Las condiciones de temperatura son la clave en el arribo exitoso de un contenedor a su punto de destino. La tecnología hace que esto sea posible, junto con ahorrar costos a los exportadores que, en situaciones de crisis, se enfrentan a trayectos aún más largos que los usuales.
En noviembre pasado, el paro de camioneros puso en riesgo tanto el abastecimiento interno como las exportaciones. “El paro de camioneros se ha transformado rápidamente en un problema gravísimo: no podemos mover camiones cargados de hortalizas desde La Serena y otras localidades hacia el norte, así también desde las regiones de O'Higgins y Maule", comentaba Cristián Muñoz, presidente de Hortach, sobre el problema.
Productos tan esenciales como lechugas, tomates y repollo, corrieron serios riesgos por no poder moverse debido a los bloqueos tanto en el norte como en el sur de Chile. Situaciones como esta no sólo nos recuerdan la importancia del transporte sino también de la conservación de la fruta durante el recorrido desde su punto de origen hasta su destino final.
“Como casi en todo ámbito de cosas, en los tiempos actuales, la tecnología es fundamental para el control de la gestión, el ahorro de costos, la eficiencia durante el almacenaje y el transporte de productos frescos y congelados. Esto inicia con los equipos generadores de las cadenas de frío y continua con el control durante la cadena logística de punta a punta”, explica el gerente general de Emo Trans, Manuel Espina.
En medio de este panorama, los exportadores se preparan para la nueva temporada, con el recuerdo amargo de los graves efectos que provocó la convulsión logística mundial durante la temporada pasada, la cual dejó desfinanciados a 9 de cada 10 productores frutícolas, según Jorge Valenzuela, presidente Fedefruta.
“La variable logística en pandemia fue el gran conflicto que tuvimos para arribar en condición a los mercados, especialmente, uva de mesa y arándanos a los Estados Unidos, donde los atrasos logísticos, de trayecto y desaduanaje, hizo que mucha fruta simplemente no pudiera consumirse al arribo”, detalla el dirigente del gremio.
Por lo anterior, este año se realizaron diversas reuniones con la comunidad logística de San Antonio, que comprometió más barcos para la exportación de fruta y mayor coordinación en los terminales aeroportuarios. “Tenemos la impresión que, si bien se tardará aún en normalizarse la situación, esta será una mejor temporada”, señala Jorge Valenzuela, quien recordó que la postcosecha es la más sensible tras la convulsión logística. “Requerimos que los proveedores de este tipo de tecnologías tengan sus servicios a disposición para los momentos más claves de la temporada”, argumenta.
Control de temperatura
Por lo general, la preparación para los períodos de exportación más fuertes depende del tipo de producto y del tamaño del exportador, afirma el gerente general de Emo Trans, Manuel Espina. “Tanto para pequeños como para medianos exportadores se generan reservas de transporte marítimo y aéreo, caso a caso y según la disponibilidad/oferta que se encuentre disponible en el momento de la exportación. Las empresas más grandes confeccionan un programa de exportación que incluye detalles de productos, destinos, temperatura controlada y volumen de exportación por destino. La temporada de inicio y término es fundamental para lograr un buen costo competitivo en la tarifa de transporte”, aclara.
En este contexto, los desafíos para el control de temperatura en los embarques no son menores. “La carga de contenedores refrigerados puede extenderse a más terminales del país. Tenemos una mayor carga de fruta y requerimos de la infraestructura suficiente para embarcar la fruta. Si la fruta llega bien a los destinos, podremos venderla a los precios esperados”, comenta Manuel Espina.
Según el ejecutivo, el principal desafío es controlar que la cadena de frío no falle en ningún momento, ya que si esto ocurre la pérdida de la carga puede ser completa, dependiendo del producto transportado. “Para lograr este objetivo es muy necesario revisar, previo al embarque, que tanto los contenedores como los camiones estén en óptimas condiciones, así como que la gestión en el puerto sea lo más expedita posible, para no perder tiempo valioso durante la cadena de transporte”, añade.
Ahora, la temporada se proyecta en vías de normalización, con los mercados recuperándose de los problemas asociados a la pandemia, especialmente, para fruta congelada. Además, la oferta de transporte ha mejorado, comenta Manuel Espina, lo que hoy permite tener acceso al transporte con tarifas razonables. Lo mismo ha sucedido en los puertos, tanto de la zona central como en la Bahía de Concepción.
Proyecciones de la temporada
A pensar las dificultades que han tenido que enfrentar los productores, la temporada se ve auspiciosa. “Podemos ser más optimistas en esta ocasión. En las cosechas de cereza, por ejemplo, vemos una mayor cantidad de fruta debido a las condiciones climáticas que hubo en invierno y primavera. Se había calculado un 25% de incremento en el volumen de esta especie para la exportación, pero luego de los chubascos y granizos de noviembre, de seguro habrá un ajuste en las estimaciones. Hubo daños, pero acotados”, señala Jorge Valenzuela, presidente de Fedefruta.
En este sentido, el dirigente cree que en la nueva temporada puede irle bien a todos, si todos los involucrados en la cadena logran entenderse. “Hace poco hicimos notar una nueva alza en los fletes marítimos para fruta como la cereza, de un 25%, un anuncio que ahoga a los productores después de todo lo vivido en las temporadas anteriores”, recuerda.
En general, Manuel Espina, piensa quee también ayuda mucho la temporada post salida de fruta y hortalizas desde el vecino Perú, la cual inicia por razones climáticas la exportación de commodities en condicionas muy similares a las nuestras, con anterioridad a Chile.
Otro punto que despierta el optimismo entre los productores es la pronta aprobación del método de Systems Approach para la exportación de uva de mesa de Atacama, Coquimbo y Valparaíso a los Estados Unidos, un protocolo que levanta obligaciones como la fumigación de la uva a cambio de manejos agronómicos más sustentables, algo que, sin duda, ayudará a los productores a ser más competitivos.
“Es la mejor noticia que ha recibido el sector chileno de la uva de mesa en los últimos 30 años, y esperamos el cierre de las consultas para poder aplicar el protocolo esta misma temporada. Naturalmente, también tenemos expectativas este año por los blueberry express, que saldrán en un trayecto directo al mercado norteamericano”, añade el presidente de Fedefruta.
Envases 2.0 para la fruta
La científica de la Universidad Católica del Maule, Sara Cuadros, logró producir un compuesto que extiende la vida útil de las frutas, en hasta cuatro semanas. Se trata de un compuesto que inhibe el crecimiento de hongos y evitaría pérdidas millonarias por pudrición en la industria exportadora de frutas.
“Todo depende de la temperatura de conservación, pero si la fruta se mantiene en frío, el hidrogel atrasa el surgimiento de pudrición en tres o cuatro semanas al menos. Si hay quiebre de la cadena de frío, el efecto es de una o dos semanas”, dice la doctora en Ciencias de los Alimentos, Sara Cuadros, quien lidera el proyecto financiado por el Gobierno Regional de O’Higgins, a través del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R).
El hidrogel se elabora en base a polímeros y extractos naturales con propiedades antifúngicas y se incorpora a la superficie interna de las bolsas para empacar uvas de mesa. “La aplicación tiene un espesor; luego se hace un secado y entonces la película queda inmovilizada recubriendo la bolsa internamente. A través de la emisión gradual de los compuestos volátiles que están presentes en el hidrogel, es que se da la protección”, detalla la académica de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UCM.
El hidrogel, que el centro de estudios busca patentar como una idea original, corresponde al resultado de tres años de investigación aplicada. “Durante el transporte las frutas se conservan generalmente con una cadena de frío a temperaturas bajas, pero además es necesario ponerlas en bolsas muchas veces con atmosfera modificada, que tienen algunos emisores de gases que si bien inhiben el crecimiento de hongos, producen también daños a las frutas. Hay que buscar soluciones alternativas”, precisa Sara Cuadros,
Para la fabricación del hidrogel, Chile dispone de todos los ingredientes necesarios. “Uno es en base a algas marinas y el otro, un producto apícola. El producto es sustentable porque tenemos las materias primas y las industrias que las transforman y, por lo tanto, potencia igualmente el desarrollo socioeconómico del país”, puntualiza la investigadora.
Según el jefe comercial de “Envases PacLife”, Cristian Parra, la innovación representa una gran ventaja competitiva, porque favorecería los tránsitos más largos, es decir, permitiría llegar con un producto más seguro, más inocuo y más fresco a la mesa del consumidor final.“Haríamos un salto cualitativo”, sostiene. Y es que junto con la conservación, el aditivo ofrecería un envase 2.0 que frenaría a los hongos y bacterias.
Uva de mesa
La primera estimación de la industria chilena de la uva de exportación para la temporada 2022-2023 realizada por el Comité de Uva de Mesa de ASOEX, construida con información proporcionada por 40 empresas, que representaron el 68% del total exportado el ejercicio 2021-2022, apunta a embarques por 70,6 millones de cajas de 8,2 kg. “Una cifra que, sin bien, será un 5,1% menor que la temporada pasada, evidencia fruta de buen tamaño y dulzor, lo cual es positivo para asegurar un buen consumo de la fruta”, destaca el presidente de ASOEX, Iván Marambio.
El dirigente espera que los envíos de variedades nuevas superen los 36 millones de cajas, seguidas de las tradicionales con más de 22 millones de cajas y de Red Globe con un poco más de 12 millones de cajas. “Nuestra estimación evidencia que la industria de la uva de mesa chilena está apostando por producir variedades nuevas, las cuales, no sólo tienen una mejor recepción en los mercados de destino, sino que aseguran una mejor condición de llegada a destino, y con ello responder a las exigencias de los mercado y consumidores”, comenta.
Las uvas rojas, que son muy apetecidas por mercados internacionales como: Estados Unidos y Asia, superarían los 28 millones de cajas, mientras que las variedades verdes alcanzarían los 23 millones de cajas, seguidas de Red Globe con más de 12 millones y de las variedades negras con poco más de 6 millones de cajas. En julio, el directorio de ASOEX ratificó la formación de un nuevo Comité de Uvas de Mesa, con el fin de generar estrategias que permitan enfrentar de mejor manera los diversos desafíos en el sector.
“La temporada pasada fue una de las más complejas para la industria de la fruta fresca chilena, pero en especial para nuestro sector, por lo mismo, es importante contar con este nuevo comité, el cual, nos ha permitido generar el primer Plan Estratégico del Comité de Uva de Mesa de Chile. Con este plan apuntamos a recuperar la competitividad y calidad de nuestra industria. Un trabajo que lograremos trabajando unidos y comprometidos como sector. Chile continúa siendo el principal proveedor de uvas de mesa en el mundo, y por ello, el plan es clave para seguir adelante con mayor fuerza que nunca”, puntualiza Ignacio Caballero, coordinador del Comité de Uva de Mesa.
Con un completo plan estratégico, la industria de la uva de mesa en Chile está dando un paso importante para potenciar su competitividad en los mercados internacionales.“La temporada pasada fue una de las más complejas para la industria de la fruta fresca chilena, pero en especial para nuestro sector, por lo mismo, es importante contar con este nuevo comité, el cual, nos ha permitido generar el primer Plan Estratégico del Comité de Uva de Mesa de Chile. Con este plan apuntamos a recuperar la competitividad y calidad de nuestra industria. Un trabajo que lograremos trabajando unidos y comprometidos como sector. Chile continúa siendo el principal proveedor de uvas de mesa en el mundo y, por ello, el plan es clave para seguir adelante con mayor fuerza que nunca”, sostiene el coordinador del comité.
Para mejorar la competitividad de la uva de mesa el trabajo se concentrará en liderar, coordinar, unir y comunicar; pero también en mejorar la condición de la fruta. “El Comité ha fijado 16 acciones iniciales, entre las cuales, destaca el desarrollo de un programa de estimaciones, con la finalidad de entregar la mejor información disponible sobre la situación de los volúmenes de exportación, durante el desarrollo de la temporada”, comenta Caballero.