TRANSFORMACIÓN DIGITAL Y LOGÍSTICA: UNA RELACIÓN CON FUTURO

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El bullado concepto de transformación digital se oye cada vez con más fuerza en los diferentes foros o reuniones estratégicas ligadas al sector logístico chileno. Sin embargo, quizás los análisis más relevantes se centran en este fenómeno como “un modo de ver y hacer las cosas” y no sólo desde el punto de vista de la merca implementación tecnológica. Como se ha dicho, esta transformación pasa por las personas… Ahí está la clave.

Mejorar la operación y responder a las demandas de una industria en constante evolución eran las frases que envolvían e impulsaban la denominada Transformación Digital (TD). Sin embargo, los alcances de este proceso son muy amplios y responden a factores tan diversos como el nivel de conocimiento, de inversión, el tamaño y características de las empresas y la visión de futuro que tienen, entre otros.

Entonces, considerando la diversidad que existe en el modo de acercarse y entender la transformación digital, se hace complejo medir el nivel de penetración que esta nueva ‘forma y modo de hacer las cosas’ tiene en las industrias nacionales.

En el ámbito logístico, propiamente tal, la velocidad, exactitud de la operación y calidad del servicio asoman como los motores de cambios. En estos nuevos tiempos, en que todo se piensa, implementa, mejora y ejecuta en función de optimizar el servicio al cliente final, la transformación digital se alza como un aliado para alcanzar finalmente estas metas, que marcan positivamente a las empresas y son ejes diferenciadores para una compañía.

Muchos han asociado al comercio electrónico y su operativa con la transformación digital. Lo cierto es que ambos fenómenos se relacionan, pero el concepto de TD es mucho más amplio, ya que trata de un proceso de cambio empresarial global, un nuevo paradigma donde las tecnologías entran a jugar un rol preponderante en todo el quehacer de una compañía, desde lo financiero a lo comercial, desde el marketing a lo operativo y en este último plano, la TD afecta a todos los eslabones de la cadena de suministro.

Si pensamos este concepto sólo ligado al plano operativo, por ejemplo, tenemos que tecnologías como Big Data, la inteligencia artificial y la robótica permiten eficiencias concretas (si son bien implementadas, por cierto), no obstante la transformación digital apunta a cómo éstas tecnologías apoyan la nueva “forma de hacer las cosas”; cómo la analítica de datos -por ejemplo- afecta a los procesos de planificación de la demanda o la toma de decisiones de los gerentes de supply chain para invertir en tal o cual tecnología; o en cómo afecta el esquema operacional (laboral) de los colaboradores en sus diferentes jornadas, etc., etc.

La Transformación Digital no trata de la “acumulación de tecnología”, sino de “sacar provecho a estás” para mejorar los procesos en pos de ciertos objetivos estratégicos.

En esta oportunidad conoceremos cómo ha sido la relación entre Transformación Digital, Tecnologías y Logística y cómo se visualiza el futuro en esta materia. Para muchos, la trasformación digital (y sus diversas aplicaciones) son vista como la ‘solución y soporte para el gran salto de modernización’, esa logística 4.0 de la que hablan investigadores y analistas, que apalancaría en parte esas ‘ventajas y mejoras’ de cara a la anhelada modernización del sector y la satisfacción del cliente.

Sin embargo, este proceso ha sido más lento de lo esperado, solo encabezado por grandes compañías del Retail y consumo masivo multinacionales. ¿Pero qué pasa con la mayoría de las empresas a nivel nacional? ¿Era la transformación digital el punto de inflexión que la modernización logística requería?

UN CAMBIO CON MATICES

Ingresando al mundo operacional propiamente tal, los ojos están en su mayoría puestos en cómo gestionar correctamente los inventarios, stock y la operativa general de los Centros de Distribución para otorgar una operación que cumpla con el gran objetivo que es unir “eficiencia -costos – nivel de servicio”; lo anterior se ha dado con más fuerza, considerando la presión que ha puesto en la Supply Chain, el desarrollo de los nuevos canales de ventas y el rol y exigencias del ‘nuevo consumidor-cliente”; factores que han tensado las cadenas de abastecimiento enormemente, obligando a repensar y rediseñar sus performance.

Dado lo anterior, y ya sea impulsado por el producto, las inversiones (presupuestos), la producción u operación o el consumidor, todas las empresas -independiente de su tamaño y mercado- se ven y verán envueltas en esta nueva era, donde la tecnología, digitalización y modernización de los procesos son las puntas de lanza.

No obstante, los alcances de esta nueva y disruptiva era no son iguales para todos. Según Diego Acuña, consultor en omnicanalidad y supply chain, "actualmente la transformación digital en Chile presenta matices según la industria que se analice o incluso del tamaño de empresa”.

Acuña reconoció que independientemente del tamaño y rubo, las carencias para enfrentar este nuevo desafío son las mismas y radican principalmente en “la falta de un cambio cultural desde su primera línea para elaborar una correcta ‘receta para la transformación’ en productos o servicios; y así lograr entender cuál es el real propósito que se busca”.

Sin lineamientos claros, sin conocer qué es lo que se busca ni dónde se pretende llegar operacionalmente no es posible delinear correctamente el camino hacia la transformación. En los últimos dos años, muchas empresas miran las implementaciones logísticas como un salvador, es decir, un factor de mejora asegurada. Bajo esta visión, lamentablemente, cientos han sido los errores en proyectos. Grandes inversiones han fracaso por la falta de una visión estratégica clara.

ANHELADO CAMBIO CULTURAL

Sin determinar qué es lo que se busca, difícil es diseñar un camino para alcanzar dicho propósito, a través de un sistema o modelo tecnológico que lo permita. Pero qué imposibilita este correcto flujo entre implementaciones y mejoras. La respuesta a eso parece estar en el conocimiento. La falta de una cultura al interior de las empresas, capaz de incentivar y potenciar la modernización de los procesos, la tecnologización de las operaciones y sobre todo la aceptación de los cambios asoman como los grandes obstáculos.

“Un estudio realizado por Laboratoria arroja que un 37% de los trabajadores de las empresas (de todo nivel) creen que la cultura es uno de los principales obstáculos para conseguir la transformación digital, donde el gran paso es que las personas entiendan que es lo necesario para lograr con éxito este proceso”, comentó Diego.

Sin embargo, y pese a los obstáculos, existen a nivel nacional, empresas que han sabido avanzar en este camino de Transformación. “En logística podemos hablar de avances, tanto en el ámbito público como en el privado, con grandes inversiones en centros de distribución o manteniendo los proyectos tecnológicos en empresas como Walmart, Falabella o BSF, entre otras. En este sentido, su liderazgo siempre ha estado enfocado en satisfacer a los clientes, a través de la innovación y tecnología como medios, pero integrando en este cambio a las personas”, comentó el experto en omnicanalidad.

Así, entre los principales desafíos para avanzar finalmente hacia una real TD, de modo transversal para todas las industrias, está el cambio cultural; ya que a través de esto los proyectos tomarán agilidad e importancia para sus correctas implementaciones.

“Por ejemplo si se implementa la metodología Lean, en donde su filosofía es fallar rápido para corregir rápido, se debe permitir (incluso premiar) en la organización el poder fallar. Otro desafío es la automatización en funciones o tareas repetitivas, sobre todo en el manejo de grandes volúmenes de órdenes, control de inventarios, mantención, reportes en tiempo real, etc. Pero lo primero, en ambos casos, es saber nuestro propósito y cuáles serán los medios (tecnológicos u otros) para orquestarlos y así obtener una real ventaja competitiva, sustentable y con valor para los clientes", enfatizó el profesional.

Se debe reconocer que la aparición de nuevos canales, el rol del comercio electrónico, el ingreso de nuevos proveedores tecnológicos -generando una democratización en el acceso a estas tecnologías- y los cambios en las demandas de los clientes son una realidad y un desafío para la logística en Chile. Hoy quienes han sabido dar una correcta lectura a este nuevo escenario son aquellos que han ganado, posicionándose como actores relevantes en sus diversos mercados. Salir de lo netamente operacional y comprender que la logística es hoy una cuestión de servicio ha sido el diferenciador en una industria cada vez más competitiva.

La TD y sus diversas aplicaciones tecnológicas han llamado a la puerta de la logística nacional. Dado lo anterior, es hoy una realidad la necesidad de cambios para alcanzar el nivel que el mercado y los consumidores requieren, logrando así convertirse en una empresa capaz de competir de cara con los grandes player.

“Con un cambio cultural, un diseño y programa tecnológico correcto, con foco en la mejora continua y mirando siempre su operación y a su cliente se logrará avanzar en la anhelada transformación digital”, sostuvo Diego Acuña, ejemplificando lo anterior en los procesos de última milla, al argumentar que “si se logra un nivel de transformación digital real pronto dejaremos de ofrecer el “someday delivery” y seremos capaces de ofrecer un real “same day delivery”.

IA: BRAZO EJECUTOR DE CAMBIO

Considerada una de las herramientas más estudiadas y analizada por los expertos, la inteligencia artificial es una de las áreas de esta nueva era que mayor atractivo y expectativas genera en la industria logística. Para muchos, el primer acercamiento con la inteligencia artificial viene dada desde el mundo de la ciencia ficción. En este sentido Hollywood aportó con una visión donde los robots y la tecnología asume un rol clave en la interacción con los humanos, adquiriendo cualidades -hasta entonces- propias de los hombres, tales como pensar y resolver.

Sin embargo, la IA ya está instalada en distintos ámbitos de la vida de las personas, como también en todo tipo de procesos industriales; todos impactos irreversibles en el modo de hacer las cosas.

En el marco del Primer Seminario de IA aplicada a la Logística, organizado por el Programa de desarrollo Logístico del MTT, en conjunto con la Unidad de Facilitación de Comercio de la Subsecretaría de Hacienda y Corfo, Leonardo González, director de Data e IA en IBM, afirmó que la Inteligencia Artificial “tiene la capacidad de transformar a las organizaciones”.

Siempre hay que pensar en la IA como un elemento capaz de potenciar las capacidades existentes, aseguró el experto. “No hay que pensar en que la IA es RoboCop o Terminator. No hay que imaginarlo como una caja negra que hace cosas increíbles como si fuese magia. Muchos utilizan IA sin saberlo como, por ejemplo, cuando uno ingresa a Netflix y te proponen películas o series que probablemente te gustarán”, agregó.

“Predicciones, automatización y optimización. Estos tres conceptos en un solo lugar (IA) con distintas técnicas”, así define González la IA, tras los primeros análisis, asegurando que la importancia de esta tecnología radica en que “de aquí al 2030 la IA va a generar en el mundo global 15.7 trillones de dólares en términos de mejoras de productivas, nuevas aplicaciones o nuevos productos”.

Sin embargo, el experto ahondó en los desafíos que esta nueva realidad genera, asegurando que el primer desafío está en “los datos y su correcto uso”. “La logística es una de las industrias que más genera datos y una de las que menos los utiliza. Estudios dicen que aproximadamente el 80% de los datos no se utilizan; ahí hay un potencial no explotado”, agregó. En esta línea asoma la denomina Logística Anticipatoria como la previsión de las tendencias de la demanda que tiene efectos en la cadena de suministro desde los fabricantes hasta las empresas de transportes y, además, hace detectar riesgos en la cadena.

Por otra parte, los desafíos también pasan por la preparación y conocimiento de los futuros profesionales. A este respecto, el ejecutivo de IBM aseguró que “la academia tradicional ya no resuelve las problemáticas de Skills que tenemos en estos temas. Por ejemplo, aprender a desarrollar, implementar y también ejecutar. El año pasado, el 15% de las personas contratadas en IBM en Norteamérica no tenía título universitario, pero tenían las habilidades necesarias para las tareas encomendadas”.

Así, ya se puede decir con certeza que el uso de la IA tiene y tendrá tremendo impacto en los procesos logísticos en todos los niveles en los próximos años. Los ejemplos citados demuestran hasta qué punto la inteligencia artificial ya está en uso con impacto claro en aspectos como: productividad, comunicación, gestión y administración de almacenes, robótica y stock en el CD.

Como siga avanzando esta transformación en la industria logística chilena será, sin duda, objetivo de los artículos de los próximos 10 años, abordando los casos de éxitos de quien hoy se suben al carro de la innovación y del cambio.