La resiliencia es un termino conocido en la psicología, en la ciencia de los materiales o en la en la ecología. Citando la definición de resiliencia encontramos que es la “capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversa” o bien, la “capacidad de un material para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido”.
Estas definiciones, sin dudas llevan a una aplicación directa en la materia de Supply Chain, que durante los últimos años se ha hecho cada vez más frecuente, como resultado de las situaciones diversas que han estado afectando a nuestro ecosistema de negocios.
¿Por qué necesitamos construir una Supply Chain cada vez más resiliente? ¿Cómo crear una estrategia que genere las condiciones para que la cadena de suministro tenga suficientes opciones o recursos para poder enfrentar el riesgo y minimizar los impactos en el negocio?
Durante los últimos años, hemos recibido los impactos de la pandemia, las nuevas condiciones laborales, los nuevos órdenes sociales, el aumento de los precios de los commodities, la falta de transporte internacional, el aumento en la variabilidad de la demanda, etc. Como consecuencia de estas nuevas condiciones, los profesionales de Supply Chain han tenido que readaptarse y transformarse, teniendo que tomar decisiones que minimicen el impacto en la rentabilidad del negocio. La toma de decisiones ágiles en base a trade offs constantes, han sido parte de la nueva forma de transitar estos últimos tiempos dentro de la operación logística.
Esta probado que aquellas organizaciones que han sabido construir rápidamente una estrategia de resiliencia han percibido por lo menos 3 veces menos impacto en su negocio que aquellas que no han implementado una estrategia para enfrentar las disrupciones que han estado ocurriendo. Por esto es clave que los ejecutivos de Supply Chain tengamos como prioridad crear una cadena de suministro que tenga las condiciones necesarias para enfrentar cualquier tipo de disrupción.
Entonces, cuáles son - en base a mi experiencia dentro de la industria - aquellos pilares estratégicos sobre los cuales debemos basar una cadena de suministro que sea capaz de resistir, absorber y recuperarse de ciertas disrupciones.
Plan de continuidad de negocio: debemos crear una multiplicidad de opciones, priorizarlas y alinearlas con el top management, teniendo siempre en cuenta los costos asociados a cada una de las alternativas posibles para minimizar el impacto negativo en nuestros indicadores de negocio. Estas opciones, sin dudas van a traer mayores costos a la cadena, como por ejemplo aumento de niveles de stock o diversificación de proveedores para materiales; pero siempre será conveniente ante la posibilidad de que se impacte el nivel de servicio a nuestros clientes.
Rediseño de procesos ágiles y maximización de utilización de big data: hoy es imprescindible tener un modelo operativo que esté interconectado de forma eficiente y ágil, donde la toma de decisiones se base en la visualización de indicadores de performance en tiempo real y como consecuencia podamos maximizar la rentabilidad de nuestro negocio. Al mismo tiempo, la automatización de procesos, tanto productivos, logísticos como administrativos son claves para minimizar impactos derivados de la pandemia.
Network Design: aquellas cadenas logísticas diversificadas y que tienen proximidad a los consumidores cuentan con una ventaja competitiva clave en los momentos actuales. El poder estar cerca del consumo minimiza las posibles disrupciones derivadas de la logística internacional, y de cualquier impacto externo que pueda poner en jaque a la cadena de suministro. Esto atenta contra las bases de la globalización que ha traído consigo la instalación de centros productivos en regiones, donde el costo de la mano de obra es menor, menores tasas impositivas o condiciones del ecosistema favorables.
Estrategia de gestión del talento, basada en las necesidades de este nuevo ecosistema de Supply Chain Management. Los talentos que quieran formar parte de este gran desafío, sin dudas van a estar expuestos a situaciones y experiencias que van a impulsar su agilidad, su capacidad analítica en corto tiempo, su resiliencia y su capacidad de buscar nuevas alternativas ante situaciones complejas. La creatividad y la innovación son capacidades imprescindibles para poder sortear los embates que nos presenta esta nueva coyuntura.
En resumen, los tiempos actuales nos invitan a transitar una nueva forma de gestionar nuestra cadena de suministro. La visibilidad, la agilidad y la resiliencia son factores clave para asegurar la continuidad del negocio, para maximizar la rentabilidad y para seguir construyendo lazos de largo plazo con nuestros consumidores.
Por: Agustin Arcucci, Supply Chain Lead SoCo PepsiCo