Uno de los retos que la logística enfrenta en los mercados en desarrollo como el chileno, es internalizar el hecho de que para ser competitivos deben visualizar la cadena de suministro como una serie de eventos que se retroalimentan. Es importante asumir que la logística, como concepto, implica la administración del flujo de bienes y servicios, desde la adquisición de las materias primas o mercaderías desde su punto de origen, hasta la entrega del producto terminado en el punto de venta o consumo.
Cuando hablamos de logística, inexorablemente viene a nuestra mente la estructura de abastecimiento en la cual se infiere la entrega de un bien tangible en tiempo y forma a un cliente final. Ligados a este modelo, surgen conceptos asociados, tales como: Inventario, Centros de Distribución y despacho, todos los cuales tienen un factor en común: El producto.