Los tiempos que hoy vivimos han obligado a una constate revisión y adaptación en como tener una cadena de abastecimiento que cumpla con los requerimientos del negocio. Dentro de estas adaptaciones el liderazgo que se debe tener no queda ajeno.
Ya hace muchos años que el área de supply chain se convirtió en brazo estratégico del negocio, y no solamente por el desarrollo y consolidación de los canales digitales, sino también por los avances tecnológicos que nos permiten enfrentar un entorno cada vez más VUCA (Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad).
Entonces, ¿cómo debe plantearse hoy este nuevo liderazgo? A través de mis años de experiencia en diversas organizaciones y de conversaciones con expertos en recursos humanos, tanto de Head Hunting como consultores, he podido identificar cuatro atributos claves que deben poseer los líderes de Supply Chain para enfrentar los nuevos desafíos.
El primero de ellos, el cual considero la base con respecto a los tres atributos próximos a mencionar es el Liderazgo de personas adaptativo, donde el acompañamiento de equipo, el desafiarlo a nuevas herramientas y proyectos, la flexibilidad ante el entorno actual y abierto siempre a tener una mirada distinta de hacer las cosas, le permitirá avanzar con la organización para enfrentar de manera anticipada los desafíos en los tiempos que vivimos. Este liderazgo debe salir del micro-management, a veces es más efectivo dejar a otros tomar responsabilidades y brillar por si solos, lo que les permitirá tener un equipo más sólido y comprometido.
El segundo de ellos es la visión de futuro en el entendido que hoy no basta con enfrentar los desafíos constantes y que son propio del mundo logístico en el corto plazo. El líder debe visionar lo desafíos adicionales que son de mediano y largo como, por ejemplo, la alta exigencia en productividad, dado el enfrentamiento a altos costos y demanda moderada, lo que hace elegir los proyectos de innovación y tecnología claves que suavicen dichos costos.
Por otro lado, el entorno VUCA sigue presente, sin embargo, las prácticas que se deben adaptar para enfrentarlas son completamente distintas; hoy en día básicamente hay que aceptarlo y aprender de ellas. No solo basta con ser resilientes, sino que volver la cadena de suministro bajo un concepto Anti-frágil, tal cual lo señala el estudio de Gartner “Chief Supply Chain Officer Leadership Visión 2024”.
Además, es crucial buscar maneras distintas de hacer las cosas. Debemos preguntarnos: ¿Cuáles son las mejores prácticas fuera de nuestro entorno? Visualizar tendencias y prácticas de otras industrias puede aportar beneficios a nuestra situación. En definitiva, debemos pensar fuera de la caja, atreviéndonos a innovar y desafiar las prácticas actuales de forma constante.
Lo tercer punto relevante y que viene conectado con el punto anterior, es el conocimiento y entendimiento a la implementación de Innovación y Transformación Digital. Aquí podemos abrirlo en dos líneas, la primera es el mayor conocimiento de las distintas herramientas de transformación digital disponibles en el mercado (como inteligencia artificial, blockchain, IoT) teniendo además la capacidad para implementar dichas soluciones digitales que mejoren la eficiencia y la visibilidad en la cadena de suministro.
Lo segundo y muy relevante tiene relación con la selección adecuada de las herramientas y asegurar su correcta implementación, ya que sus inversiones no son menores y debieran tener un retorno rápido. Para lograr esto, es que se vuelve crucial el trabajar directamente con los equipos que se verán implicados, ya que son ellos quienes saben qué variables deben considerarse en sus modelos de decisión, ver si todas están incluidas y si los datos que representan esas variables son precisos.
Finalmente, como cuarto atributo de un buen liderazgo en supply chain -y que ha tomado una relevancia no menor en la gestión de los líderes- es operar y tomar decisiones considerando siempre una Mirada bajo criterios ESG (Enviromental, Social & Governance). Las decisiones que se tomen en Supply Chain impactan de manera directa en la gestión de riesgos ESG, donde ya se cuenta, por ejemplo, con soluciones eléctricas para servicios de última milla que reduce la huella de carbono, soluciones de energías renovables (paneles solares) para la construcción de nuevos centros de distribución, entre otros. El desarrollar este atributo inclusive en estos tiempos ya no es un valor agregado, se está volviendo un requerimiento mínimo que deben tener los líderes para su gestión.
Por Rodrigo Ormazábal, Miembro de SCCC