Terminó el mes de marzo, periodo donde el análisis sobre el rol de las mujeres en la vida laboral marcó la pauta. Mucho se habla de equidad, desigualdad, reconocimientos, reivindicación femenina; pero, ¿cuánto se avanza en realidad en la participación de las mujeres en la vida laboral? ¿se conocen los verdaderos retos del empleo femenino?
En la industria logística, la penetración laboral femenina ha sido paulatina. Hace una década la participación de las mujeres se reducía principalmente a las tareas manuales, donde el picking y la preparación de pedidos encabezan la empleabilidad de las mujeres en el sector. Sin embargo, hoy vemos una mayor participación de ellas en puestos de decisiones en la cadena de suministro, en áreas estratégicas, de gestión y también operacionales. Sin embargo, aún queda mucho por avanzar.
Si bien la industria ya ha recorrido cierto camino en esta materia aún queda mucho por avanzar, no sólo en términos de equidad salarial o en el reconocimiento del rol femenino, sino también en aspectos prácticos como es abrir los espacios y, en algunos casos, también la mente para que las mujeres pueden desempeñarse en una industria en constante búsqueda de talento como es la logística.
¿Cómo se avanza en esta línea? La clave esencial está en reconocer las características del nuevo escenario laboral, los cambios que se han originado ante lo disruptivo que han sido los últimos años y, sobre todo, reconocer las cualidades del trabajo femenino. La única forma de disminuir las brechas es a través del reconocimiento de ellas.
BALANCE ENTRE FAMILIA Y TRABAJO
Para entender el trabajo femenino conocer la realidad es fundamental. Hoy mucho se habla de incentivar el empleo en las mujeres, lo que fue tremendamente golpeado por la pandemia, debido principalmente a las obligaciones que ellas asumen en el entorno familiar que -en muchas ocasiones y más en tiempos de pandemia- se hace incompatible con la forma en que algunas compañías ven y entienden el trabajo.
Una consulta realizada por ManpowerGroup Chile, sobre la perspectiva laboral de las mujeres, confirmó que los aspectos más complejos actualmente son el equilibrio entre vida personal y trabajo, y equidad en sueldos.
De acuerdo con datos del INE, en el trimestre móvil de noviembre de 2019 a enero de 2020, la participación laboral femenina alcanzó un 53,3%, su valor máximo. En tanto, entre octubre y diciembre de 2020, sólo 4 de cada 10 mujeres en edad de trabajar pudieron realizarlo, mientras que para los hombres fue de 6 de cada 10. Según el más reciente estudio del INE, que situó a la desocupación nacional el 7,5%, las mujeres sin trabajo alcanzaron el 8,3%, en contraste con el 6,9% de los hombres.
Actualmente, muchas industrias están en proceso de recuperación. Del total de encuestados por ManpowerGroup, un 52% estuvo de acuerdo que compatibilizar el tema familia/trabajo es lo más complejo para las mujeres en el mercado laboral actual. Otra razón importante, con 36% de los votos, se lo llevó el hecho de ofrecer salarios equitativos para ambos sexos. Más atrás, con un 11%, quedó ascender de puesto.
“Los números de participación de mujeres en las actividades laborales que teníamos de manera previa a la pandemia poco a poco irán repuntando. Sabemos que las mujeres tienen alta presencia y buen rendimiento en diversos sectores: venta directa, atención al cliente, educación y administración. Justamente estos ámbitos fueron muy golpeados durante la pandemia”, afirma Anabella Capetillo, Gerente de Diversidad e Inclusión de ManpowerGroup Chile.
“También hay que considerar el fuerte avance femenino que vimos antes de la pandemia en cargos que implican liderazgo, especialmente en industrias que tradicionalmente fueron lideradas por hombres. Es importante retomar ese avance, mediante el establecimiento de culturas más equitativas en las organizaciones”, agrega la experta.
EL LIDERAZGO DE LA MUJER
La desigualdad de sueldos en nuestro país debido al género, y la falta de liderazgo femenino en el mundo del trabajo son reales a ojos de todos, y así lo confirmó otro sondeo de ManpowerGroup Chile. El análisis arrojó que la mitad cree que la representación femenina en posiciones de liderazgo en empresas no existe (con un 28%) o que podría mejorar (con 22%). El otro 50% estima que sí.
Anabella Capetillo, asegura que “todavía existen muchos desafíos pendientes en cuanto a brecha en las empresas y eso es lo que grafica la opinión de las personas. En los últimos años hemos podido evidenciar importantes avances, pero lamentablemente la pandemia generó retrocesos que hoy, en plena recuperación del empleo, se hace fundamental remontar en pro de la equidad de oportunidades y escala de sueldos”.
El sondeo también reveló, ante la pregunta “¿Cree que en Chile existe desigualdad salarial entre hombres y mujeres?”, un 83% de respuestas afirmativas. Pero no se trata solo de mejorar las oportunidades, sino que también afrontar la situación emocional que generó la pandemia. Según el mismo reporte, el 39% de las mujeres en el mundo están estresadas o cansadas, 7 puntos porcentuales más que antes de que se declarara la emergencia sanitaria.
La ejecutiva afirma que para hacer frente a este nuevo escenario, las compañías deberían ofrecer como mínimo programas perdurables en el tiempo, “que apunten a progresión de carrera, beneficios en salud, apertura a la discusión de salud mental y recursos que incluyan más días libres, además de otros beneficios en salud física y subsidio para cuidadores”.
¿CÓMO AVANZA LA PARTICIPACIÓN LABORAL FEMENINA?
Cada mes de marzo se habla de una ruta de desarrollo que abra nuevas oportunidades a las mujeres. Sin embargo, año a año, se llega al consenso de que el camino no ha sido fácil para las mujeres en especial en su lucha contra las desigualdades y la búsqueda continua de su desarrollo.
Ejemplo de lo anterior es que aún, lamentablemente, somos testigos como sociedad de la brecha salarial, en donde las mujeres ganan menos dinero haciendo el mismo trabajo que los hombres, aunque estas tengan los mismos estudios y competencias que los varones. Es decir, las mujeres continúan consiguiendo trabajos de menor jerarquía, solo por ser mujer; situación que no favorece en nada al desarrollo a nivel país.
Según el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) , la participación laboral de las mujeres en el 2020 retrocedió a 46%. Así mismo, una investigación del ADP Research Institute®, People at Work 2021: A Global Workforce View, informó que, en la región, el 51% de las mujeres ha recibido compensación económica por recibir un nuevo rol, frente a los hombres que alcanzaron un 60%.
La Cepal también afirmó en su documento, que el 56,9% de las mujeres en América Latina se encuentran laboralmente ocupadas en sectores con empleos de bajos ingresos como es el de empleada doméstica. En Chile existe un 44,4% de nivel de ocupación en este campo laboral y en Argentina llega al 17,47%.
El escenario laboral femenino en Chile: Al comparar a nuestro país con los de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), la distribución de mujeres en los cargos de poder en nuestro país, se encuentra un 25% por debajo de los demás países. Es decir, nuestro país se encuentra dentro de los países con menor representación de mujeres, ubicándonos en el lugar 33 de los 37 países evaluados. Reflejando que solo 1 de cada 10 mujeres, se encuentra trabajando en la plana mayor de las empresas nacionales. Es decir, a Chile le tomaría alrededor de 15 años alcanzar el porcentaje promedio de 26,3%.
MUJER EN LOGÍSTICA: UNA CIFRA ESPERANZADORA
En cuanto a esta realidad en la industria logística, Carolina Vásquez, gerente general y cofundadora de STG ahonda sobre el posicionamiento de la mujer en este sector empresarial, asegurando que: “Hoy, felizmente, podemos decir que el rol de las mujeres en la logística es transversalmente importante”.
Debemos comprender, aseguró la ejecutiva, que la diversidad e inclusión mejoran la capacidad de una empresa para innovar, competir y tener éxito. “Quizás hace 20 años no había tantas mujeres, hoy sí. En STG, por ejemplo, el 50% de los proyectos están siendo liderados por mujeres empoderadas, con ideas claras y que aportan un valor agregado único”, sostiene.
Y esto no es al azar. Según un estudio de Gartner Inc. y AWESOME, el número de mujeres en la fuerza laboral de la cadena de suministro experimentó, entre 2020 y 2021, un aumento del 39% al 41%. Las mujeres están asumiendo puestos gerenciales, liderando proyectos estratégicos para sus organizaciones. Implementando procesos de innovación que cambian las formas de hacer las cosas.
Carolina detalla algunas cualidades que tiene este sector, en términos laborales, asegurando, por ejemplo, que la logística es “una industria exigente”.
“El ritmo de trabajo en los centros de distribución, como en muchas otras industrias, es acelerado. Hoy las brechas de género se están reduciendo y tengo fe en que seguirán disminuyendo a medida que pasan los meses, ya que solo las empresas que fomentan aquello, crecerán y permanecerán vigentes. Asimismo, es importante un cambio cultural que abogue por la igualdad y unas políticas públicas que generen mejores oportunidades, dejando atrás la discriminación”, detalla la ejecutiva de STG. .
Otro aspecto de la logística es su “futuro más digital e inclusivo”. A este respecto, la cofundadora de STG afirma que “hoy, más que nunca, necesitamos trabajar mancomunados y desde la consolidación de equipos sólidos, debemos dejar atrás las diferencias. Visualizo un futuro más exigente y demandante, con clientes más empoderados. Los centros de distribución seguirán apostando por la automatización. Es importante comprender que la tecnología en sí misma no tiene sentido. En ello, el factor humano es fundamental y más concretamente, el rol que están desarrollando las mujeres, liderando estrategias y tomando decisiones de cambio para entregar experiencias satisfactorias y únicas a los clientes”.
Las condiciones y los números actuales nos hablan de una tremenda tarea pendiente en cuanto a inclusión e igualdad. Pero, sobre todo, el principal aspecto pendiente es comprender el verdadero rol que tienen las mujeres en la sociedad que no se limita solamente al cumplimiento de una tarea o un horario laboral establecido, sino en un rol único e indiscutible para el desarrollo general de un país.
Por su parte, el sector logístico tiene la clara misión de abrir sus eslabones e incentivar la penetración femenina al corazón de la cadena de suministro para responder así a los desafíos de los nuevos tiempos.