Estamos sobrellevando el COVID mejor de lo esperado. Contamos con más vidas y negocios preservados de los que teníamos derecho a pensar y uno de los principales protagonistas de esto fue la tecnología. Pero, ¿es este avance e impulso tecnológico sostenible de cara al futuro?. Adelanto inmediatamente, que si bien no tengo una respuesta concreta, me resulta interesante plantearles por qué.
Miremos hacia atrás y hagamos un repaso de cómo la tecnología cambió a esta civilización frente a nuestros ojos en solo dos años.
Salud
La tecnología trajo las vacunas y las vacunas, en gran medida, disminuyeron la tasa de mortalidad a nivel mundial. La telemedicina que ha estado con nosotros por años pero pasaba desapercibida, fue adoptada masivamente por establecimientos de salud. Esto no solo le dio la oportunidad a quienes no podían trasladarse a recibir atención, sino que abrió la puerta para que la salud esté disponible para cualquier persona, independiente de su ubicación geográfica.
Servicios
Contra todo pronóstico, los servicios continuaron funcionando en plena pandemia. Muchas empresas por supuesto debieron cerrar, por ejemplo las de manufactura, pero por otro lado, los servicios logísticos, bancos, aseguradoras, medios de comunicación, salud entre otras no pararon. Se transformaron y en algunos casos se potenciaron. Internet y las redes sociales, permitieron que pudiéramos dejar nuestra oficina, llevarnos el computador a la casa y luego de un proceso de acostumbramiento, consideráramos de lo más natural y deseable, el tener una videollamada, usar slack, whatsapp y gmail para interactuar.
Educación
Pasamos de la presencialidad al aprendizaje online sin entrenamiento previo. Ahora volvemos a la presencialidad, pero el que hayamos aguantado todo este tiempo fue gracias a la tecnología.
Pagos en línea.
Simplemente no era opción negarse a esta adopción. Bien lo saben las tiendas, restaurantes y el retail en general, que vio un aumento de ventas sin precedentes.
Entretenimiento.
Yo jugaba Catan online con mis amigos y orgánizabamos videollamadas para los cumpleaños. Netflix y todos los servicios de streaming nos salvaron a más de alguno del aburrimiento y de volvernos locos.
Cadena de suministro y logística
En nuestro caso fuimos considerados profesionales esenciales, personas que no podíamos parar y que teníamos permisos especiales de parte del gobierno para seguir como si nada estuviera pasando. ¿Por qué?, porque si los alimentos no llegaban a los mercados y las medicinas no llegaban a las farmacias, todos estábamos en problemas. Las compras online de supermercados vieron su peak histórico y esa costumbre que muchos teníamos de recorrer las salas con un carrito de compras, la cambiamos (algunos) por Cornershop, Lomi y otras app.
Soy un ferviente creyente en el futuro, en la tecnología y en la ciencia. Mi optimismo de futuro suele no tener límites, aún a sabiendas de que quizás debamos enfrentar desafíos más difíciles. Es por esto que tengo ansiedad, pero en un buen sentido. Estoy ansioso y curioso de ver el siguiente salto tecnológico que tendremos, aunque no sé si me entusiasma tanto el que lo va a ocasionar. El punto de inflexión llamado COVID es la caída de nuestro muro de Berlín, el descubrimiento de la rueda, es un momento histórico que trajo cambios en todos los ámbitos de nuestra vida en tiempo record y pasó en nuestra cara. ¿Qué será lo siguiente?, me cuesta imaginarlo, pero si sé lo siguiente:
- Los que estamos a la cabeza de compañías debemos estar sondeando más y nuevas tecnologías, porque probablemente, todos los adelantos tecnológicos qué soñábamos ya nos alcanzaron y el mundo ya está pidiendo más de nosotros.
- Quienes tengamos empresas que aún no digitalizan su ADN, debemos saber que tenemos que comenzar con este proceso inmediatamente. Independientemente de cuán operacional y de procesos pienses que es tu empresa y del aumento de tus cifras, puede que el próximo salto tecnológico nos deje obsoletos.
- Quienes a través de nuestras compañías podemos impactar positivamente a los demás, pensemos en impactar más y a más.
Por: Pedro Varas B. CSO Rocktruck