ESTUDIO DE DHL: APRENDIZAJES SOBRE LA RESILIENCIA ANTE LA PANDEMIA

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La carrera contra el virus: qué aprendimos en un año sobre el covid-19 y cómo deben prepararse las cadenas de suministros sanitarios de todo el mundo para la próxima emergencia de salud pública.

A más de un año de iniciada esta pandemia y cuando aún los momentos complejos no pasan; Revista Logistec publica un extracto del estudio sobre Resilencia ante la Pandemia, donde se da una mirada a las problemáticas que hemos enfrentados y a los desafíos que aún persisten. En esta oportunidad compartiremos solo el capítulo dos del estudio de DHL.

RESUMEN EJECUTIVO

La logística y la gestión de la cadena de suministros juegan un papel fundamental a la hora de gestionar una pandemia, pues aseguran la disponibilidad y la distribución de herramientas clave para combatir la pandemia. Este documento hace un balance de las lecciones aprendidas y los logros conseguidos en el año que dura ya la carrera contra el COVID-19, y pone al día nuestro enfoque de cómo gestionar correctamente la crisis a partir de ahora. Además, expone las medidas que nos permitirán prepararnos adecuadamente para enfrentarnos a futuras emergencias sanitarias.

LOS PUNTOS DE PARTIDA: LOS 10 LOGROS PRINCIPALES DE LA COMUNIDAD GLOBAL

Aunque este año pasado fue muy complicado y nos planteó infinidad de desafíos, los diversos logros conseguidos en los ámbitos de I+D, gestión de la producción y la cadena de suministros y políticas nos ayudarán a superar esta crisis humanitaria como comunidad global. Por ejemplo, la celeridad con la que se desarrolló la vacuna, 5 veces superior a cualquier otra a lo largo de la historia. Además, su producción se impulsó en un tiempo récord, cuadruplicando la capacidad productiva de vacunas previa al COVID-19. La cadena de suministros no solo logró satisfacer unos requerimientos de refrigeración sin precedentes, manteniendo una cadena de frío de hasta -70°C, sino que además se implementó 3 veces más rápido de lo habitual. Asimismo, se tomaron acciones multilaterales para asegurar el acceso global a las vacunas, y se desarrollaron nuevas plataformas de vacunas que probablemente ayudarán a combatir otras enfermedades.

ESTO ES UN MARATÓN, NO UN SPRINT: PASAR DE 4 A 220 PAÍSES Y TERRITORIOS CON UNA DISTRIBUCIÓN RESILIENTE DE LAS VACUNAS

Teniendo en cuenta el riesgo creciente de mutaciones virales, implementar una campaña global de vacunación no solo es un imperativo social, sino también un requisito indispensable para poner fin a la pandemia. Para gestionar con éxito los picos de suministro de vacunas, que crecieron del 30 al 80 % en el primer trimestre de 2021 y se duplicarán entre el segundo y el cuarto trimestre, es necesario poner el foco en:

Fomentar la colaboración. Todos los sectores, industrias y naciones tienen que colaborar estrechamente para terminar con éxito la fase aguda de esta pandemia, formando cooperaciones sólidas y promoviendo una infraestructura de datos.

Afianzar los flujos internos. Más del 95 % de las dosis mundiales de vacunas del COVID-19 se fabrican en tan solo 8 países, desde los cuales tienen que distribuirse al resto del mundo. Por lo tanto, hay que tomar medidas convenientes de empaquetado y transporte.

Preparar la logística de última milla. El último tramo del suministro de vacunas representa el mayor reto logístico, debido a la magnitud y la velocidad de las entregas, sin precedentes hasta la fecha. El objetivo es distribuir y administrar unos 10 000 millones de dosis hasta finales de 2021.

Transportar las vacunas de los aeropuertos a los pacientes requerirá la sincronización del flujo de bienes con los puntos de vacunación y de almacenamiento específicos en los respectivos contextos locales.

Maximizar la demanda de vacunas. Con el fin de incrementar la aceptación generalizada de la vacunación hasta alcanzar los niveles necesarios para contener la pandemia del COVID-19, se debe priorizar una educación específica y una comunicación enfocada en las vacunas, establecer procesos prácticos para los usuarios y ofrecer claros incentivos.

LA RECTA FINAL: ENTRE 7 000 A 9 000 MILLONES DE DOSIS ADICIONALES AL AÑO PARA ACABAR CON LA PANDEMIA

La pandemia del COVID-19 es igual de dinámica que el virus que la desencadenó. Este hecho implica dos necesidades: primero, vacunar a toda la población mundial lo antes posible; y segundo, ir más allá asegurando una inmunización sostenida a lo largo de los próximos años. Como resultado de ambos imperativos, la cadena de suministros relacionados con el COVID-19 y la configuración logística para 2021 mantendrán su importancia en los años venideros.

Entre 2022 y 2023 está previsto distribuir entre 7 000 y 9 000 millones de dosis de vacunas al año, con los correspondientes productos auxiliares. Para asegurar el éxito, todos los actores implicados deben permanecer preparados para afrontar altos volúmenes de pacientes y vacunas, mantener la infraestructura y la capacidad logística y planear convenientemente las fluctuaciones estacionales.

Solo así será posible aprovechar el sistema de suministros que se está implementando en la actualidad como plataforma adecuada para los años siguientes.

ENTRENAMIENTO PARA LA CARRERA SIGUIENTE: CÓMO PREPARARSE SISTEMÁTICAMENTE PARA AFRONTAR LA PRÓXIMA EMERGENCIA DE SALUD PÚBLICA

De la misma manera que los corredores entrenan entre una carrera y otra, nosotros también tenemos que mantenernos en forma para estar preparados cuando se produzca el próximo evento sanitario de alcance mundial. Los gobiernos deben aprender de la pandemia del COVID-19 y expandir e institucionalizar las medidas de contención del virus y las contramedidas (por ejemplo, sistemas de alerta temprana, rastreo digital de contactos y creación de reservas nacionales), con el fin de asegurar una preparación estratégica y unos tiempos de respuesta más eficientes en el futuro.

Teniendo en cuenta que los virus respiratorios son propensos a la propagación pandémica, las entidades públicas, corporativas y no gubernamentales deben planificar y prepararse para lograr una detección temprana y para desarrollar y producir con eficiencia la medicación necesaria para salvar vidas en el próximo brote.

INTRODUCCIÓN

La gestión pandémica es una combinación de prevención de infecciones, supervisión y contramedidas. La logística y la gestión de la cadena de suministros juega un papel fundamental en estos esfuerzos, porque son justamente los procesos que aseguran la disponibilidad y la distribución de herramientas clave para la gestión de la pandemia: medicamentos y suministros médicos, como vacunas, kits de pruebas, productos auxiliares, tratamientos y equipos de protección personal (EPP).

El año pasado expusimos nuestra perspectiva sobre los retos para la logística y la cadena de suministros que surgieron al comienzo de la lucha contra la pandemia, y presentamos propuestas para prevenir y afrontar tales retos. En aquel punto, los EPP eran el tipo de producto más afectado por los problemas de la cadena de suministros; las vacunas todavía se encontraban en fase de desarrollo. Posteriormente, las vacunas se convirtieron rápidamente en el activo más importante para la gestión de la pandemia.

Ahora, con 8 meses más de experiencia, este artículo hace balance de las lecciones aprendidas y los logros conseguidos en un año de carrera contra el COVID-19. Pone al día nuestro punto de vista sobre la mejor manera de gestionar la crisis actual, y expone nuestras ideas para prepararnos adecuadamente ante futuras emergencias de salud pública. En cada capítulo, este artículo explora cuestiones apremiantes para los gobiernos y los profesionales de la sanidad pública:

• Los puntos de partida: ¿Qué logros se constatan en la lucha contra el COVID-19, y en qué punto nos encontramos actualmente? (capítulo 1)
• Esto es un maratón, no un sprint: ¿Cómo establecer una cadena de suministros fuerte y ágil que resista la presión que suponen los picos de abastecimiento de vacunas y el ritmo acelerado de implementación? (capítulo 2)
• La recta final: ¿Cuál es nuestro plan para la fase de remisión, para mantener controlado el virus y sus mutaciones a largo plazo? (capítulo 3)
• Entrenamiento para la carrera siguiente: ¿Se puede prevenir otro brote? Si esto no es posible, ¿qué tenemos que hacer para evitar que se convierta en otra pandemia? (capítulo 4)

Todos esperamos que las respuestas a estas preguntas propicien un diálogo continuo entre los gobiernos, los fabricantes farmacéuticos, los institutos biocientíficos y la industria logística, ya que todos ellos son los actores que, uniendo fuerzas, tendrán que prepararse para gestionar el próximo e inevitable evento de salud pública.

CAPITULO II.

ESTO ES UN MARATÓN, NO UN SPRINTPASAR DE 4 A 220 PAÍSES Y TERRITORIOS CON UNA DISTRIBUCIÓN RESILIENTE DE LAS VACUNAS

A principios de 2021 se vislumbraba algo de luz al final del túnel. En enero dieron comienzo las campañas de vacunación en varios países, y a finales de Abril se había logrado administrar aproximadamente 1 000 millones de dosis en todo el mundo.

Hasta finales de año habrán llegado 15 000 millones de dosis si se aprovechan las capacidades productivas previstas y si se consigue lanzar al mercado otras vacunas. Por consiguiente, existe la posibilidad de que las capacidades sean suficientes para vacunar al mundo entero este mismo año.

Sin embargo, la condición previa para completar el proceso de vacunación es que la logística funcione satisfactoriamente. Por este motivo, los gobiernos, fabricantes y proveedores de servicios logísticos deben asegurar que todos los países y la población mundial tengan acceso a las vacunas.

Esto no solo es un imperativo moral, teniendo en cuenta el creciente riesgo de mutaciones virales, sino también un requisito indispensable para poner fin a la pandemia. Como bien dijo un ejecutivo recientemente, "nadie estará seguro hasta que todo el mundo esté seguro". En el momento de redactar este estudio, esta noción quedaba tristemente ejemplificada en la explosión de los índices de infección en la India, debida probablemente a una nueva mutación con mayor capacidad de transmisión.

Por el momento, solo 4 países superan tasas de vacunación del 50 %, y es de prever que la implementación cobre cada vez mayor dificultad. Esto se debe a que alrededor de los 188 países y territorios que todavía tienen alcanzar un progreso significativo de vacunación cuentan con una infraestructura menos desarrollada, y esto implica retos logísticos que dificultan el suministro a dichos países.

Asimismo, la producción global de vacunas del COVID-19 se encuentra altamente concentrada, pues más del 95 % de las dosis se fabrica en tan solo 8 países. El flujo de insumos en estos países productores depende de las contribuciones de muchos otros países. Por este motivo, se requiere una estrecha colaboración internacional y una cadena de suministros mundial de alta eficacia para poder mantener el ritmo de producción de vacunas.

Para afrontar los retos que quedan por delante, la comunidad global debe impulsar acciones clave que ya demostraron su importancia en aquellos países que están llevando a cabo una vacunación exitosa, y debe complementarlos con medidas adicionales diseñadas para países de ingresos medios y bajos que aseguren el éxito de la implementación global. Las 10 acciones siguientes, distribuidas en 4 áreas diferentes —colaboración, flujos internos, última milla y maximización de la demanda— son esenciales para superar el reto de atender al pico de distribución máxima de vacunas.

ACCIONES CLAVE: FOMENTAR LA COLABORACIÓN

1. Cooperaciones sin fronteras. Las cooperaciones intersectoriales y transfronterizas ayudan a las partes implicadas a alinear sus esfuerzos de seguimiento y entrega de vacunas y productos auxiliares. En concreto, las colaboraciones entre empresas farmacéuticas, gobiernos, ejércitos y actores logísticos pueden asegurar una distribución integral satisfactoria de vacunas.

Aunque tales cooperaciones ya existían con anterioridad, al menos hasta cierto punto, actualmente se observa un estrechamiento de los vínculos entre las contrapartes, que complementan sus competencias a la perfección y proporcionan soporte de emergencia para asegurar que se administre el máximo número posible de vacunas a la mayor brevedad.

2. Infraestructura de datos de apoyo. La cadena integral de suministros puede cobrar transparencia mediante la combinación de nuevas herramientas, la interoperabilidad de los diversos sistemas y el uso de protocolos para compartir datos. Si disponen de una visión completa y en tiempo real de la cadena de suministros, las partes implicadas pueden colaborar perfectamente y responder más rápido en caso de cuellos de botella.

AFIANZAR LOS FLUJOS INTERNOS

3. Gestión de la capacidad de transporte. Las limitaciones de capacidad (particularmente las relativas a las cargas aéreas y el hielo seco) pueden provocar cuellos de botella que retrasen las entregas de vacunas, comprometan la calidad de estas o incluso lleguen a poner en peligro a los trabajadores de las líneas aéreas. Mediante una predicción y una gestión precisas de la capacidad de transporte se puede asegurar una entrega segura y puntual de las vacunas a los países de destino.

4. Sustentabilidad del empaquetado. Muchas de las vacunas aprobadas actualmente necesitan ser almacenadas a temperaturas bajas o extremadamente bajas, por lo que se requieren sistemas especiales de empaquetado. Tales embalajes pueden ser muy caros, llegando incluso a 400 EUR por contenedor. Mediante una logística de retorno simplificada y relaciones multiproveedor se puede asegurar la capacidad de empaquetado y equipamiento, la sustentabilidad y la circularidad, recurriendo a la reutilización y, dado el caso, el reacondicionamiento de los embalajes.

PREPARAR LA LOGÍSTICA DE ÚLTIMA MILLA

5. Almacenamiento estratégico. Los modelos justo a tiempo y de envío directo no siempre son apropiados para abastecer a una gran cantidad de puntos de vacunación o a países con una alta proporción de poblaciones alejadas. Al mismo tiempo, hasta un 70 % de las instalaciones sanitarias de los países con ingresos medios y bajos no tienen capacidad suficiente para almacenar grandes volúmenes de vacunas COVID-19 a temperaturas de 2 a 8°C o de –20°C. Teniendo en cuenta el tiempo, el costo y la necesidad de disponer de almacenes refrigerados a gran escala, los gobiernos nacionales deben estudiar la posibilidad de organizar un almacenamiento apropiado a nivel local o regional.

6. Flujo sincronizado de bienes. Aparte de las vacunas, es preciso aumentar también el volumen de transporte de productos auxiliares como agujas, jeringas, diluyentes y contenedores para residuos peligrosos, a fin de asegurar de que haya suficiente material para poder administrar todas las vacunas. El envío y almacenamiento de las vacunas y los productos auxiliares debe realizarse junto o por separado, decidiendo en función de la infraestructura local, los tiempos de entrega, las capacidades informáticas y la disponibilidad de suministros médicos.

7. Puntos de vacunación. Disponer de una red de puntos de vacunación — optimizada en cuanto a cantidad y ubicación al comienzo de la campaña— facilita el acceso a los pacientes y simplifica el acceso logístico; con ello, se puede vacunar a un número máximo de personas en el menor tiempo posible. Si la situación lo requiere, pueden establecerse puntos adicionales.

MAXIMIZAR LA DEMANDA DE VACUNAS

8. Poblaciones bien informadas. Una encuesta realizada recientemente por el Centro Africano para el Control y la Prevención de Enfermedades en 15 países del continente demostró que, aunque un 79 % de personas afirmaron estar dispuestas a recibir la vacuna, más de la mitad de los encuestados se consideraban poco o nada informados sobre el desarrollo de las vacunas. La demanda de vacunas podría incrementarse mediante medidas educativas y una comunicación específica.

9. Proceso práctico para los usuarios. Una distribución de vacunas rápida y extensa requiere un proceso sencillo libre de complicaciones para los pacientes. Esto significa, en primer lugar, que el registro y la planificación deben estar centralizados y basarse en criterios claramente definidos (por ejemplo, la vulnerabilidad). En segundo lugar, implica configurar lugares de vacunación que presenten las mínimas barreras de acceso.

10. Incentivos para persuadir a personas escépticas. La promesa de obtener protección personal o de contribuir a la salud pública son factores que motivaron a la primera ola de receptores de vacunas, pero es posible que la siguiente necesite otros incentivos. A mucha gente, los costos asociados con la vacunación (por ejemplo, en concepto de desplazamiento y de baja laboral no remunerada) le parecen más elevados que los beneficios de la vacuna; hay otras personas que simplemente no están convencidas de la necesidad de vacunarse. Reducir los costos secundarios ofreciendo "bonos" contribuiría a estimular la demanda.