La modernización del transporte terrestre requiere una colaboración cercana entre gobiernos, industrias, fabricantes, proveedores de servicios y la sociedad en general. La inversión en tecnología, infraestructura y políticas adecuadas puede crear un sistema de transporte terrestre más avanzado y sostenible para el futuro.
Mucho se habla de la importancia que tiene el transporte terrestre en la cadena de suministro, sobre todo, en países como Chile, donde la geografía y la infraestructura asociada a las operaciones obliga, en parte, a las compañías a trabajar con esta modalidad de transporte como eje central del movimiento de sus productos y bienes.
El transporte logístico es una columna vertebral crucial para la economía global, ya que conecta cadenas de suministro, permite el comercio internacional y asegura que los productos lleguen a los consumidores en todo el mundo. Frases como “el motor de la logística” o “el músculo que mueve al país”, reflejan la importancia del transporte terrestre en Chile.
Para nadie es un misterio que cuando el movimiento en la ruta se detiene, la logística y, en especial, el abastecimiento de la población se alerta. Los costos del transporte, la carencia de conductores, la seguridad en las carreteras y las condiciones laborales del sector han sido factores que han golpeado a este gremio y han sido motivo de paralizaciones a nivel nacional ante el reclamo de una actividad más moderna, ágil, eficiente y segura; cambiando la mirada hacia la forma en que los bienes y productos se mueven, abordando también temáticas de eficiencia y desafíos ambientales.
Pero ¿cómo modernizamos el transporte terrestre? Claro está que al intentar responder esta interrogante muchos aspectos entran en juego como la sustentabilidad, su relación con el medioambiente, la mirada hacia la electromovilidad, la búsqueda de eficiencia; sin embargo, el componente humano es vital en esta industria y aún el camino de la modernización del sector se ve ajeno a este factor, donde la mejora en las condiciones laborales y la seguridad en el ejercicio de la actividad son pilares centrales.
En el emocionante mundo del transporte logístico vemos cómo algunas empresas luchan por transformar la forma en que los bienes se mueven. Aquí algunas de las alternativas que van marcando el desarrollo de la industria y que con más o menos fuerza golpean al transporte.
Logística Inteligente: vemos cómo la tecnología de la Internet de las cosas (IoT), el análisis de datos y la inteligencia artificial están revolucionando la logística, permitiendo la monitorización en tiempo real de la ubicación, el estado y las condiciones de carga de los envíos. Estas soluciones inteligentes mejoran la visibilidad, la toma de decisiones y reducen los retrasos en la entrega, aportando eficiencia y optimización al transporte.
Transporte Sostenible: muchas estrategias de transporte logístico buscan abordar los desafíos medioambientales. Desde vehículos eléctricos y flotas de bajas emisiones hasta sistemas de entrega con energías renovables asoman como alternativas, principalmente el transporte urbano. Sin embargo, aún queda por desarrollar esta temática en el transporte troncal o primario.
Última Milla y Soluciones de Micrologística: Las empresas están abordando uno de los desafíos más complejos en el transporte logístico: la última milla. Conceptos como la entrega por drones, la consolidación de paquetes y las soluciones de micrologística buscan optimizar la entrega y ayudar al transporte, especialmente, en entornos urbanos densos.
Estas innovaciones no sólo están cambiando la forma en que los productos llegan a los consumidores, sino que también están definiendo el futuro de la industria y distintas operaciones, donde el transporte tiene un rol clave.
PUNTOS PENDIENTES
La tecnología, los avances en materia de optimización, el reto de la sostenibilidad, enfrentar las problemáticas del cambio climático, el desarrollo de las ciudades y la logística, la digitalización y sus efectos en el transporte y la infraestructura de transporte como factor clave de la conectividad son algunas de los aspectos que retumba en la industria del transporte.
Las características de esta industria en Chile hacen complejo el avance de cara a la modernización. La diversificación de actores, de distintos tamaños, hace difícil trabajar a nivel de industria y muchos de los avances en materia de tecnología o temática laborales han nacido de exigencias de las empresas mandantes.
Modernizar el transporte terrestre implica implementar una serie de cambios y mejoras. Algunas de las estrategias claves para modernizar el transporte terrestre son:
- Promover la adopción de vehículos eléctricos y otros vehículos de cero emisiones, como vehículos a hidrógeno, para reducir la contaminación del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Implementar soluciones de tecnología inteligente de transporte, como sistemas de gestión de tráfico y aplicaciones de navegación en tiempo real para mejorar la fluidez y la seguridad en las carreteras.
- Explorar el uso de vehículos autónomos en entornos controlados, como transporte público o flotas de carga, para mejorar la seguridad y la eficiencia en las carreteras.
- Utilizar tecnologías de gestión de flotas y rutas optimizadas para reducir los tiempos de entrega y minimizar los recorridos vacíos en el transporte de mercancías.
- Adoptar políticas y regulaciones que incentiven la adopción de tecnologías limpias y eficientes en el transporte terrestre, como exenciones fiscales para vehículos eléctricos y estándares de emisiones más estrictos.
- Mejora en la infraestructura destinada al transporte como zonas de descanso carretero, zonas de transferencia de carga, delimitación de zonas de entrega en entornos urbanos, horarios para la actividad, etc.
Queda en evidencia que hablar de la modernización del transporte terrestre requiere una mirada amplia, pues responde a acciones multifactoriales, donde el trabajo en conjunto entre gobiernos, industrias, fabricantes, proveedores de servicios y la sociedad en general es clave. La inversión en tecnología, infraestructura y políticas adecuadas puede crear un sistema de transporte terrestre más avanzado y sostenible para el futuro.
FACTOR HUMANO
Los conductores de camiones enfrentan una serie de desafíos en su trabajo, ya que su labor implica largas horas en la carretera y la gestión de múltiples responsabilidades. Conocida es la preocupación de la industria logística por la falta de conductores. Se habla de más de 20 mil vacantes para dar vida, en las condiciones y ritmo adecuado, a la logística nacional.
Los conductores de camiones a menudo tienen horarios extensos y a veces irregulares, condiciones que afectan la salud física y mental de los conductores. Pasar muchas horas en la carretera puede llevar a la sensación de aislamiento y soledad, especialmente cuando los conductores se alejan de sus seres queridos durante largos períodos.
Los conductores de camiones enfrentan una variedad de condiciones climáticas, desde tormentas y nevadas hasta altas temperaturas. Estas condiciones pueden hacer que la conducción sea peligrosa y estresante, a lo que se suma las condiciones del tráfico, lo que puede aumentar la duración de sus viajes y la tensión en la carretera.
La seguridad en la carretera, en tanto, es una preocupación constante para los transportistas por temas delictuales y también de seguridad vial. En este sentido, los sistemas de seguridad activa y pasiva de los camiones aportan a la mejora de la actividad. Estos sistemas están diseñados para proteger a los conductores, pasajeros y otros usuarios que circulan diariamente a lo largo de nuestras carreteras, así como para reducir también el riesgo de accidentes y mejorar la eficiencia en el transporte de carga.
Entre los sistemas de seguridad activa podemos destacar, según José Tomás Larraín, Product Manager de Transportes de Dercomaq, el control de crucero adaptativo, el frenado de emergencia automático y la advertencia de salida de carril, entre otros. En cuanto a los sistemas pasivos, estos incluyen tecnologías como los cinturones de seguridad de tres puntos, sistemas de protección contra impactos frontales y laterales, así como la protección de los ocupantes al momento de un vuelco. “Es fundamental verificar que los camiones cumplan, en lo posible, con cabinas certificadas bajo la norma europea ECE R 29”, enfatizó el ejecutivo.
En resumen, los sistemas de seguridad activa y pasiva de los camiones para transporte de carga en carretera modernos son esenciales para garantizar la seguridad de los conductores, pasajeros y otros usuarios. Estos sistemas ayudan a prevenir accidentes y reducir el riesgo de lesiones, lo que a su vez mejora la eficiencia del transporte de carga y garantizar la seguridad de todos en la vía, aseguró Larraín.
Otro aspecto que es parte del día a día de estos trabajadores es el cumplimiento de las regulaciones estrictas en cuanto a horas de conducción, descansos, pesos y dimensiones de carga, entre otros aspectos. Cumplir con estas regulaciones puede ser complicado y requerir una gestión cuidadosa del tiempo.
En la industria del transporte, la puntualidad es fundamental. Los conductores de camiones pueden sentir presión para entregar la carga a tiempo, lo que puede resultar en un mayor estrés en la carretera.
A pesar de estos desafíos, muchos conductores de camiones encuentran satisfacción en su trabajo y valoran la independencia y la oportunidad de explorar diferentes lugares. Sin embargo, es importante abordar estos desafíos para garantizar la seguridad y el bienestar de los conductores y para mantener una industria de transporte eficiente y segura.
¿Cómo incentivar que mujeres y hombres sean parte de esta industria? La modernización de los procesos asociados al transporte y la mejora en las condiciones en que se da esta actividad pueden ser la clave para el desarrollo de este sector. Queda planteada la tarea de cómo mirar y avanzar hacia el transporte del futuro.