PYMES EN 2025: EL AÑO DE LOS GRANDES DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES

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Con nuevas regulaciones laborales, exigencias ambientales, mercados volátiles y dificultades en el acceso al financiamiento, las pymes chilenas enfrentarán un 2025 desafiante. La clave estará en la planificación, la resiliencia y la adopción de estrategias innovadoras para mantenerse competitivos en un entorno en constante cambio.

Este 2025 se perfila como un año de grandes retos para las empresas chilenas, y si esto lo extrapolamos a nuestras pymes, este periodo demandará muchas estrategias de adaptación para cambios tecnológicos, exigencias desde el lado del consumidor, nuevas regulaciones en materia de jornada laboral, reformas, mercados volátiles, entre otros desafíos que marcarán un punto de inflexión en la manera en que estas empresas gestionan sus operaciones, para mantenerse competitivas y alineadas en un mercado altamente demandante.

EXIGENCIAS AMBIENTALES Y SOSTENIBILIDAD

Un claro ejemplo de estos cambios son las nuevas exigencias ambientales y de sostenibilidad, como es el caso del proyecto de Ley 20.920 de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), que obliga a las empresas a responsabilizarse de la gestión de sus productos al final de su vida útil.

Esto significa que las empresas deberán adaptar sus procesos internos para lograr cumplir con los estándares establecidos por la ley, por lo que tendrán que verse obligados a reducir residuos, elegir materiales reciclables, con tal de disminuir su huella de carbono, lo que en términos prácticos llevará inevitablemente a un aumento de costos de producción, por lo que es de vital importancia planificar eficientemente los recursos para que estos cambios no generen una presión adicional sobre sus márgenes.

Para enfrentar este desafío, las Pymes pueden optar por certificaciones ambientales que les permitan diferenciarse en el mercado y acceder a beneficios fiscales. Además, la digitalización y el uso de tecnologías limpias podrán ayudar a optimizar los procesos productivos, reduciendo costos y aumentando la eficiencia.

JORNADA LABORAL REDUCIDA

Otro desafío relevante es la reducción gradual de la jornada laboral por la puesta en marcha de la Ley 21.561 en 2024, que para abril de 2026 se establece el cumplimiento de una jornada de 42 horas. Durante 2025, las pymes tendrán que tomar acciones estratégicas para que esta reducción no impacte en los índices de productividad.

Andrea MelendezDado que muchas pymes dependen de equipos de trabajo reducidos, esta medida podría generar complicaciones en la distribución de la carga laboral. Algunas soluciones incluyen la reorganización de turnos, la contratación de personal adicional o la implementación de tecnología para optimizar los flujos de trabajo.

Para mitigar el impacto de esta normativa es recomendable que cualquier decisión que se tome en esta materia esté acompañada de un análisis robusto para no comprometer su rentabilidad, juntamente con las ayudas que entrega el gobierno, como Sello 40 horas, el programa Crece de Sercotec, o Despega Mipe del Sence que brindan apoyo económico y asesoramiento en la adaptación a este nueva realidad laboral chilena.

MAYOR FISCALIZACIÓN Y TRANSPARENCIA

El fortalecimiento del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) es otra transformación clave que impactará a las pymes en 2025. Con el proyecto “Sernac te Protege” se busca darle más atribuciones a este organismo para que deje de ser un actor pasivo, y pueda otorgar sanciones a las empresas que incurran en incumplimientos a las normativas de protección al consumidor.

Ante esta nueva realidad, las empresas deberán asegurar y dar garantía de trazabilidad y transparencia desde la producción hasta la entrega al cliente final. La recomendación es que las pymes comiencen a trabajar en esta materia con antelación y contar con un proceso asentado que tenga bajo control los reclamos y fortalecer también el área de servicio al cliente con tal de tener todo provisto antes de que se transforme en ley.

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VOLATILIDAD DEL MERCADO

Asimismo hay que considerar la volatibilidad del mercado en general y la variabilidad del dólar. Es de vital importancia para enfrentar estas fluctuaciones -que según el modelo de negocio- se apliquen estrategias de mitigación para enfrentar estas alzas y bajas cambiarias.

Algunas opciones incluyen, por ejemplo, la diversificación de mercados para reducir la dependencia de un solo sector; implementación de estrategias de precios flexibles que permitan ajustarse rápidamente a cambios económicos; contratación de seguros cambiarios para protegerse de variaciones abruptas del dólar y la evaluación de proveedores locales como alternativa para reducir costos de importación.

ACCESO AL FINANCIAMIENTO

El acceso al financiamiento es otro reto importante, pues sigue siendo una barrera significativa para muchas pymes en Chile. Aunque existen iniciativas gubernamentales para facilitar créditos y subsidios, la alta competencia por estos fondos deja a muchas empresas fuera del alcance de estos beneficios.

La clave para mejorar las posibilidades de financiamiento, las pymes pueden optar por estrategias como: mantener un control riguroso sobre sus inventarios para evitar sobrecostos; optimizar la gestión financiera mediante software de contabilidad y análisis de costos; explorar fuentes alternativas de financiamiento como crowdfunding o inversores privados y postular a programas de apoyo estatal con un plan de negocios sólido y bien estructurado.

Definitivamente, la resiliencia será un factor fundamental a desarrollar en las pymes chilenas en 2025. Adaptarse a un escenario económico y regulatorio desafiante requerirá planificación estratégica, innovación y una mentalidad flexible. Las empresas que logren anticiparse a los cambios, optimizar sus operaciones y aprovechar las oportunidades disponibles podrán no solo sobrevivir, sino también crecer exitosamente en un mercado en constante evolución.

Por: Andrea Meléndez, Consultora de Supply Chain y Planning