La denominada Cuarta Revolución Industrial ha desatado una vertiginosa transformación, no sólo a nivel productivo y económico, sino también, a nivel de social; redefiniendo -entre otros aspectos- el actual contexto laboral a nivel global.
En plena ‘Era Digital’, la sola implementación de tecnologías en las organizaciones, no basta para crecer y proyectarse en mercados cada vez más competitivos; también, es necesario un cambio de mentalidad a nivel estratégico, un reordenamiento del trabajo y, por supuesto, el desarrollo de habilidades y competencias del recurso humano, lo que implica transformaciones importantes en la cultura organizacional y en las maneras de trabajar para responder a la evolución y dinamismo que exige la Industria 4.0.
En este contexto, no son pocas las voces que aclaman la necesidad de que la industria nacional aborde con más fuerza un proceso de capacitación digital de su capital humano, bajo el entendido de que “toda innovación comienza con las personas”. En esta línea, según aduce el último Informe de Competencias Digitales, elaborado por la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), “la capacitación tecnológica y el desarrollo de talento en las organizaciones ocupa un rol clave en la economía de hoy, sobre todo, si se pretende ir en el camino de la transformación digital”. Así, el desarrollo de competencias tecnológicas de la actual y futura fuerza de trabajo, resulta ser un proceso ineludible para que éstas se desenvuelvan de manera próspera en la sociedad digital que se avizora, en términos de empleabilidad e inclusión laboral.
Según estima el Informe, “impulsar y concretar una inyección de tecnología es vital para la sobrevivencia de una empresa en la actualidad. No obstante, el principal error es creer que las tecnologías son el núcleo y movilizadora de la mayoría de los cambios, pues, si bien son la base de la innovación y tienen un protagonismo inconmensurable en la era en la que estamos viviendo, la realidad es que es una herramienta puesta al servicio de los colaboradores, más que el cambio en sí mismo, y por tanto, la transformación empieza por las personas”
DE LAS COMPETENCIAS DIGITALES
La necesidad de contar con colaboradores que puedan adaptarse al cambio en la Era Digital se torna cada vez más evidente para las compañías, sin importar su rubro. En esta línea, según consigna el estudio de la CCS, “hoy las empresas para responder al entorno requieren de un talento adaptable, colaborativo, estratégico, creativo, receptivo y preparado para los cambios, que logre responder no sólo al quehacer de las empresas, sino que también proponer un nuevo cómo”.
Aunque compleja, la tarea, según los analistas, se logrará tomando como base a diferentes estrategias de desarrollo y formación. A ello, debe sumarse la gestión de talento que fomente el compromiso y la retención; todo ello “a través de la propuesta de desafíos que se alineen a los interés de los colaboradores, oportunidades para crecer y desarrollarse en sus carreras, proporcionar un equilibrio adecuado entre trabajo y vida, y opciones de flexibilidad laboral, rompiendo así el paradigma de que el trabajo corresponde a un lugar más que a una acción, estrategias y expectativas esenciales, sobre todo, para las generaciones más jóvenes”, señala el documento.
¿Cómo se consigue lo anterior? Según explican los analistas, las empresas necesitan revisar su gestión organizacional y proponer cambios de enfoque, orientados hacia propósitos y valores. No obstante, el documento indica que dicho cambio debe provenir de las jerarquías, y desde ahí insertarse promoviendo una mayor autonomía y horizontalidad. Todo ello implica un trabajo en la cultura organizacional, “que va mucho más allá que una sesión de coaching que motive a sus colaboradores a trabajar bajo este nuevo contexto laboral exigente y cambiante”, indica el texto; una tarea para la cual se requiere del esfuerzo de todos, y no exclusivamente del departamento de Recursos Humanos.
EL CAPITAL HUMANO PARA LA LOGÍSTICA 4.0
La evolución en la demanda de los consumidores, más exigentes y empoderados a nivel tecnológico, es otro de los factores que están marcando el camino hacia la transformación digital a nivel global, y por cierto, nacional. En esta evolución, el comercio electrónico es clave, puesto que el incesante crecimiento de este canal de venta impacta no sólo a la industria, sino también a su brazo ejecutor: La logística.
Si miramos las cifras nacionales, tenemos que los canales de ventas del e-Commerce en el último año ha experimentado un crecimiento del 32% con proyecciones de ventas para 2019 que superan los 7 mil millones de dólares. Entre los usuarios de este canal, 60% de ellos valora la rapidez de entrega y un 50% discrimina la efectividad en la entrega de los productos. Ante estos índices, los procesos logísticos se ven impulsados hacia la implementación tecnológica en pos de ejecutar una performance más eficiente y su capital humano, por ende, debe estar a la altura de este nuevo escenario.
Según, indica Sebastián Sapiain, Consultant Engineering, Manufacturing & Supply Chain de Page Personnel, en su columna “Modernización y Profesionalización de la logística en Chile” “las empresas del mercado chileno, las cuales van desde pymes hasta compañías multinacionales, están obligadas a adecuarse a estas nuevas necesidades del mercado en términos de respuesta”.
En este contexto, según estima Sapiain, durante los últimos dos años se evidencia una mayor modernización a nivel de Centros de Distribución y Bodegaje, en donde la capacidad instalada ha crecido en más de un 18%; al tiempo que se evidencia una mayor inversión en tecnologías de soporte logístico. Este cambio, a nivel tecnológico y de procesos en el rubro, ciertamente implica un cambio en el mercado laboral; con lo cual - establece Sapiain- “se están demandado nuevos perfiles con un mayor nivel de profesionalización a nivel operacional, generando una evolución en la formación educacional y manejo de sistemas principalmente”.
“Si consideramos la formación educacional en el área logística, podemos ver que la tendencia durante los últimos 5 años ha sido el fuerte crecimiento en establecimientos de educación superior orientados a carreras relacionadas a este rubro. En promedio la oferta de estas carreras ha aumentado en un 45% por parte de los establecimientos Técnicos, Técnico Profesionales y Universitarios. En donde el crecimiento más explosivo lo podemos ver más a nivel de Postgrados con cerca de un 80% más respecto a años anteriores, generando mayor foco hacia el desarrollo de herramientas de gestión más sofisticadas que permitan un desempeño óptimo a nivel de operaciones logísticas” indicó Sapiain, asegurando que “esto es netamente consecuencia de una respuesta evidente a la mayor demanda de perfiles calificados, especializados y relacionados al mercado, en donde sólo las carreras Técnicas en Logística tienen cerca de un 92% de ocupación al primer año de titulados”.
Considerando, a su vez, que el mercado logístico nacional ha incrementado consistentemente la integración de tecnologías de vanguardia para la ejecución de operaciones; tecnologías que permiten un flujo continuo y mayor comunicación entre las diversas áreas relacionadas a la cadena de abastecimiento, almacenaje y distribución; los desafíos para los colaboradores del sector aumentan.
“Hoy en día la migración hacia un sistema ERP, implementación de WMS o TMS, es cada vez más común, ya que las empresas están generando procesos de modernización alineados a las exigencias que propone el mercado. A partir de esto, es de suma relevancia que el personal operativo, supervisores, jefaturas y gerencias estén capacitados en el uso de estas herramientas”, manifestó Sapiain, estableciendo – además- que “actualmente, tres de cada diez trabajadores ya han tenido experiencia en el uso de dichos sistemas”, lo que genera una brecha importante respecto a los perfiles que demandan las compañías, “pues se espera que dentro de los próximos dos años aumente al menos en un 30% más la demanda de personal con dominio de estas herramientas”, indicó.
EL DESAFÍO DE LOS COLABORADORES
Frente al escenario actual (y futuro), donde el avance tecnológico y la creciente inversión de las empresas en la adopción de sistemas cada vez más complejos y sofisticados para agilizar todo tipo de procesos es tendencia, cabe preguntarse ¿Cuál es la percepción de los colaboradores y profesionales chilenos frente al desafío de ampliar sus competencias digitales?
En respuesta a la interrogante expuesta, de acuerdo a la última edición del Workmonitor, estudio trimestral de Randstad, 86% de los encuestados señala que ve como una oportunidad el creciente impacto de la automatización en su empleo, cifra superior al promedio global, que alcanza 74%. Pero no solo eso. 68% cree que la robótica y la inteligencia artificial (IA) tendrán efectos positivos en su trabajo durante los próximos 5 o 10 años, porcentaje que supera la media internacional (59%).
“Si bien, por una parte, es alentador saber que las personas están abiertas a recibir los avances tecnológicos de buena manera; por otra, igualmente es necesario hacer un doble clic en la realidad del país y asumir que la capacitación es un tema indispensable en esta materia”, estimaron los expertos de Randstand, agregando que “tanto empresas como trabajadores deben actualizarse respecto a las nuevas tendencias”.
En un escenario tan desafiante e inexorable (el de la transformación digital), “existe un porcentaje de profesionales para quienes el desarrollo de las TIC trae consigo la preocupación constante por la extinción de determinadas tareas, sobre todo considerando que solo quienes logren adaptarse a este nuevo paradigma y tengan las competencias necesarias para enfrentar el cambio, estarán capacitados para acceder a las mejores opciones laborales que ofrece el mercado”, indicaron desde Randstand.
De hecho, según cifras aportadas por la multinacional de reclutamiento, un 86% de los trabajadores dice que desea adquirir más habilidades digitales para garantizar su empleabilidad en el futuro, ubicándose por sobre el promedio global (80%) y en la posición número siete del ranking global, entre 34 países.
Esta búsqueda se da, según los analistas de Randstand, “porque a medida que la transformación digital remodela las industrias, los profesionales están cada vez más conscientes de que la capacitación es la forma de mantenerse vigente y la mayoría reconoce que necesita desarrollar skills relacionadas con este campo para evitar volverse invisible a los ojos del avanzado mundo digital”. Básicamente, los trabajadores se están dando cuenta de que la formación es clave para conservar su empleo en una economía en rápida evolución como en la que hoy transitamos.
Obligados, perentoriamente, hacia el cambio, según las cifra del estudio Workmonitor de Randstand, 50% de los encuestados afirma que esta tendencia los obliga a ganar un conjunto de conocimientos que anteriormente no poseían. Cabe preguntarse entonces, ¿quién dirigirá este esfuerzo por mayor capacitación del capital humano?
De acuerdo a los analistas, hoy en día no existe consenso respecto a cómo se llevarán a cabo estas mejoras, lo que seguramente se convertirá en una pregunta crítica para el mundo del trabajo en el futuro cercano.
No obstante, frente al escenario expuesto, resulta lógico afirmar que esta tarea tiene un carácter simbiótico; y es que, por un lado, aquellos empleadores que anticipan un papel cada vez más relevante de la tecnología en los próximos años, deben considerar entre sus estrategias el mantener a los trabajadores actualizados e informados sobre lo que esto significa para ellos, al tiempo que los colaboradores deben estar dispuestos al cambio.
Asimismo, el departamento de recursos humanos y quienes toman las decisiones tienen que entender cuál el estado de actual de su fuerza laboral y cómo podría verse afectada por esta tendencia hacia la implementación tecnológica de los procesos. Así, ser honestos sobre los planes futuros en cuanto al uso de nuevas herramientas, involucrar a los trabajadores en la planificación para que se sientan parte del proceso y, por sobre todo, fomentar el aprendizaje y la adaptabilidad, son aspectos que deben considerarse en el proceso evolutivo.
Entonces, ¿cómo deberían los empleadores y los empleados prepararse mejor para los cambios del futuro?, en respuesta a esta pregunta, los analistas de Randstand manifestaron que “las compañías pueden comenzar teniendo una visión clara de cómo se transformará su organización. Es una reflexión que los líderes de capital humano necesitan hacer para llevar a cabo adecuadamente la planificación de la fuerza laboral y desarrollar una estrategia de capacitación efectiva”.
Para los trabajadores, en tanto, el concepto clave es el aprendizaje continuo. “Las industrias se están transformando rápidamente, por lo que la amenaza de la tecnología y la automatización es real para aquellos que no están dispuestos a seguir actualizando sus conocimientos”, indicaron los expertos.
A partir de lo expuesto, aquellos que se adapten, no solo sobrevivirán, sino que también tendrán oportunidades para prosperar y avanzar hacia mejores opciones. Mientras que, con el enfoque correcto, las organizaciones podrán garantizar que su personal se continúe desarrollando y que entregue tanto o más valor que cualquier sistema tecnológico.