Más tecnología, mayor integración, automatización y métricas serán algunos de los aspectos en los que tendrán que concentrarse los actores de la cadena de abastecimiento para mejorar su competitividad en el mercado.
Un estudio del IBM Institute for Business Value (IBV) estableció que el 56% de los líderes en Latinoamérica ven la disrupción en la cadena de suministro y la infraestructura de tecnología como los retos más grandes de los próximos dos o tres años. Además, los cambios en el mercado (44%) y la sostenibilidad (34%) serán desafíos clave, según la investigación.
Igualmente, el sondeo reveló que el 55% de los ejecutivos vinculados al sector en la región están utilizando enfoques predictivos en las operaciones, como una forma de gestionar los riesgos. La era digital requería transformar una serie de procesos, muchos de los cuales se vieron presionados debido a la pandemia.
En este contexto, un desafío importante que se visualizó con más fuerza es la flexibilidad. “Se requieren cadenas de abastecimiento flexibles y prepararse para ello requiere de un tiempo y un análisis estratégico, porque hay un costo asociado a seguir haciendo las cosas como antes y a empezar a buscar alternativas que no serán tan baratas, pero que son más confiables”, explica Javier Bravo, gerente general de Liike Consulting.
Según el ejecutivo, otro tema que marcará 2023 es la optimización. “El periodo de oro en ventas de muchas empresas de consumo y retail, donde la pandemia tuvo un efecto positivo al incrementar el ecommerce, se están viendo afectado. Es el minuto de ajustarse y prepararse. El reto es no volver a hacer más de lo mismo, sino que aprender de lo que ocurrió en la pandemia y modernizar la cadena de abastecimiento, hacerla más confiable y flexible”, señala.
Aunque las fórmulas nunca son únicas, pues, cada empresa es diferente, revisar y analizar procesos, números y estadísticas nos lleva a la interpretación de la información a nivel de variables logísticas, lo cual permite proyectar y entender. “En base a ello, hay luces de por dónde pueden ir los procesos de modernización de la cadena. Si no lo hacemos, caminamos a ciegas”, comenta Javier Bravo.
Los resultados del estudio de IBM demostraron que las empresas se están enfocando ampliamente en la transformación digital de sus cadenas de suministro. Además, el internet de las cosas (61%), la inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automático (55%) y la nube híbrida (45%) son las tecnologías que más les ayudarán a los líderes en sus resultados de negocio en los próximos tres años.
Pero, aunque la tecnología será estratégica, el gerente general de Liike, reconoce que el modelo de negocio no cambió porque aumentaron las ventas en el canal ecommerce, es decir, los centros comerciales seguirán existiendo. Sin embargo, es hoy, cuando las ventas se estancan cuando hay que pensar, analizar, prepararse, proyectar y estudiar cómo ser más eficientes. “El dolor de corto plazo es enfrentar las ventas que cayeron y optimizar los costos”, indica Javier Bravo.
Redes híbridas
Según Gustavo Di Capua, socio fundador de Di Capua & Ochner, la estrategia de contar con una red de distribución única para todos los canales de venta está quedando en desuso. “Los distintos canales conllevan distintos desafíos desde el nivel de servicio y desde los costos asociados”, dice.
En este sentido, mantener la misma red, seguramente, otorgará el mismo servicio a todos los canales, con excesos y defectos. De aquí nace la superposición de distintas redes de distribución dentro de una misma compañía, que al mismo tiempo tienen puntos de contacto y apalancamiento entre ellas mismas.
“Desde el punto de vista de la estrategia operativa, también se está instalando la idea de operar algunas de estas redes en forma propia y tercerizar otras en operadores logísticos. Como una solución única no encaja para las distintas problemáticas, surge la estrategia de redes híbridas: una combinación de operaciones propias y tercerizadas y de distintas combinaciones de redes, con distintos niveles de servicio”, detalla Di Capua.
Operaciones automatizadas
La automatización de operaciones logísticas no es algo nuevo, pero, sí es un proceso sumamente dinámico, donde los diseños, la modularidad y la eficiencia deben mejorarse continuamente. “Las soluciones de alta capacidad, siguen siendo interesantes y, en Latinoamérica, hay mucho por recorrer. Se debe ver muy bien el balance entre el costo de la tierra, los ahorros en mano de obra, las inversiones y el tipo de cambio en cada país”, señala el socio fundador de Di Capua & Ochner.
Si bien, no existe una verdad absoluta sobre la conveniencia de automatizar o no, siempre es algo que se debe analizar. “Respecto de las automatizaciones para los grandes flujos, principalmente sorters, también la tecnología ha evolucionado mucho y ahora hay en el mercado soluciones muy eficaces a un precio razonable. Aquí también entran en juego los costos de mano de obra, el tipo de cambio, las inversiones y la escala operativa de cada cliente”, sostiene Gustavo Di Capua.
En cuanto a la problemática de entregas urbanas, pequeñas, con alta demanda de velocidad, éstas han llevado a la industria de la automatización y los equipamientos a desarrollar los denominados micro-fulfiillmnet centers, que no son otra cosa que grandes automatizaciones de operaciones muy rápidas, atomizadas y emplazadas en el contexto urbano.“Este tipo de soluciones va a dar que hablar los próximos años en Latinoamérica y el resto del mundo”, dice el especialista de Di Capua & Ochner.
Integración y métricas
Las interrupciones en las cadenas de suministro globales y locales han siedo frecuentes. En opinión de Gustavo Di Capua es el momento de maximizar el planeamiento, para minimizar los riesgos de sufrir interrupciones que no sean salvables. ·Esto nos desafía a enfocar en un planeamiento integral entre las ventas, las operaciones, las finanzas y la estrategia corporativa. El planeamiento operativo por sí mismo, no articula toda la problemática. Es por esto que es importante encarar procesos de planeamiento integral”, señala.
De poco sirve hacer transformaciones de estrategia, procesos o modelos operativos, si no entendemos la magnitud del cambio, para saber si los beneficios esperados se han capitalizado, si hay desvíos, cuál es la magnitud y en qué sectores de la compañía están sucediendo. “Todo esto lleva a planear métricas adecuadas para el seguimiento del desempeño de las operaciones y un concepto de torre de control para poder monitorear toda esta información en forma centralizada y en tiempo real”, comenta el socio fundador de Di Capua & Ochner.
En todo caso, el desarrollo de estos conceptos todavía tiene camino por recorrer en Latinoamérica, aunque las herramientas de software existentes en el mercado son una buena noticia, siempre y cuando se haya desarrollado previamente un análisis de qué medir y cómo hacerlo.
Cadena digital
La acumulación de datos tiene un enorme potencial. Conceptos como Big Data, Analytics, Inteligencia Artificial, Machine Learning y otros se han divulgado en forma masiva. “Lo interesante, más allá de los términos que se utilicen, es la potencialidad de que todos esos datos tienen para poder tomar mejores decisiones. También podemos observar adelantos en la Automatización de Procesos (Robotic Process Automation), los cuales están dejando lugar a actividades con alto valor agregado y cambiando las de bajo valor por robots virtuales. “Todo esto esta naciendo, en constante evolución y vislumbramos gran potencialidad en las compañías en toda Latinoamérica”, señala Gustavo Di Capua.
Sincronización de Software
El mundo del software enfocado en supply chain ha tenido un gran desarrollo. Conocidos son los WMS (Warehouse Management System) que siguen evolucionando, pero han madurado bastante; y los TMS (Transportation Management System), que han agregado muchas funcionalidades debido al auge de la última milla y toda la problemática que implica.
“La toma de pedidos de distintos canales de venta ha significado que los OMS (Order Management System) hayan tenido un desarrollo importante en los últimos años y que sigan avanzando. La sincronización y coordinación de la información entre los diferentes softwares y APPs es el desafío que en este momento se está afrontando”, comenta Di Capua.
En síntesis, de cara al próximo año, el ejecutivo pone énfasis en la digitalización de los negocios y en repensar las operaciones logísticas, donde la planificación integral del negocio será fundamental en medio de la incertidumbre.
Tendencias en la última milla
“Las realidades económicas después de la pandemia y los apremiantes problemas, como el cambio climático son fuerzas impulsoras en los negocios de hoy y llevan la responsabilidad a los más altos niveles de liderazgo”, afirma Satish Natarajan, cofundador y CEO de DispatchTrack, quien observa algunos cambios significativos que podrían redefinir a la última milla en 2023:
- Más preocupación por la entrega. Los jefes de logística reportarán cada vez más al CEO a medida que el cumplimiento se una a las ventas y el marketing como algunos de los aspectos más críticos para administrar un negocio exitoso. No sólo reportarán a la cúpula, sino que los profesionales de la logística también tendrán un asiento en la mesa y una mayor participación en la estrategia comercial desde el principio. Los consumidores de hoy esperan entregas al día siguiente, o incluso el mismo día, lo que hace que garantizar una experiencia superior del cliente sea una prioridad y una parte integral para generar lealtad, obtener una ventaja competitiva y aumentar la participación de mercado.
- Optimización y sustentabilidad. Las compañías volverán a evaluar la tecnología que utilizan para las entregas con miras a la optimización y la sustentabilidad. A medida que el escenario económico enfrenta más vientos en contra, las organizaciones alrededor de la cadena de suministro enfrentan una presión cada vez mayor para lograr conseguir mayores resultados con menos, especialmente aquellas que deben enfrentar reducciones de personal. Las empresas volverán a evaluar la tecnología que utilizan para su delivery y buscarán un mejor software para optimizar todos los aspectos de sus operaciones de última milla, para maximizar la rentabilidad y escalar a medida que crezca la demanda. La optimización también será clave para una experiencia de entrega superior, que será aún más integral para la fidelización del cliente y el crecimiento del mercado.
- Más inversiones. Las inversiones en TI están comenzando a descongelarse. Luego de que las empresas reevalúen su tecnología de entrega, buscarán un software escalable, que les permita optimiza flotas en tiempos de recesión o expandirse rápidamente para abordar la creciente demanda. Los clientes B2B esperarán más una experiencia similar a B2C, mientras las empresas, al igual que los consumidores, buscarán una mayor certeza y transparencia en lo que respecta a las entregas.
- Más sostenibilidad. Las acciones de sostenibilidad se tomarán en serio, mediante planes comerciales estratégicos, como la reducción de las millas recorridas o la disminución de camiones en la carretera. En este contexto, agregar vehículos eléctricos o híbridos a la flota será un plus.