Encontrar el equilibrio entre el desarrollo y la sustentabilidad es el reto que hoy enfrenta la industria de supply chain y que se ha transformado en un desafío también para los ejecutivos del sector en cuanto al diseño de estrategias y acciones que permitan asumir la responsabilidad de mirar el futuro.
Hablar del futuro de la industria es hablar de sustentabilidad. Los distintos actores de la cadena de suministro se han visto desafiados por diversas situaciones que han afectado la operativa diaria tales como la pandemia, los conflictos bélicos, entre otros. Sin embargo, a nivel de industria existe un tremendo reto que es la sostenibilidad de la operación que implica repensar y remodelar la forma en que las empresas logísticas se relacionan con su entorno.
La logística y las cadenas de suministro son clave para un futuro sostenible, tanto para reducir la huella ambiental sino también para las proactivas responsables de casi todas las empresas en la era moderna, pero aún queda mucho por avanzar en esa línea, lo que hace necesario ahondar y destacar acciones que se han tomado en esta línea.
Atrás quedan los tiempos en que la logística había sido tratada como una actividad, cuyo único propósito era mover mercancías de A a B, lo más eficientemente posible. Afortunadamente eso ha cambiado, aumentando considerablemente la importancia de la logística.
Estamos, sin duda, viviendo la era de supply chain, donde la industria tiene un papel clave para hacer posible un futuro sostenible, donde la colaboración e innovación son fundamentales.
INTEGRACIÓN, COLABORACIÓN Y PRÁCTICAS
A modo de definición, la sostenibilidad consiste en satisfacer las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer a las necesidades de las generaciones futuras, al mismo tiempo que se garantiza un equilibrio entre el crecimiento de la economía, el respeto al medioambiente y el bienestar social.
Esto que suena tan lógico se ha transformado en uno de los principales retos para supply chain. Distintos actores planifican y construyen una estrategia de sostenibilidad, donde los distintos actores asumen responsabilidades. Es el momento de las acciones y no de los discursos y eso los consumidores lo exigen.
No cabe duda de que una parte fundamental del éxito de una estrategia como estas está en el compromiso de las partes involucradas. Para lo anterior es necesario que el “compromiso” sea real y no solo un compromiso con fines de ganar aplausos. Otro factor relevante para el éxito macro de una política sustentable es el compromiso de actores públicos y privados de trazar pasos que sean reales y concretos que los lleve hacia “un modo de hacer las cosas sustentables y sostenibles en el tiempo”.
UNA COSA DE EQUILIBRIOS
El objetivo principal de una estrategia de sustentabilidad logística es equilibrar las necesidades y demandas del negocio con la responsabilidad social y ambiental, buscando minimizar el impacto negativo de las operaciones logísticas en el medio ambiente y la sociedad.
Esta estrategia tiene como propósito lograr un enfoque más equitativo, responsable y eficiente en la gestión de la cadena de suministro, al mismo tiempo que se maximizan los beneficios para todas las partes involucradas. Algunos objetivos clave de una estrategia de sustentabilidad logística son:
Reducir la Huella Ambiental: Uno de los objetivos más importantes es disminuir el impacto ambiental de las operaciones logísticas, incluyendo la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la conservación de recursos naturales y la minimización de residuos.
Optimizar la Eficiencia: La sostenibilidad logística busca aumentar la eficiencia de las operaciones para reducir los costos y el consumo de recursos. Esto puede lograrse a través de una planificación más inteligente, una gestión eficiente y el uso de tecnologías avanzadas.
Cumplir con Regulaciones y Normativas: La estrategia de sustentabilidad logística también puede ayudar a cumplir con regulaciones gubernamentales y estándares ambientales, evitando multas y sanciones y mejorando la reputación de la empresa.
Mejorar la Imagen de la Marca: Las empresas que demuestran un compromiso genuino con la sostenibilidad logística pueden ganar una ventaja competitiva al atraer a consumidores y socios comerciales que valoran la responsabilidad ambiental y social.
Fomentar Colaboraciones: Una estrategia de sustentabilidad logística puede facilitar colaboraciones con otros actores de la cadena de suministro, promoviendo un enfoque colectivo hacia la sostenibilidad y generando un impacto más significativo.
Reducir Riesgos y Asegurar la Resiliencia: Al considerar los aspectos ambientales y sociales en la cadena de suministro, una empresa puede identificar y mitigar riesgos potenciales, lo que contribuye a una mayor resiliencia en situaciones de crisis.
En resumen, la estrategia de sustentabilidad logística busca armonizar la eficiencia operativa con la responsabilidad social y ambiental, generando un valor sostenible a largo plazo para la empresa y sus stakeholders.
MÁS QUE PRINCIPIOS, ACCIONES
En tiempos en que muchas empresas declaran su compromiso con el futuro de la industria y el hacerse cargo de los efectos de sus acciones es fundamental tener claro cuáles son los principales principios que puede contemplar una estrategia para lograr los efectos deseados en términos económicos, ambientales y también sociales con un mercado cada vez más consciente de la sostenibilidad.
Aquí están algunos principios clave que suelen formar parte de una estrategia de sostenibilidad en la supply chain:
Transparencia y Visibilidad: Es esencial tener un conocimiento profundo de la cadena de suministro, incluyendo a proveedores y subcontratistas para ayudar a identificar oportunidades de mejora y a detectar posibles problemas relacionados con la sostenibilidad.
Evaluación y Mitigación de Riesgos: Identificar y evaluar los riesgos como la escasez de recursos, los problemas sociales o el cambio climático, es fundamental para desarrollar estrategias y mitigar estos riesgos y así fortalecer la resiliencia de la cadena de suministro.
Eficiencia Energética y Reducción de Emisiones: Optimizar el uso de recursos y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero son objetivos importantes. Esto puede incluir la adopción de tecnologías más limpias y eficientes en el transporte y la gestión de almacenes.
Gestión de Residuos y Reciclaje: Minimizar los residuos y promover prácticas de reciclaje puede reducir significativamente el impacto ambiental. Esto abarca desde la elección de materiales de embalaje sostenibles hasta la implementación de programas de reciclaje en toda la cadena.
Economía Circular: Adoptar un enfoque de economía circular implica diseñar productos y servicios de manera que los recursos se mantengan en uso durante el mayor tiempo posible. Esto puede incluir la reparación, reutilización y reciclaje de productos.
Desarrollo Social y Ético: Garantizar que las operaciones de la cadena de suministro respeten los derechos humanos, eviten el trabajo infantil y se adhieran a prácticas laborales justas es esencial para la sostenibilidad social.
Integrar estos principios en una estrategia de sostenibilidad en la cadena de suministro puede generar beneficios tanto a nivel ambiental como económico, y también fortalecer la reputación de la empresa en un mercado cada vez más consciente de la sostenibilidad.
EN LA PRÁCTICA
Algunos ejemplos de acciones sostenibles que las empresas pueden implementar en su cadena de suministro son: Optimización de rutas de transporte, el uso de Transporte sostenible, gestión de inventarios eficientes para minimizar el exceso de existencias y evitar así el desperdicio de productos perecederos.
También las empresas han asumido acciones en torno al embalaje, utilizando materiales reciclables o biodegradables y reducir el uso de plásticos de un solo uso. Relacionado a lo anterior, está la gestión de residuos.
Un factor estratégico es la colaboración con proveedores responsables, destacando así los vínculos comerciales con quienes tengan prácticas sostenibles y fomenten la transparencia de la cadena de suministro. También destacan acciones de Economía Circular y gestión del agua.
Punto aparte ha sido la penetración del uso de energías renovables en las instalaciones logísticas y de distribución para reducir la huella de carbono. Aquí hemos sido testigos del aumento de acciones en torno a la electromovilidad, en especial en operaciones de última milla, lo que refleja la toma de conciencia de un sector tremendamente importante para el desarrollo del comercio.
Estas son solo algunos ejemplos de acciones sostenibles que una empresa puede tomar en su cadena de suministro. La elección de acciones específicas dependerá de la industria, las metas de sostenibilidad y las condiciones particulares de la cadena de suministro de cada empresa.
A continuación destacamos algunas acciones que han asumido empresas chilenas, en distintas etapas de su cadena de suministro.
REDTEC: ECONOMÍA CIRCULAR COMO EJE CENTRAL
La empresa ha enfocado su estrategia de negocios en la economía circular de sus clientes, apuntando al reciclaje. “Nos preocupamos de reciclar cada uno de los residuos que genera nuestra operación, ya sea cuando usan nuestros activos en arriendo o administramos sus activos logísticos. Un ejemplo es que en REDTEC Reutilizamos, Reparamos y Reciclamos unidades logísticas como Pallets para reducir el desperdicio y la ineficiencia asociados con los Pallets de un solo uso”, detalló Miguel Cataldo, gerente general de REDTEC.
“El uso de un POOL de activos logísticos permite tener una menor cantidad de pallets descartables en el mercado, contribuyendo así al menor consumo de madera y como resultado un menor desperdicio, completando así el círculo virtuoso de sustentabilidad”, añadió el ejecutivo.
Según estadísticas de REDTEC demuestran que mensualmente su estrategia y servicio contribuye a preservar cerca de 450 árboles de nuestros bosques. Esta acción de conservación de recursos naturales se suma a la utilización de energías renovables.
“Nuestros desechos logísticos se encuentran con Certificados de Disposición Final, donde logramos construir alianzas para su reciclaje y reutilización en subproductos como mantillo de jardín, lecho para animales, biomasa, compost, entre otros.
La compañía forma parte de iniciativas sustentables como la Ley de Responsabilidad Extendida de Productos (REP) y el programa Giro Limpio perteneciente a la Agencia de Sostenibilidad Energética que reconoce los esfuerzos realizados por las empresas generadoras de carga en el ámbito de la sustentabilidad y la eficiencia energética.
AGUNSA: ESTRATEGIA QUE MIRA LA EFICIENCIA
AGUNSA posee una estrategia corporativa de sostenibilidad centrada en 5 pilares: Eficiencia hídrica, eficiencia energética, huella de carbono, género, y salud y seguridad. Cada uno de los pilares cuenta con políticas, planes y programas que guían el trabajo de todas las líneas de negocio.
Sobre eficiencia hídrica, este 2023, la compañía firmó el Pacto por la Seguridad Hídrica de Chile, instancia que “nos permite compartir las actividades que hemos desarrollado sobre la materia con otras empresas de diferentes rubros y recibir de parte de nuestros socios información relevante para mejorar continuamente”, según comentan desde la empresa.
En Eficiencia Energética, la compañía ha implementado paulatinamente proyectos de luminaria inteligente en diversos centros de distribución y almacenamiento propios, lo que ha permitido disminuir los consumos de energía.
En cuanto a la Huella de carbono, AGUNSA ha realizado la 4.ª medición consecutiva de las emisiones en Alcance 1,2 y 3, optando al sello de reducción del programa Huella Chile del Ministerio del Medio Ambiente. En materias de género, tiene una meta clara de aumentar la participación femenina en cargos ejecutivos al 2025, apuntando a lograr un 27% de mujeres en estos cargos, incorporando medidas de apoyo, reclutamiento y selección de mujeres para alcanzar la meta.
En salud y seguridad, la empresa se ha propuesto seguir apuntando al 0 accidente, con un equipo de HSE robusto que tiene presencia en todas las actividades de la compañía y que otorga soporte a cada operación realizada, bajo un sistema de gestión que utiliza la ISO 45.001:2018 como base, lo que ha permitido tener homologada la forma de trabajar en el área a nivel nacional.