La flexibilidad, adaptación al cambio y la resiliencia son requisitos indispensables para las empresas competitivas, más aún en rubros tan dinámicos como el de la cadena de suministro. En este contexto, el rol de los lideres se torna crítico y desafiante; ya no se trata solo de implementar nuevas herramientas o procesos, sino de preparar a los equipos para enfrentar entornos en constante evolución y fomentar una cultura que impulse la transformación.
Para la consultora Mckinsey, estamos viviendo en “la era de la agitación organizacional perpetua”. Con este concepto, los expertos de esta agencia estratégica describen la realidad que viven hoy las empresas. Los cambios son de gran alcance, omnipresentes en todas las funciones y organizaciones y, de hecho, suceden todos a la vez”, precisan en un artículo del 2023.
Frente a este escenario, sostienen, la única opción posible es que las organizaciones adopten enfoques mucho más dinámicos, flexibles e intuitivos: “la forma en que las empresas afronten estos cambios-ya sea aprovechando las oportunidades que ofrecen o dejándose abrumar por los desafíos -se está convirtiendo en un factor determinante del éxito”.
Y si bien, muchas empresas son conscientes de la necesidad del cambio, diversas investigaciones muestran que la tasa de éxito en los procesos de transformación es desalentadoramente baja. ¿Es posible, entonces, conducir un proceso exitoso, en rubros especialmente vertiginosos como el Supply Chain?
Aunque no existen fórmulas que apliquen para todos, hay factores mínimos comunes: un liderazgo fuerte e inspirador, una comunicación efectiva, capacitación y monitoreo continuo. Por supuesto, la tecnología e innovación son esenciales en las empresas actuales, pero lo que determinará, en gran medida, el éxito de una empresa es una adecuada gestión de sus personas y equipos. A continuación, algunos aspectos que se deben considerar:
1. INVOLUCRAR A LOS COLABORADORES
El compromiso y la participación de los trabajadores es uno de los elementos que más contribuyen al éxito de un proyecto. Y para lograrlo es recomendable trabajar, al menos, en cuatro ámbitos: concientizar sobre la necesidad y urgencia del cambio; involucrarlos a los equipos desde un comienzo en los proyectos, capacitarlos adecuadamente y fomentar eventos especiales que promuevan el cambio.
2. COMUNICACIÓN CLARA
La falta de comunicación efectiva sobre los motivos y beneficios del cambio puede generar resistencia y malentendidos. Por ello, es fundamental implementar estrategias de comunicación transparentes y continuas, que incluyan actualizaciones regulares y aseguren canales para que todos los niveles de la organización comprendan el propósito y el impacto del cambio.
Es importante adaptar los mensajes a las distintas audiencias de la organización e incluir razones claras y convincentes del cambio. Los colaboradores deben ser conscientes de la necesidad y urgencia de los cambios. Asimismo, deben conocer las implicaciones de no cambiar.
3. PREPARARSE PARA LA RESISTENCIA
La resistencia al cambio es uno de los mayores desafíos que enfrentan las organizaciones. Es una respuesta natural de los seres humanos, que a menudo se basa en el desconocimiento o conceptos erróneos, pero no prepararse para manejarla puede obstaculizar la transición.
McKinsey & Company señala que, si se comprende adecuadamente, la resistencia puede guiar hacia estrategias de cambio más eficaces y sostenibles. “La resistencia ofrece valiosos conocimientos sobre el núcleo de las preocupaciones de la organización. Al rediseñarla como un aliado, desbloqueamos una poderosa herramienta para el compromiso y el cambio sostenible”, sostienen.
Es de gran relevancia identificar las fuentes de esta resistencia, que pueden ir desde el miedo a perder el empleo hasta la falta de confianza en la nueva dirección, y abordarlas de manera proactiva, a través de diálogos abiertos y espacios en los que se puedan explorar nuevas formas de pensar.
Los líderes deben convertirse en los principales promotores del cambio y para ello, los expertos aconsejan: desarrollar aliados dentro de la organización, asegurar los recursos necesarios y, sobre todo, vencer la resistencia personal al cambio para inspirar y guiar a los equipos. El objetivo de estos esfuerzos es construir una base de empleados que demuestren la voluntad de participar en el cambio y colaborar con las personas que gestionan el cambio.
De acuerdo a Harvard Business Review, los líderes que escuchan y abordan la resistencia pueden descubrir y mitigar los problemas subyacentes, lo que lleva a un aumento del 30% en la tasa de éxito de las iniciativas de cambio.
Del mismo modo, es importante crear planes específicos para grupos potencialmente más resistentes. Según un estudio reciente de la consultora global Prosci, los grupos más resistentes al cambio son los mandos medios y, en segundo lugar, los empleados de primera línea, cuyas actividades en el trabajo están cambiando.
4. FORMACIÓN Y EL DESARROLLO DE HABILIDADES
La implementación de cambios sin una adecuada formación puede llevar a errores operativos y a una baja adopción de nuevas tecnologías o procesos.
Por ello, es esencial contar con un plan de formación exhaustivo que cubra no solo las nuevas herramientas y procesos, sino también cómo estos se integran en el flujo de trabajo actual es indispensable.
LOS 5 FACTORES EN SUPPLY CHAIN
Además de enfrentar la resistencia al cambio, la consultora Prosci sostiene que la gestión del cambio en las cadenas de suministro debe tener muy en cuenta estos 4 aspectos:
Interrupciones en la cadena de suministro: gestionar y mitigar las interrupciones derivadas de los cambios en el mercado o de factores externos, mejorando la resistencia operativa.
Integración tecnológica: se debe preparar y equipar a las personas para utilizar las nuevas tecnologías a medida que se integran con los sistemas existentes, minimizando la resistencia.
Brechas de comunicación: se debe trabajar en una comunicación más eficaz, por parte de las personas adecuadas y en el momento adecuado durante el cambio, para permitir claridad y coherencia.
Medición del éxito: los agentes de cambio necesitan definir métricas para sus iniciativas, que corroboren los esfuerzos personales y de equipo. Es conveniente crear métricas sencillas, que muestren con precisión la situación actual de la organización y hacia donde se quiere ir. Hay que ser claros y transparentes respecto de las actividades y responsabilidades, para que las partes involucradas puedan evaluar, actuar y corregir cualquier problema, lo antes posible.
LIDERAR A OTROS A TRAVÉS DEL CAMBIO CONTINUO
Tal como hemos dicho, el papel del líder en los procesos de transformación es crucial. Los nuevos escenarios exigen que estos profesionales tengan un rol más integral y una compresión profunda del contexto en el que se mueven. Deben ser capaces, no solo de enfocarse en las ganancias de la empresa, sino también en motivar e inspirar a sus equipos con un propósito claro.
En ese contexto, los líderes deben mostrar empatía y apoyo a sus equipos durante tiempos difíciles y proporcionar herramientas para facilitar los cambios, asegurándose de que todos comprendan hacia dónde intenta llegar la empresa, por qué y cómo será el resultado final. Solo así será posible convertir la resistencia en resiliencia.