En tiempos de disrupción se nos presentan varias preguntas relacionadas con la planificación de la demanda, preguntas como: ¿llevamos adecuadamente el proceso de Demand Planning? ¿cómo afrontaremos las desviaciones o necesitamos iniciar de nuevo el proceso? ¿cuán cerca nos encontramos de iniciar un proceso Sales & Operations Planning? Pero quizás la más importante que debemos hacernos es ¿cómo es nuestro proceso de planificación de la demanda?
Esta pregunta es la más recurrente entre quienes nos dedicamos a tan particular actividad. Y es que nunca estamos plenamente satisfechos con nuestros cálculos o aproximaciones. Siempre, pensamos, debe existir una oportunidad de mejorar la metodología, nos abocamos a conseguir nuevas fórmulas, mejores aplicaciones o volvemos a leer los clásicos sobre el tema. Pero en realidad lo que estamos tratando es de optimizar nuestra certeza.
Atinar con el mejor plan posible, basándonos en un pronóstico con un mínimo de error. Pero quizás, ese no sea el objetivo que debiésemos perseguir. Más bien, es necesario volver a revisar la metodología integral, desde la captura de los datos hasta cómo los estamos interpretando. Siempre el mayor reto es la validación de los registros, y es dónde se nos plantean más interrogantes:
• ¿La fuente de los datos es la correcta?
• ¿Cómo se capturan los datos? ¿Manual? ¿Digital?
• ¿Es flexible nuestro sistema de información? ¿Escalable? ¿Edad?
• ¿Cómo se encuentra preparado nuestro proceso para registrar datos y calcular nuevos modelos?
Cada una de las respuestas, nos guiará en la fase de cómo podemos ejecutar una adecuada parametrización, y más allá, redimensionar al propio proceso de Demand Planning. El otro elemento clave, para optimizar o rediseñar el proceso de planificación de la demanda, es la utilización de las herramientas tecnológicas adecuadas para tales efectos.
Allí es donde el planificador, debe, de forma imperativa, ajustar sus conocimientos. Partir de lo que realmente maneja con fluidez y destreza y proceder a diseñar un plan de trabajo para aprender, desarrollar y manejar correctamente aquello que no. Elementos como la compresión de la analítica avanzada de datos (Advanced Analytics), aplicaciones de cálculo y visibilidad como Power BI o Power Pivot, y las integraciones a través del Machine Learning, son estándares para el planificador.
Es menester su manejo sincronizado y armonizado, la digitalización y la transformación que conlleva, obliga al planificador a pasar de un esquema meramente estadístico a uno de algoritmos y manejo de datos sobre modelos estructurados según los requerimientos de la organización. Todo signado por el caos disruptivo.
Con este esquema, el Demand Planner estará en capacidad de ajustar las desviaciones y hasta asumir que los nuevos datos son un tanto más realista que los anteriores, en caso de que la tendencia así lo refleje. Si en caso de que aun no se hubiere iniciado el proceso de adaptación, entonces que mejor momento para proceder a la reorganización y rediseño de cómo gestionar los datos y escoger un mejor modelo de interacción y cálculo.
Esta acción permite revisar el Plan Agregado, que invariablemente se convertirá en la nueva directriz estratégica para elaborar el nuevo Plan de Demanda, que es el aporte que se necesita para el Plan de Abastecimiento (Supply Plan), el Plan de Operaciones (Operation Plan) y el Plan de Ventas (Sales plan). Pero no todo es solo elaborar planes, es necesario sincronizarlos, y es donde nos ocupa establecer, el cómo lo hacemos. ¿Empleamos Sales & Operations Planning para tales efectos, o no lo hemos implementado aún? Lo primero es revisar el mismo, en caso de tenerlo en ejecutoria, o proceder a delinear su implementación, de no haberlo considerado con antelación.
Para los tiempos de disrupción, es muy probable que el S&OP (Actual) se encuentre un tanto desfasado, por lo tanto, partiendo de un Demand Planning actualizado, es necesario revisar el estado del Paso IV (Análisis de Restricciones). Revisando el esquema de aplicación del S&OP la aparición de nuevos esquemas de consumo – utilización, la generación de nuevas necesidades de información y la constante acción presente de las disrupciones, hacen que el análisis de las restricciones, requiera de una aplicación menos ortodoxa.
La realidad nos impone la directriz de aplicar herramientas más ágiles, colaborativas y sincronizadas con todos los socios de interés asociados a nuestra cadena de abastecimiento. Emplear la metodología de Project Management o del Business Process Management (BPM), permiten conjugar conocimiento experto, analítica de datos, funciones, responsabilidades y asignación de tareas, a través de modelos estructurados, ágiles y fáciles de implementar y de hacer seguimiento.
Como podemos apreciar ya la narrativa de los planificadores de la demanda, se ha convertido en una acción integral, conjugada con la tecnología y con requerimiento de mostrar resultados. Nuevos tiempos….
Por: Eutivio Toledo, Supply Chain Management | Operations | Logistics | Inventory | Demand Management | Procurement | Lean