Salustio Prieto, Co Fundador Next4.pl
A lo largo de la historia empresarial, con distintos matices en el tiempo, el foco ha sido el consumidor. ¿Qué quieren ellos? ¿Qué necesitan? ¿Dónde se encuentran? En las últimas décadas se le ha denominado a esta relación como Business-to-Consumer (B2C) o Direct-to-Consumer, la que ha sido fuertemente apalancada por la revolución digital, en especial por el comercio electrónico. En esa línea, han surgido desde 2010 plataformas que promueven el comercio entre consumidores (C2C), también llamado Peer to Peer (P2P), entre pares.
Pero es interesante ver en los últimos años, cómo el auge de las tecnologías digitales ha tenido un impacto significativo en las interacciones B2B (business-to-business). Las empresas están aprovechando las plataformas digitales, como market places de comercio electrónico, y viene irrumpiendo fuertemente también la revolución de la Economía Compartida B2B (Sharing Economy B2B). Esta ha permitido a las empresas optimizar la utilización de sus recursos al compartir activos, equipos o instalaciones con otras empresas y acceder a recursos o servicios sin necesidad de grandes inversiones iniciales, maximizando la eficiencia de sus operaciones.
Claro, sabíamos de la Economía Compartida C2C o P2P y que venía revolucionando los negocios digitales (Uber, Airbnb, TaskRabbit, Eatwith, etc.) moviendo más de USD 300 billones, pero esta es solo la punta del iceberg de la Economía Compartida.
En la revolución de Sharing Economy B2B, se estiman transacciones de trillones de dólares, cuyas interacciones y transacciones comerciales entre empresas están construyendo redes y ecosistemas colaborativos, forjando asociaciones estratégicas y aprovechando plataformas que permiten una comunicación fluida, el intercambio de datos y la innovación conjunta. Estas redes ayudan a impulsar la eficiencia operativa, crear nuevas oportunidades comerciales y mejorar la competitividad.
Así, en lugar de comprar o arrendar infraestructura o activos costosos, las empresas pueden aprovechar las plataformas compartidas para acceder a espacios, edificios, bodegas, camiones, tiendas, equipos, fábricas y hasta a inventarios compartidos, principalmente mediante pago por uso o suscripción. Este enfoque permite reducir significativamente los costos, particularmente para las empresas más pequeñas que pueden no tener los recursos financieros para invertir en activos costosos. De esta manera, los modelos B2B tradicionales están siendo disrumpidos por ofertas basadas en suscripción y como servicio, lo que proporciona una mayor flexibilidad, escalabilidad, economía y valor para los usuarios.
Cabe señalar, además, que este modelo compartido promueve la sostenibilidad, fomentando el uso eficiente de los recursos y reduciendo los residuos. Asimismo, las plataformas de economía compartida también ofrecen oportunidades para que las empresas adopten prácticas más ecológicas, como compartir vehículos o utilizar fuentes de energía renovable compartidas, o arrendar activos a demanda subutilizados para almacenaje en vez de promover la construcción de nuevos centros de bodegas, reduciendo su huella ambiental.
Las soluciones de Economía Compartida B2B, muchas startup que se centran en la logística y gestión de la cadena de suministro, proliferan y crecen significativamente. Aquellas que ofrecen servicios de distribución de última milla, logística como servicio (4PL), soluciones de gestión de inventario, de manufactura a demanda, de fulfillment as a service, retail as a service y servicios de transporte compartido, han capitalizado la creciente demanda de operaciones eficientes en la cadena de suministro. Ejemplo de ello son:
Y, en América Latina, figura el reciente surgimiento de Next4.pl, empresa de Logistics as a Service, a través de la cual las empresas pueden ampliar o reducir rápidamente sus operaciones en función de la demanda, accediendo fácilmente a recursos o servicios adicionales sin las barreras tradicionales de propiedad o compromisos a largo plazo. Como el caso de su unidad de negocio PalletParking, la primera empresa en América Latina de Almacenaje a Demanda compartido, que ya en estos meses se expande a México.
Todo esto puesto que, al adoptar modelos y plataformas de economía compartida, las empresas pueden desbloquear nuevas oportunidades, mejorar la eficiencia e impulsar el crecimiento en el panorama B2B en evolución.