Miles de empresas a nivel mundial están ajustando sus estrategias operativas para responder a la demanda y mantener márgenes de ventas saludables, en un esquema económico cada vez más complejo. En este punto, acceder a servicios logísticos flexibles es clave y los expertos y actores del rubro de bodegaje saben que hoy, más que nunca, brindar tarifas y contratos que cumplan con esta característica es vital para que las empresas, sobre todo aquellas del rubro del comercio, puedan mantenerse a flote.
En cada foro internacional, un tema concordante es que la pandemia por Coronavirus tendrá efectos devastadores sobre la economía mundial, más profundos y diferenciados que los sufridos durante la crisis financiera global de 2008-2009, debido a que la enfermedad pone en riesgo un valor esencial, la vida humana, e impactará a una ya debilitada economía mundial, afectándola tanto por el lado de la oferta como de la demanda, ya sea a través de la interrupción de las cadenas de producción y suministro -que golpeará severamente al comercio mundial- como a través de la pérdida de ingresos y de ganancias por una baja en el nivel de consumo de la población, en especial en un sector comercial, debido a factores como el alza en el desempleo.
En este entramado, Latinoamérica y el caribe se verá afectada negativamente, así al menos lo ha declarado Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de Cepal, argumentando que “las proyecciones de crecimiento para 2020 han sido revisadas a la baja significativamente en el actual escenario, estimándose una contracción del -1,8% del producto interno bruto (PIB)”.
A nivel nacional, las proyecciones económicas tampoco son auspiciosas. Al respecto, según el Banco Central para 2020 el crecimiento económico chileno marcaría una caída del 1,5% al 2,5; proyección “moderada”, si se considera que el Fondo Monetario Internacional (FMI), asegura que la contracción de la economía nacional sería aún más profunda, ya que marcaría una caída del 4,5%.
A partir de este negativo diagnóstico, y considerando que la crisis actual no tiene precedentes, porque combina una caída de la demanda global y condiciones financieras más difíciles; es preciso que las empresas proyecten y planifiquen su actividad considerando los escenarios futuros. En este contexto, el factor logístico es clave, si consideramos que las compañías a nivel global y nacional están ajustando sus presupuestos operativos, desde ya, para hacer frente a una crisis que hace mucho dejó de ser netamente sanitaria.
AJUSTANDO LOS COSTOS
Sin lugar a duda, el rubro del comercio ha sido uno de los más afectados a raíz de la crisis por Covid-19, desde los grandes retailers del país hasta las Pymes y comercios menores. Es claro que las restricciones y medidas de confinamiento que las autoridades sanitarias han debido desplegar para frenar el contagio de la enfermedad ha afectado las ventas y la operativa de las empresas del sector, las que han debido poner en marcha diversas estrategias de mitigación y reestructurar sus esquemas de costos para subsistir.
En esta línea, uno de los retos más inmediatos que ha debido enfrentar el sector comercio es el manejo y administración de su stock, al tiempo que han debido fortalecer sus canales de venta online para responder a las necesidades actuales de consumo de forma efectiva y eficiente. Atendiendo a los retos descritos el factor del almacenamiento logístico crece en importancia, toda vez que el sobrestock ha derivado en la necesidad de ampliar las superficies de bodegaje y el auge del comercio online, en el que muchos actores son neófitos, obliga a profesionalizar las operaciones de almacenamiento y distribución logística. ¿Cómo resolver estas necesidades inmediatas en forma flexible, escalable y con costos eficientes?
En respuesta de la interrogante expuesta, nuevamente el arriendo de bodegas surge como una alternativa de gran valor para los actores del comercio y operadores logísticos que brindan servicios a empresas del rubro. Al respecto, Diego Castillo Labbé, gerente del Área Industrial de Colliers International, explica que la crisis producto del Covid-19 ha tenido un impacto directo en la necesidad de las empresas por aumentar su capacidad de almacenamiento, lo que se ha traducido en una disminución de la vacancia (de superficies de bodegas en arriendo). “Desde nuestra experiencia, los requerimientos de clientes que buscan bodegas para arrendar han aumentado un 50% desde el 18/0 y, producto de las medidas tomadas contra la expansión del Covid-19, seguirán aumentando. Al haber disminuido la cantidad de locales comerciales operativos, y sumado a la baja en el consumo de las personas que realizan compras in situ, las empresas han registrado un sobrestock de productos, por lo que se han visto en la necesidad de arrendar más superficie”, explica.
¿Por qué arrendar? La razón primaria para optar por esta modalidad se explica, justamente, en la estrategia de “proteger el flujo de caja”, que sigue siendo crucial para todos los minoristas, y particularmente para aquellos operadores con márgenes de ganancia reducidos. De ahí que se busque “aliviar los costos” a partir de esquemas de arriendo flexibles, escalables y seguros.
Siempre en torno al arriendo de bodegas para el almacenamiento logístico, Diego Castillo Labbé, manifiesta que “ante la incertidumbre, los usuarios de bodegas han postergado planes de compra privilegiando el arriendo de superficies. Esto, debido a que les permite ir tomando decisiones según lo que vaya sucediendo en el país. El arriendo permite tener flexibilidad en caso de que requieran más o menos espacio de almacenamiento de un momento a otro”.
Ahora bien, si a lo anterior se suma que los valores de arriendo de bodegas no han aumentado y la proyección es que se mantendrán estables durante los próximos meses, la opción del arriendo se torna aún más atractiva.
DE LOS ACTORES DEL MERCADO DE ARRIENDO
Consultados respecto a la demanda que han debido afrontar en el último periodo, importantes actores del mercado de bodegaje nacional han compartido con Logistec sus experiencias y expectativas.
En torno al escenario logístico actual, dada la situación de emergencia sanitaria, Carlos Vargas, subgerente comercial de Bodenor Flexcenter, sostiene que “hemos visto un escenario diverso, dependiendo del tipo de cliente y rubro. Por ejemplo, las marcas que principalmente las encuentras en los mall´s, han dejado de operar en un gran porcentaje y hoy sólo se ‘defienden’ con la venta online que a nivel de montos no tiene nada que ver con la venta presencial que tenían en los grandes centros comerciales. Mientras que hay otros clientes que mantienen la cadena de abastecimiento, como los laboratorios y de elementos de aseo que han visto una operación incluso superior al normal funcionamiento”.
Coincidentemente, Luis Felipe Lehuedé, gerente general de Red Megacentro, sostuvo que la demanda por espacios ha ido en aumento, debido a que “no se han vendido los productos de los clientes y que muchas importaciones venían en camino. También, el crecimiento de e-Commerce y mayor demanda por centros de distribución más pequeños cerca del consumidor final” ha aportado al mercado de bodegaje.
No obstante, los actores del mercado han indicado que seguir funcionando implica múltiples desafíos operativos, los que principalmente apuntan a dar mayor seguridad a las personas. En este contexto, Carlos Vargas, manifestó que “claramente, operar es más complicado que antes, pero hemos logrado hacerlo sin mayores problemas, siempre tomando las medidas de seguridad y protocolos sanitarios que se recomiendan. Estamos funcionando al 100% en todos nuestros recintos, ya que pertenecemos al segmento de la cadena de distribución primaria y nos debemos a nuestros clientes y al país”.
A lo anterior, Lehuedé agregó que si bien las medidas sanitarias y de higienes son fundamentales hoy en día, para el resguardo de los trabajadores, “otro punto clave es la seguridad, vigilancia y control, dado que todavía está latente el vandalismo vivido el último trimestre 2019. Los clientes privilegian la seguridad bien gestionada”. Ahora bien, en torno a su operativa, Lehuedé afirma que sus 56 centros de bodegas se han mantenido operativos todos los días desde que partió esta crisis sanitaria, porque “en todos nuestros proyectos tenemos clientes que tienen productos o prestan servicios de primera necesidad y deben estar operativos”.
En este contexto, Marco Ortega, gerente comercial de Bodegas San Francisco, anexó que “los operadores de bodegas estamos poniendo a prueba nuestra capacidad de flexibilidad. Por un lado, tenemos clientes que se han visto en la necesidad de contratar más metros cuadrados para asegurar el correcto abastecimiento a sus supermercados, y otros clientes que necesitan almacenar los productos que hoy en día están llegando a Chile y que, lamentablemente, no pueden ser comercializados, debido a las actuales restricciones que tenemos y tenemos también clientes que están impulsando su e-commerce y necesitan espacios adicionales”.
Según agrega Ortega, también hay clientes que han comenzado a reducir su espacio de bodegaje, por lo que han tenido que ofrecer alternativas de bodegas más pequeñas para continuar apoyando su gestión logística. “Debido a esta variabilidad de necesidades, los centros logísticos se han mantenido como un aliado clave para sostener el funcionamiento de las cadenas de distribución, donde la logística de productos de primera necesidad es de alta prioridad”, sostiene el gerente comercial de BSF.
Por su parte, Carlos Figueroa, gerente general de Invinsa Central Bodegas, “la demanda por bodegas en arriendo se ha incrementado. Eso sí, el tipo de clientes y las superficies solicitadas ha cambiado. Si después del 18/10 había clientes dispuestos a cambiar su operación, grandes superficies, por motivos de seguridad, hoy esas decisiones se han postergado; sin embargo, han aparecido muchos clientes con necesidades de bodegas de corto plazo (por sobrestock) o clientes que han migrado al bodegaje logístico más profesional, ya que están potenciado su canal e-Commerce”.
Consultado respecto a cómo ha mutado la operativa de almacenamiento de sus clientes durante el primer trimestre de 2020, Figueroa manifiesta que “cada empresa tiene su propia historia y hemos tratado de dar respuesta personalizada a cada uno de sus requerimientos. Pero si tuviésemos que generalizar, diría que los clientes enfocados al retail han sufrido bastante. No así, los clientes que venden productos de primera necesidad, tales como alimentos, de los cuales tenemos varios en nuestras bodegas. Estos últimos han tenido una creciente demanda y una sobrecarga de trabajo importante al tener este peak en conjunto con menores condiciones generales para realizar su labor de la mejor manera”.
Ahora bien, en torno al servicio y a la operativa de los Centros Logísticos en el contexto actual, Marco Ortega comenta que “en la actualidad arrendamos cerca de 800 mil m2 de bodegas a empresas del sector retail, la mitad de ellos supermercados, por lo cual nos hemos abocado a mantener todos nuestros centros logísticos operando con normalidad, para que nuestros clientes, en especial los supermercados y operadores logísticos de última milla, puedan mantener el abastecimiento de salas de venta, así como la operativa de su canal online, garantizando que los productos lleguen a la gente. En esta lógica es realmente relevante que las bodegas, operadores logísticos y transportistas sigamos los protocolos informados por el Gobierno y colaboremos con las entidades civiles y militares para sostener con éxito la cadena de abastecimiento”, afirma el ejecutivo.
En esta línea, y atendiendo al rol que el mercado de Bodegaje tiene para el eficiente funcionamiento del engranaje logístico en el país, el subgerente comercial de Bodenor Flexcenter apunta a que “cumplimos un rol fundamental y lo sabemos. Tenemos que apoyar a los clientes en lo que demanden. Es por ello por lo que, además del funcionamiento, también seguimos incorporando seguridad y tecnología a nuestros recintos. Desde la crisis social desatada en octubre pasado y que nuevamente se manifiesta por estos días, seguimos dotando a nuestros Parques Logísticos de mayor seguridad, incluyendo una brigada profesional de incendio con un carro bomba propio que facilita el despliegue en caso de necesitarlo, también hemos reforzado los perímetros, CCTV y un par de camionetas blindadas con personal calificado; todo lo anterior representa una inversión de más de 1000 millones”.
En referencia al servicio, desde Central Bodegas indicaron que a raíz de la crisis se han afianzado aún más los lazos de confianza y comunicación con los clientes. “Hoy se vive al día a día y, por lo tanto, hay que ir dando soluciones diarias a las diversas problemáticas. Por una decisión estratégica, siempre nos hemos caracterizado y destacado por brindar soluciones flexibles, iniciativa que a la fecha ha sido muy acertada, ya que en el escenario actual es imposible brindar servicios estandarizados. Por lo mismo, a algunos clientes les hemos dado facilidades de pago, con otros hemos realizado modificaciones en los contratos e incluso les hemos ampliado los servicios, entre otros aspectos”, recalca Figueroa.
En torno a los protocolos sanitarios, el gerente general de Invinsa Central Bodegas afirma que “hemos tenido que hacer algunas modificaciones en la operación, tales como, actualizar protocolos de acceso y control de identidad, sanitizar lugares comunes más transitados, proveer de elementos de protección adicionales a nuestro personal, actualizar algunos procesos de la ISO 9001 y mantener una relación aún más fluida con nuestros clientes. Estos protocolos y modificaciones a la operación normal han sido muy bien recibidos por nuestros clientes y les dan tranquilidad a ellos que van a poder seguir operando, ya que se minimiza el riesgo de contagio al interior de las bodegas y no se posibilita la entrada a aquellos que pudieran estar con el virus”.
PROYECCIONES PARA EL FUTURO
En torno al futuro del mercado de bodegaje, Carlos Figueroa sostiene que, si bien a la fecha se ha comportado de forma estable, gracias a su madurez, lo cierto es que en la medida que la crisis económica se acentúe el futuro será complejo. “Si esta crisis se extiende por mucho más tiempo el escenario es negativo, ya que no solo va a existir menos demanda, sino que también puede que clientes actuales no puedan continuar con su operación. Sin embargo, nuestro escenario base es que, hacia fines de 2020, ya más controlada la crisis sanitaria, va a empezar a crecer fuerte la demanda muy acompañada de la inversión de las empresas en e-Commerce. Muchos se dieron cuenta de que este canal no es algo a desarrollar a futuro, sino que debe invertirse en el a la brevedad”.
Al respecto, Luis Felipe Lehuedé advierte que el mercado de venta de bodegas se verá “muy afectado”, ya que a las empresas les resulta difícil predecir sus requerimientos de espacio y “el arriendo es por definición más flexible. En tanto, El mercado de arriendo será volátil y ajustándose según varíe principalmente la demanda interna de productos importados. Precio del dólar, e-Commerce y capacidad de reactivarse la economía son todas variables que no se conocen y que incidirán en la demanda de espacios de almacenaje”.