria. El traslado de cargas de alto valor es toda una ciencia, que incluye capacitaciones al personal que lo realiza y ajustes en su logística, sobre todo en plena pandemia.
Es el caso de Brinks, empresa con 160 años en el mercado y 43 en Chile. Comenzó trasladando efectivo y monedas en Estados Unidos, pero poco a poco se fue ampliando hacia la carga valorada: oro, metales, diamantes, entre otros. De hecho, hace cinco años, implementaron el traslado de cannabis en Canadá.
En 2019 crearon Brinks Global Services (BGS), la línea de negocios en Chile que se dedica exclusivamente a traslados de carga valorada de cualquier tipo que no sea “cash in transit” (efectivo) y que nació debido al aumento de la delincuencia. “Sabemos que las necesidades de invertir en otro tipo de commodities se vio reflejado en los traslados. Nuestro servicio es tres en uno: custodia, traslado y seguros. El envío de artículos electrónicos es nuestro mayor mercado. Sin embargo, podemos mover joyería, ropa de alta gama y productos procesados de la minería, como monedas de oro”, explica Alejandra Angulo, Gerente Comercial y de Operaciones de BGS Chile.
Fue en pandemia donde las cargas de algo riesgo y poco comunes llevó un solo nombre: vacunas. “Poder transportarlas bajo los estándares de seguridad nos permitió explorar ese tipo de commodity. Vimos la necesidad que hay de movilizar lo farmacéutico. El valor que tenía el hecho de que la vacuna llegara al centro que correspondía era vital, porque habían compromisos que cumplir por parte del Servicio Nacional de Salud”, explica Angulo.
Pero así como el transporte de encomiendas comunes debe ajustar sus procesos logísticos según el funcionamiento del mercado, el de cargas inusuales también presenta desafíos a la hora de despachar artículos de valor. Para Rodrigo Bustos, Managing Director de JAS - compañía de transporte de carga internacional y proveedor logístico con más de 40 años de trayectoria- la principal complejidad en la cadena de suministro es el número de diferentes actores que participan en ella para completar el proceso end to end: “Ocurre cuando hablamos, por ejemplo, de una carga de alto valor o carga sensitiva a temperatura, lo que hace que el proceso sea aún más complejo. A su vez, hemos visto un aumento en los tiempos de tránsito, disminución de frecuencias y grandes problemas de congestión que han afectado a toda la industria del transporte internacional”.
Bajo esta complejidad, es clave trabajar por una relación de confianza entre empresa y cliente, donde la comunicación es primordial: “Esto significa mantenerlos informados en tiempo y forma referente a sus embarques. Además de informar, debes entregar alternativas de solución ante potenciales problemas. Una vez solucionado el problema específico, debes trabajar en el correcto plan de acción para poder evitar este tipo de situaciones en el futuro. En la industria Farmacéutica y del Cuidado de las Personas (Pharma & Healthcare), además de contar con un equipo especializado y estar siempre disponible, debes ser capaz de hacer un correcto análisis de ruta, planes correctivos y una asesoría constante para poder contar con la confianza de tus clientes”, explica Bustos.
Para Brinks, los desafíos van de la mano con los tiempos de espera. En el caso del retail, a veces son muy largos “y creo que en algunas bodegas aún no se ha tomado el peso para hacer el proceso más expedito para las empresas de transporte de valores. Esa consciencia ha costado generarla y ha sido un trabajo diario que se hace junto con la seguridad de la bodega para poder acceder a un servicio más rápido. Lógicamente mientras más tiempo estemos fuera, mayor es el riesgo para la tripulación. En aeropuerto a veces nos pasa lo mismo. Las tramitaciones toman más tiempo del requerido”, señala Angulo.
Precisamente la seguridad de las personas que trasladan estas cargas de alto valor es un tema no menor a la hora de ejercer el servicio. En Brinks, están validados por el OS10 de Carabineros, lo que los obliga a cumplir con ciertas normas de seguridad tanto en sucursal como en ruta. Cuentan con camión blindado y su tripulación está facultada para utilizar armas. Por lo mismo, deben seguir rigurosamente las instrucciones en caso de ataque. “Hay un protocolo de seguridad que se va actualizando y todo quien ingresa se le hace un entrenamiento sobre cómo actuar frente a una situación de riesgo. Como estamos abalados por el OS10 de Carabineros, están supervisando constantemente el protocolo de la sucursal, así que, a nivel nacional, contamos con el respaldo de la autoridad y cumplimos con las medidas de seguridad que exigen. Toda la custodia de Brinks, independiente de qué carga sea, cuenta con estos protocolos y con la tecnología, infraestructura y métodos para el resguardo de la custodia de dinero, oro, divisas, diamantes, etc”, explica Luis Aránguiz, especialista en marketing de la compañía.
El valor del transporte
El mercado del transporte internacional está en permanente cambio. Y la pandemia provocó grandes dolores de cabeza para varios proveedores de este servicio. Dentro de los que ofrece JAS está el flete por avión y la carga marítima, dos medios fuertemente golpeados por la crisis sanitaria: disminuyó el tráfico aéreo y se cerraron varios puertos: “JAS invirtió en el desarrollo de sus propios vuelos charter de manera de compensar la caída de frecuencia y capacidad, poniendo a disposición de sus clientes la capacidad asegurada en las principales rutas aéreas. A pesar de la recuperación, el nivel de frecuencia y rutas ya no será el mismo que había pre pandemia por un buen tiempo. De hecho, muchas aerolíneas han convertido aviones de pasajeros para poder movilizar carga de manera más eficiente”, explica Rodrigo Bustos.
En el ámbito marítimo, la escasez de contenedores, las cuarentenas en puertos claves, la reducción de eficiencia en el retiro de los contenedores desde los puertos y el aumento de demanda generalizado durante la pandemia generaron tremendos cuellos de botella para la industria: “Desde JAS intentamos mantener a nuestros clientes actualizados de manera constante con la situación del mercado para que ellos pudieran tomar la decisión correcta en tiempo y forma. Transferir carga Full Container Load (contenedor completo) a Less than Container Load (menos de una carga consolidada) para asegurar su salida, migración de un puerto a otro, utilización de contenedores NOR (Non Operating Reefer) y envíos multimodal, fueron algunas de las soluciones que implementamos”, complementa.
Contar con buenos sistemas de visibilidad online, dice Bustos, les ha ayudado para que los clientes se mantengan informados de sus embarques de alto valor. El escenario se pone desafiante al ver un aumento muy grande de embarques catalogados como urgentes o de alto valor para los clientes por todos los atrasos sufridos en la cadena de suministro. “Creemos haber sorteado de buena manera lo complejo del escenario durante la pandemia., estando muy presente frente a los clientes y comunicando referente a sus embarques, hayan sido buenas o malas noticias”, explica.
Se habla de envíos de alto valor, pero ¿a qué se refiere, realmente, esta denominación? Frente a esta pregunta, Buscos señala que un embarque de alto valor “no solo puede ser medido por el valor específico de las mercaderías en términos de costo, sino también por la urgencia de este para su cliente final o porque hay una vida que espera de ese medicamento o insumo médico, por ejemplo”.
“Si hablamos de una obra de arte o algo que sé que tiene un valor significativo para mí y que quiero que no le pase nada en el traslado, podríamos hablar de una carga valorada”, señala Alejandra Angulo desde BGS. “Sin embargo, también hay un tema relacionado a los seguros: ¿Cómo acredito que lo que yo dije que valía 500 millones de dólares, efectivamente valga eso y el seguro después lo respalde? Es difícil cuantificar una carga cuando tiene un valor emocional porque la persona va a pagar el servicio por algo que no quiere perder, pero cuando activamos otro tipo de seguros probablemente no sea lo más eficiente en términos de costo para el cliente”, concluye.
Por Carola Hidalgo L.