La acción mancomunada entre la comunidad, asociaciones, empresas y sobre todo con sus clientes es parte fundamental de la estrategia de seguridad de BSF. El éxito de sus medidas preventivas y protocolos de acción han confirmado el liderazgo de la compañía en Chile que se refleja en la confianza que tienen sus clientes ante la seguridad de sus operaciones.
Desde octubre de 2019, la seguridad cobró un alto protagonismo y se transformó en un factor en constante monitoreo por parte de la industria logística, situación que se agudizó con la pandemia y sus consecuencias. Entendida como la ausencia de peligro o riesgos, o bien, una sensación de total confianza, la seguridad toma diversos sentidos según el área o campo al que se haga referencia. Así, pensando en la Logística, la seguridad implica un gran desafío, considerando la cantidad de eslabones que conforman la cadena operacional.
Contar con una estrategia de seguridad, un plan que abarque todos los aspectos de la operación y su seguridad y que contemple, por ejemplo, temas físicos y estructurales, tecnologías, procesos, equipos profesionales, cultura organizacional y la comunicación entre los distintos actores parece ser una de las alternativas para hacer frente a la delincuencia.
Alunizajes, robos en recintos no habitados, turbas que ingresan violentamente a bodegas y Centros de Distribución, robos de camiones y encerronas son algunas de las técnicas delictuales que ha golpeado a la industria logística con más fuerza en los últimos 12 meses. Conscientes de esta realidad, Bodegas San Francisco (BSF) ha implementado una exitosa estrategia para resguardar sus instalaciones, orientar a sus clientes en cuanto a medidas internas y encabezar acciones de seguridad en el entorno junto a otros actores de la industria y autoridades.
¿En qué se basa la exitosa visión de BSF? En el conocimiento. Comprender cada uno de los procesos logísticos de sus clientes, entender sus vulnerabilidades y conocer las fragilidades que pueden tener sus operaciones es fundamental y en Bodegas San Francisco, gracias a sus más de 35 años de historia, el conocimiento es parte de su ADN.
DESDE EL LIDERAZGO
Desde sus orígenes, BSF ha crecido constantemente en infraestructura, alcanzando hoy más de 2 millones de m2 de bodegas distribuidas en 14 centros, de los cuales 7 están en Santiago, 4 en regiones (Antofagasta, Chillán, Temuco y Pto. Montt) y 3 en Lima, Perú. Estas cifras reflejan el rol que la compañía tiene en la industria logística, como referente y líder en el mercado de arriendo de bodegas.
El compromiso de Bodegas San Francisco es acompañar a los clientes en su crecimiento y atender sus necesidades. En el último tiempo, uno de los focos es la seguridad y la preocupación sobre el resguardo de la operación de sus clientes.
A este respecto, Raimundo Prieto, gerente de operaciones de BSF, reconoce que la delincuencia es hoy un tema delicado, “que nos obliga a estar atentos con protocolos y acciones establecidas y con una gran capacidad de lectura de las situaciones, ya que la seguridad constantemente va cambiando. Hoy vemos cambios en los horarios de los atracos, una disminución de los hechos en autopistas; pero lamentablemente ha aumentado el robo de lugar no habitado, asociado principalmente a mercados de alta gama como tecnología, celulares, computación y electrónica, es decir productos de alto valor, bajo volumen y fácil reducción”.
En cuanto a las acciones asumidas por la compañía destacan: patrullajes constantes en el interior de los Centros y en los exteriores y calles cercanas, seguridad física 24/7, estrictos controles de acceso, lectura y captura de patentes de los vehículos al ingreso de los recintos, CCTV, sistemas de comunicación internas y control perimetral, entre otras. BSF también ha puesto énfasis en incentivar a los clientes a asumir protocolos congruentes en cuanto a la seguridad que promueve la compañía.
“Nuestro ámbito de control va mas allá de nuestros perímetros. Ampliamos nuestros anillos de seguridad, por lo que estamos atentos a los que sucede en las calles cercanas, de modo de anticiparnos a cualquier evento y generar un disuasivo al delincuente previo al intento de intrusión”, destaca Prieto.
Otro pilar de la seguridad de BSF es el trabajo mancomunado con la comunidad. “En todos los entornos en que estamos insertos trabajamos en conjunto con las asociaciones o formamos agrupaciones con otras empresas, porque sabemos que mantener una comunicación fluida entre todos los incumbentes es vital, ya que permite cruzar información y tomar acciones y medidas preventivas en conjunto”, reconoce.
En este sentido, el ejecutivo destaca lo que está desarrollando el comité de seguridad de ALOG (Asociación Logística de Chile) del cual Raimundo forma parte, donde se han enfocado en tres aspectos “el control de placas patentes, para evitar que circulen vehículos ‘ocultos’ que facilitan el actuar de delincuentes; el permitir que las policías puedan acceder a los datos de ingresos de las personas a los recintos logísticos, lo cual hoy choca con la ley de protección de datos personales; y, el tercer punto, aborda el bloqueo del IMEI de los teléfonos celulares nuevos robados, de modo que sean bloqueados e inutilizados, imposibilitando su comercialización”.
CULTURA BSF
El éxito de la estrategia de seguridad depende de un importante componente: La cultura. “Muchos creen que la seguridad es algo que se compra y que depende de las tecnologías, cuando lo más importante son las personas y cómo hacemos que todos los equipos trabajen coordinados”, indica Prieto.
En este sentido, BSF cuenta con un grupo de profesionales coordinados y activos 24/7, testeando los sistemas constantemente, anticipándose a los posibles golpes que puedan estar evaluando los delincuentes, elaborando planes de acciones preventivas y asumiendo un rol activo en la prevención de la delincuencia.
Y esta cultura preventiva y de acción es algo que BSF extrapola a sus clientes, mediante recomendaciones, enfocadas a entender “cómo actuar con las mercancías de alto valor, tomando acciones como el compartimiento en la bodega para productos de alta gama, el cuidado de la información de sus procesos e incorporación de sistemas de seguridad internos, entre otros”.
Finalmente, el protocolo de seguridad de BSF no solo se basa en la incorporación constante de tecnologías, sino que se enfoca en el equipo y sus acciones. En este sentido, Raimundo destaca el rol de la Central de Operaciones y Comunicaciones de BSF que, en sus palabras, es “el corazón de nuestro sistema de seguridad, el que mantiene todos nuestros planes y acciones con un funcionamiento 24/7 y con un robusto equipo profesional. Desde acá controlamos todos los Centros de BSF y nuestro entorno inmediato, a fin de entregar a nuestros clientes y a toda la comunidad logística cercana un entorno operativo más seguro”.