INCLUSIÓN FEMENINA EN LA INDUSTRIA MINERA Y ENERGÉTICA

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Susana Mayer, Directora de Carrera Ingeniería Civil Industrial UDLA Sede Viña del Mar

En Chile, la industria minera y energética ha sido históricamente dominada por hombres, con una participación femenina que solo ha comenzado a vislumbrarse en los últimos años.

Según datos del Banco Mundial, la presencia de mujeres en estas áreas se sitúa en un 49%, cifra por debajo de otras regiones como Latinoamérica (51%) y los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con un 53%. Asimismo, naciones líderes en la industria minera como Australia y Canadá tienen tasas de participación del 62% y 61%, respectivamente. Según datos del Ministerio de Energía de 2020, la representación femenina en el sector energético chileno alcanza solo el 23%.

En nuestro país se han implementado algunas medidas para promover la inclusión femenina en estos sectores, como la creación de planes nacionales de minería y energía, la Política Nacional Minera 2050 y la Política Energética de Chile 2050, que incluyen objetivos específicos para ello. También se han desarrollado algunas iniciativas para apoyar a las mujeres que trabajan en estas industrias, como la Red de Ingenieras de Minas de Chile (RIM), la Red de Mujeres de Codelco, la Asociación de Mujeres en Energía Chile y la primera Red de Mujeres en Hidrógeno Verde. Sin embargo, aún queda por hacer para que en el territorio nacional se alcance los niveles de inclusión de género de otros países.

Dentro de estas industrias las mujeres pueden hacer la diferencia y son necesarias en una amplia gama de áreas, desde la ingeniería y tecnología hasta la gestión ambiental, la responsabilidad social empresarial, recursos humanos, educación y capacitación, entre otras. Su participación y contribuciones pueden ayudar a abordar desafíos claves y promover un desarrollo más inclusivo, sostenible y equitativo, aportando una perspectiva única y valiosa que puede mejorar la seguridad, eficiencia, sostenibilidad y responsabilidad social de la minería y la energía, contribuyendo al desarrollo económico y social, así como a la seguridad y el bienestar en el lugar de trabajo.

Su aporte también se relaciona con la diversidad de pensamiento, de perspectivas y enfoques que pueden enriquecer la toma de decisiones y la resolución de problemas en estos rubros, fomentando la creatividad, la innovación y el trabajo en equipo. Pueden aportar una variedad de habilidades profesionales y blandas para estos sectores, como la comunicación efectiva, competencia fundamental en cualquier industria, que permite el logro de objetivos y metas, ya sean personales, profesionales o de grupos, fomentando ambientes y relaciones saludables respetuosas y armoniosas.

Además, pueden contribuir a mejorar las relaciones con las comunidades locales y promover prácticas más responsables y sostenibles con los territorios y las personas que habitan en ellos. Otras habilidades son la empatía y la capacidad de adaptación, pudiendo construir relaciones sólidas con públicos internos y externos, lo que puede ser especialmente beneficioso en situaciones donde se requiere trabajar en entornos culturalmente diversos.

También, las mujeres tienden a tener estilos de trabajo diferentes y pueden tener una mayor sensibilidad hacia ciertos aspectos de seguridad, lo que puede ayudar a identificar y abordar riesgos laborales de manera efectiva.

Avanzar en inclusión femenina en estas industrias permitirá a Chile aprovechar el talento y las capacidades de las mujeres para el desarrollo sostenible de la minería y la energía, contribuir a la Agenda 2030 y a varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), por ejemplo, igualdad de género, trabajo decente y crecimiento económico y reducción de las desigualdades.

Promover la inclusión femenina en sectores tradicionalmente dominados por hombres contribuye a avanzar hacia la equidad de género en el ámbito laboral y proporciona oportunidades para que las mujeres accedan a empleos bien remunerados y desempeñen roles de liderazgo, lo que a su vez colabora en cerrar la brecha salarial de género y reducir la discriminación laboral, siendo un ejemplo para otras áreas en las que también es imperioso progresar con perspectiva de género.

La inclusión en la minería y la energía de las mujeres es un desafío que requiere un esfuerzo conjunto de todos los actores, gobierno, empresas, organizaciones sociales, instituciones de educación, hombres y mujeres. Alcanzar este objetivo permitirá a Chile aprovechar el talento y las capacidades de las mujeres contribuyendo al desarrollo sostenible de estas industrias.


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