El 1 de febrero entró en vigencia del Decreto 44 del Ministerio del Trabajo, normativa que pone nuevamente en el tapete la importancia de contar con un plan de gestión de riesgos en la empresa que, junto con velar por la seguridad de los trabajadores, reduzca el impacto de las interrupciones en la cadena de suministro.
Conocido mundialmente por su intensa actividad sísmica y la posibilidad de tsunamis en su extensa costa, Chile es también muy susceptible a inundaciones, aluviones e incendios forestales, cada vez más frecuentes. Frente a esta vulnerabilidad, es particularmente importante que las empresas y organizaciones en general estén preparadas para enfrentar estos eventos, que además de poner en riesgo la vida e integridad de las personas, pueden interrumpir rutas y desplazamientos, afectar el acceso a instalaciones o dañar equipamiento, además de un largo etcétera que tiene repercusiones mayores o menores en la continuidad operacional.
En ese contexto, la reciente entrada en vigencia del Decreto 44/2023 del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social (Mintrab), más allá de ser una normativa obligatoria, puede ser visto como una oportunidad para desarrollar un plan de acción integral para la prevención, respuesta y rehabilitación ante posibles eventos de riesgo.
Sus impulsores destacan que el enfoque del decreto no solo está puesto en la seguridad inmediata de las personas, sino también en la capacidad de la empresa de retomar sus actividades rápidamente tras un evento adverso. Asimismo, pone énfasis en la planificación y la formación de los trabajadores frente a una emergencia, con el objetivo de que todos tengan claridad sobre los protocolos de respuesta y evacuación, minimizando así daños humanos y materiales.
Analizamos las características y alcances de este decreto junto a Ian Gorayeb, Doctor en Sustentabilidad, Magíster en Gestión del Riesgo de Desastres y presidente de la Fundación Inteligencia para la Gestión del Riesgo de Desastres.
El especialista señala que el Decreto 44 sobre ambientes saludables y prevencion de riesgos laborales, viene a complementar la Ley 16.744 de enfermedades profesionales en el ámbito de la prevencion de riesgos.
“Este decreto, que se conecta con del artículo 188 y 188 bis del Código del Trabajo, señala que a contar del 1 de febrero del 2025, todas las empresas, sin importar el tamaño, deben tener un plan de prevencion de riesgos y un plan de emergencias, algo que hasta el momento no existia. Anteriormente se indicaba a las empresas que debían tener un plan de emergencias. Ahora es distinto, porque debe ser un plan de gestion del riesgo, es decir, un plan que aborde el análisis de todos los riesgos que pueden estar presentes en el funcionamento de la empresa, cómo los reducimos y qué hacemos en caso de que estos se produzcan”, explica.
Gorayeb recuerda que, tras las fuertes preciptaciones ocurridas en junio del 2023 en el Maule, la Inspección del Trabajo fiscalizó a varias empresas impactadas por las lluvias. “Se multó y clausuró a varias que no contaban con planes para enfrentar riesgos graves e inminentes, lo que obviamente tiene un impacto importante para las empresas. Este decreto 44 obliga a todos los empleadores a tener estos planes, de modo de que no queden expuestas a estas situaciones”, apunta.
En ese sentido, este experto recalca la importancia de cambiar la mirada que se tiene de estos eventos. “La ONU dice que por cada dólar que se usa en reducir riesgos, se pueden ahorrar entre 7 a 15 dólares en todo lo que implica asumir la emergencia, una vez ocurrida. Pero todavia existe la idea de que la prevención es un gasto, sin comprender que estos eventos no solo afectan a las personas, sino que también exponen a las empresas a demandas, porque con las nuevas normativas hay responsabilidades corporativas que no se extinguen por el hecho de tener seguros, si no que recaen en el representante legal de la empresa”.
Y para dejar de ver estas iniciativas como un gasto sugiere un ejemplo concreto: comenzar con la Guía para la Implementación del Plan Para la Reducción del Riesgo de Desastres en Centros de Trabajo. Este documento fue creado por la Plataforma Nacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, un comité conformado por diversas entidades públicas, privadas, comunidad científica y miembros de la sociedad civil cuyo objetivo es lograr incorporar la Reducción del Riesgo de Desastres de manera transversal. El año 2023 se creó una nueva versión de esta guía, específicamente para micro, pequeñas y medianas empresas.
“Cuando en las empresas lean estas guias, más la asesoria de la mutualidad que le corresponda, podrán darse cuenta que aplicar este decreto es más mucho fácil, más digerible y les va a permitir asegurar a las personas y la continuidad operativa”, apunta.
Estas guías, agrega, fueron fueron hechas precisamente para que las empresas no tengan que incurrir en tanto gasto, por lo que al menos en la primera etapa considera que no es necesario adquirir softwares especializados.
“Una de las propuestas de esta guia es hacer una lluvia de ideas en la empresa, salir de la oficina e ir a conversar con los distintos actores involucrados. Muchas veces ahí nos enteramos de riesgos que no nos imaginábamos y que se pueden reducir. Incluye un set de preguntas que comienzan con cosas tan simples como ¿tu organización tiene diseñado un mapa de riesgos internos y externos? Si lo lo tiene, hay que partir por ahí. O te sugiere hacer un analisis histórico de eventos.
Por ejemplo, si tu empresa trabaja con camiones que recorren una ruta internacional y pasan por Pucón. Qué situaciones anteriores han interrupido el normal desplazamiento? Aquí podríamos incluir eventos como El eclipse, el Ironman que si bien no son emergencias o desastres, sí tienen un impacto en la circulación normal. También se puede revisar el visor de la red vial, para saber cuáles son las rutas disponibles y en qué condiciones están”, describe.
También es importante destacar que este decreto 44 da un plazo de dos años para que las empresas capaciten a todos sus trabajadores en estos temas, con énfasis en la reduccion y la gestion del riesgo de desastres. “Si el riesgo está encapsulado sólo en el departamento de prevención de riesgo de la empresa, este tema siempre va a ser reactivo. Pero el objetivo es que sea preventivo y para eso necesitamos involucrar a toda la organización, todos tienen que ser conscientes del riesgo y saber cómo enfrentarlo”, explica.
Desde su experiencia asesorando a entidades como mutualidades y municipalidades en la implementación de este tipo de medias, señala que a la fecha, son pocas las organizaciones que las han aplicado de manera proactiva. “Hasta ahora, seguimos con la logica reactiva, por ejemplo, en los incendios, están enfocados principalmente en la evacuación, cuando además tenemos que ver qué podemos hacer antes, para no llegar al incendio. Esa es la reduccion del riesgo. Lamentablemente, está muy lento y algunas entidades públicas están poniendo metas de capacitación a las mutuales para seguir avanzando”.
HACIA UNA CULTURA DE LA PREVENCIÓN
Por su naturaleza geográfica y climática, está claro que Chile seguirá enfrentando eventos potencialmente disruptivos. Sin embargo, la preparación, el desarrollo de planes de contingencia y el cumplimiento de la normativa vigente pueden marcar la diferencia entre una crisis de larga recuperación y una empresa capaz de retomar sus operaciones en el menor tiempo posible.
En ese marco, implementar una gestión de desastres robusta e integral puede considerarse una inversión para resguardar la vida de los trabajadores, proteger la infraestructura y minimizar las pérdidas económicas.
Los especialistas enfatizan que no se trata únicamente de reaccionar ante una emergencia, sino de instaurar una cultura de la prevención que involucre a toda la empresa, desde la alta gerencia hasta el personal operativo. En ese sentido, el Decreto 44 del Mintrab brinda un marco regulatorio que promueve la adopción de políticas y prácticas preventivas, contribuyendo a una mayor conciencia de los riesgos y a la implementación de estrategias efectivas para reducirlos.
VISOR CHILE PREPARADO
El Visor Chile Preparado es una plataforma interactiva creada por el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED). Su propósito es permitir a personas, comunidades y organizaciones conocer los riesgos geográficos a los que están expuestos en Chile, como tsunamis, erupciones volcánicas e incendios forestales. A través de un mapa interactivo, los usuarios pueden ingresar su dirección para verificar si su ubicación está en una zona de peligro y obtener información detallada sobre medidas de evacuación y puntos de encuentro.
Para utilizar la herramienta, se debe ingresar al sitio web del Visor Chile Preparado y escribir la dirección del lugar que se desee consultar. El sistema mostrará si ese lugar se encuentra expuesto a alguna amenaza y proporcionará recomendaciones preventivas, según la situación. También es posible descargar mapas de evacuación y otros recursos útiles.
Esta plataforma también incluye información sobre la ubicación de hospitales, escuelas, bomberos y otros servicios esenciales en caso de emergencia. Este visor puede ser una herramienta fundamental para la planificación, por su capacidad para georreferenciar amenazas.